Tip:
Highlight text to annotate it
X
Conmemoración del 25º aniversario del parinirvana del Vidyadhara, Chögyam Trungpa Rimpoché. El maestro del seminario sobre la sádhana de Mahamudra, noviembre 1975, Boulder (Colorado, EE.UU.)
Este año se conmemora el vigésimo quinto aniversario del parinirvana (muerte) del Vidyadhara, Chögyam Trungpa Rimpoché, el fundador de nuestra comunidad.
Lo que enseñó en este seminario sobre "La sádhana de Mahamudra" es el principio del maestro en sus propias palabras. Nos recuerda la brillantez y profundidad que existen en la base del linaje Shambhala.
Como dice el Vidyadhara en esta charla: la relación entre estudiante y maestro es como una danza,
al relacionarse con el maestro, la opinión crítica y la entrega funcionan juntos al tiempo. No funcionan como enemigos.
Cuanto más criterio se recibe del maestro y del mundo fenoménico y más se desarrolla uno, al mismo tiempo más preguntas se plantea uno. Así que hay una especie de danza entre el maestro y el discípulo.
No se trata de anular la inteligencia crítica y aplicar una devoción inconsciente sino, más bien, ambos (el cinismo y la devoción) se sincronizan.
Lo que vamos a tratar ahora sobre la propia sádhana es
un tema básicamente vajrayana.
Y, al mismo tiempo, tiene muchas implicaciones,
relacionadas también con la práctica básica del budismo hinayana y mahayana.
Y lo primero que quiero plantear hoy es cierta sensación,
o idea de devoción, en un sentido, sobre el que se basa la sádhana.
Cualquier práctica de esta naturaleza no se puede entender de forma adecuada
sin tener cierto sentido de jerarquía, por decirlo así,
o cierto nivel entre maestro y discípulo, gurú - chela de algún tipo.
Y también del principio subyacente que es lo más importante de todo.
No se puede tener eso si no se comprende algo del principio del gurú.
[risas] Así que [risas]
me gustaría explicar el camino que vamos a recorrer
en el estilo budista de práctica de meditación, de disciplina espiritual en conjunto,
por considerar necesario que haya alguna niñera para empezar con ello.
A todos nos pasa igual, que nos gustaría tener una niñera...
o algún padre actuando también de niñera.
Nos gustaría tener algún tipo de niñera,
para que alguien nos cambie los pañales, para que alguien nos bañe,
para que alguien nos ***, o nos cambie de ropa, nos ponga el pijama,
y nos diga cómo comer, si hay que usar la cuchara o el tenedor
o cómo relacionarse con tazas y platos y dónde sentarse,
y que también proporcione algún asiento, llamado asiento infantil.
Así que se empieza por ahí. No me encuentro en este momento
como si viniera de un nivel más alto ni especialmente arrogante.
Pero si uno quiere funcionar en la vida de forma adecuada, al comenzar a crecer,
hay que partir de algún punto para empezar.
Cuando éramos niños, seguramente hemos experimentado ese caso
que nos ocurría, que nos ha ocurrido ya y, también, el proceso de cómo ha ocurrido de ese modo.
Así que esta analogía del principio de los tres yana se basa realmente en la educación infantil
y en relacionarse con la adolescencia y, por último, relacionarse con la vida adulta.
Éstos son tres ejemplos que se pueden usar en este momento, con bastante sencillez,
y sin más complicaciones.
Vamos a empezar por el punto de partida, que es la relación hinayana con la jerarquía,
si quieren llamarlo así, o con la figura paterna.
Ése es el punto de partida... el comienzo del recorrido del principiante
que presenta esta sádhana concreta en un nivel, de algún modo, muy elemental.
Esa sensación de individualidad, esa sensación de búsqueda personal de espiritualidad
y la sensación del proceso de crecimiento, lo que sea, se basa puramente en los sueños.
Digo esto por una razón, porque hay que enfrentarse al hecho
de pensar que uno se va a convertir en un candidato al doctorado
sin saber escribir ni leer ni hablar ni adaptarse al retrete.
Eso es lo que ambicionamos habitualmente:
no queremos las pequeñas molestias por aquí y por allá.
"Por supuesto las puedo apartar y dedicarme a crecer en cuanto se me acepte
en la corriente principal del mundo respetable y poderoso.
Entonces lo haré lo mejor que pueda y seguro que puedo hacerlo".
Eso suele ser lo que uno cree, que el profesionalismo significa
un enfoque de auto-confianza y de aficionado frente a la realidad, que realmente no es cierto.
No nos referimos necesariamente a los budistas "profesionales"
pero, para convertirse en adulto, hay que crecer como adulto
en vez de convertir al niño en adulto concretamente en este momento.
Así que hay que crecer y hay que enfrentarse realmente
a las posibilidades de problemas que existen en la vida.
Hay que aprender realmente a crecer,
aprender a distinguir, aprender a desarrollar una mente que distingue,
y también hay que aprender a desarrollar una sensación de sutileza,
y una sensación de comprender las reacciones ante el mundo fenoménico,
que son reacciones ante nosotros mismos, al mismo tiempo.
La cuestión es que, para empezar a hacer esas cosas,
se necesita algún tipo de figura paterna para empezar.
En la tradición hinayana se llama sthavira, o se llama there en pali,
que significa "mayor", "anciano",
lo que significa que alguien ya ha pasado por ese nivel
de experiencia de niñera,
y se ha convertido a su vez en niñera, que es muy necesario,
porque hay ue meter la mano en el fuego que arde.
Hay que recibir esa advertencia y, si se decide pisar ese montón de mierda,
o si se decide comerla, qué es lo que va a ocurrir.
Todos esos detallidos puedes parecer básicamente sin importancia y triviales
pero proporcionan un antecedente muy importante.
Hay que aprender los hechos y cifras y detallitos de la vida:
lo que es bueno, lo que es malo, lo que se debe hacer, lo que no se debe hacer.
Es importante distinguir, no necesariamente hasta el punto
de llevarlo todo al castigo y la promesa y cosas así
ni siquiera relacionarlo con el pecado original del cristianismo, per se.
Se trata de comprender básicamente cómo se hacen las cosas
relacionadas con la fuerza natural.
Si uno se pasea desnudo por la nieve, se resfriará:
obviamente es un hecho natural.
Si uno toma veneno, morirá.
Esos detallidos e imágenes son importantes.
También hay cosas así, espiritualmente hablando,
sobre la visión básica... Nos podemos considerar, por cierto,
y cambiando un poco de tema, nos podemos considerar adultos.
Uno diría: "bueno, no necesito niñera, puedo ocuparme de mis cosas,
estoy bien, no gracias". Pero respecto a la disciplina espiritual,
hasta esa misma reacción es una reacción muy infantil. Absolutamente.
Porque se cierran completamente grandes posibilidades de aprendizaje.
Si se empieza a rechazar esas situaciones, uno se queda sin material de trabajo.
Y no se sabe cómo empezar con el abecedario de la espiritualidad básica.
De modo que en la tradición hinayana, siempre es necesaria la idea de acharya,
que significa "maestro", "profesor", "anciano", figura paterna de algún modo, y niñera ocasional,
figura paterna de algún modo.
No necesariamente para enseñar lo que es bueno o malo,
cómo odiar lo malo y trabajar hacia lo bueno
sino cómo desarrollar una sensación general de compostura.
Este aspecto se vuelve muy importante en el primer paso,
que es el comienzo de la devoción en cierto sentido. En ese momento, a nivel hinayana,
la devoción no se refiere necesariamente a la fe, a nivel etéreo
o visionario como tal, en concreto.
Sino que se refiere a la devoción y visión desde la sensación práctica:
lo que hay que hace, lo que es necesario hacer
y lo que es necesario evitar. Se trata de algo muy básico y sencillo.
A nivel hinayana las enseñanzas nos indican
que comenzar con la visión tenemos del mundo también es visión infantil.
Que creemos que vamos a tomar dulces a diario, a cada minuto.
Que cada vez que lloremos o nos entre una rabieta,
papá o mamá o la niñera van a venir
con dulces y cucuruchos de helado para alimentarnos.
Resulta que ése no es el caso, en absoluto.
Básicamente indicamos que la vida se basa en el dolor, el sufrimiento, la miseria,
y la traaducción más precisa de "duhkha"
que la palabra sánscrita para "sufrimiento", resulta que es "ansiedad", "estar ansioso".
Siempre hay algún tipo de estado de ansiedad
pero alguien tiene que decirnos que la vida es un mundo gigante de ansiedad,
para empezar.
Así que vamos a conectar con este primer paso que, realmente, se llama "la verdad".
Es la verdad porque si uno cree que hay una posibilidad
de ganar realmente la guerra combatiendo con un dolor determinado,
si uno cree que puede alcanzar la llamada felicidad,
no es posible en absoluto. Eso no ocurre.
De modo que el anciano, padre, thera o sthavira nos indica estos hechos y cifras:
que el mundo no está hecho de panales de miel y un gran océano de jarabe de arce.
Que el mundo tiene su propio aspecto desagradable que nos afecta.
Y cuando uno recibe esta verdad, empieza a agradecerla más.
Se empieza a respetar que la verdad realmente se mantiene largo tiempo,
para el resto de la vida. Y se empieza a lograr cierta actitud paternal
hacia el maestro, sthavira o anciano.
Y respecto al sthavira o al anciano,
semejante verdad es terreno conocido: ya lo conocen desde hace tiempo.
Han pasado por ahí pero,
sin embargo, no ofrecen mensajes sabihondos de esas cosas.
Basta mirar, no es tan bueno como uno piensa
y va a resultar algo doloroso entrar en este mundo.
No se puede hacer nada, uno ya está ahí al mismo tiempo,
así qeu es mejor trabajar con ello y aceptar esta verdad.
Por esa razón concreta, el Buda proclamó históricamente su dharma búdico:
la verdad del sufrimiento.
No tenemos que repasar concretamente las demás verdades nobles,
creo que la mayoría ya las comprende.
La segunda etapa de desarollar una relación más profunda con el maestro
es una sensación de haber comprendido ya la primera parte sobre la verdad.
Que se ha comprendido ya la figura paterna y que esa figura paterna
no se convirtió ni se convierte en una molestia, ni abrumadora ni desagradable,
respecto a la claustrofobia del propio desarrollo y comprensión.
Y luego se empieza a evolucionar en otro territorio
que se llama kalyanamitra, una palabra sánscrita
que significa literalmente "amigo espiritual" o "amigo en la virtud".
El kalyanamitra es menos duro que el anciano o la figura paterna, en algún sentido,
pero por otro lado, es mucho más duro.
En cierto sentido es como un tío rico que proporciona dinero al resto de la familia,
padres incluidos.
Y adquiere mucho más significado
porque el tío rico no quiere a sus parientes girando a su alrededor,
ni agradeciendo y aprovechando su dinero, viviendo la vida,
sino que quiere ser más constructivo:
le gustaría tener parientes muy trabajadores
para que el tío rico pueda promocionar su propio capital, lo que sea, todo el conjunto.
Aunque el enfoque del bodhisattva y el enfoque mahayana de ese tipo
no se basa tanto en el auto-engrandecimiento
ni en la técnica o enfoque autocentrista como tal.
Pero sigue habiendo una sensación de algo mucho más cercano en cierto sentido,
un amigo, un amigo espiritual que es amigo.
Cuando recibimos consejo de los parientes tenemos una actitud distinta,
se nos indica la verdad relativa.
[risas]
Lleva condiciones adjuntas también. Conlleva ciertas aplicaciones
pero sigue siendo verdad relativa.
Cuando nos aconsejan los amigos, se convierte en algo mucho más cercano que la verdad digamos "relativa".
Se convierte en más inmediata, personal.
Por ejemplo, si nuestros padres nos critican, pensamos que es asunto suyo
o que algo ha fallado entre nosotros y ellos,
así lo tomamos muy a la ligera en cierto sentido.
A veces quedamos muy resentidos y eso ayuda a partarlo de lado,
pero si nos critican los amigos, nos empieza a asombrar.
Empezamos a pensar que quizás haya algún elemento de verdad en esto.
Así que el enfoque bodhisattva a la relación con el maestro
es, en este momento, el de un amigo espiritual,
mucho más exigente que el del nivel puramente relativo.
Nos hace más vigilantes, con cierta sensación de conciencia.
En ese momento la verdad relativa se convierte en una experiencia pasada,
sabemos que el mundo es dolor y sabemos el origen del dolor y el cese del dolor
y, finalmente, la senda y todo lo demás.
¿Qué es lo siguiente? En este momento el amigo espiritual empieza a decirnos:
"No trabajes sólo contigo mismo. Compártelo con los demás.
Haz algo con los demás. relaciónate con las proyecciones en vez del proyector.
Haz algo sobre el mundo exterior
e intenta desarrolar alguna simpatía y calidez en uno mismo".
Cosa que resulta muy difícil de hacer normalmente.
Uno se siente realmente molesto de que el mundo sea doloroso y ya esté resentido contra el mundo,
y uno ya está tensando todos los músculos, se vuelve tenso, muy tenso.
Y resulta difícil relajarse, soltarlo, pero se puede hacer,
no es imposible en absoluto.
Se ha hecho en el pasado, se hace en el presente y se hará en el futuro.
La cuestión es: "cómo ceder un milímetro, soltar un poquitín?
¿cómo abrirse un poco? Sé generoso pero, al mismo tiempo, sé disciplinado".
Por consiguiente se debe ser paciente al mismo tiempo
y trabajar al mismo tiempo con lo que se expulsa,
y ser consciente al mismo tiempo de todo lo que ocurre,
y tener claro todo el asunto al mismo tiempo.
Eso se llama los seis paramitas que, en cierto sentido, son una orden destacada.
¿Cómo se pueden hacer las seis simultáneamente?
Parece que hay que ser un actor fantástico
que no practica nada de lo que hace, sólo actúa,
o hay que convertirse en un idiota que sólo sigue las normas,
las reglas, y lo entrega todo, y es disciplinado y paciente,
y trabaja duramente y demás.
Pero también hay otras posibilidades que se pueden hacer,
que realmente nos ponen en el candelero, por decirlo así,
hay una sensación general de querer abrirse
en razón de que no hay nada que perder.
La vida ya es un montón de miseria y caos,
y como ya es un hecho, no hay nada que perder
sino que se puede ganar algo de hecho sólo dando, abriéndose.
Parece que ése es el truco
que es la transición entre el anciano y el amigo espiritual.
O el tío rico que le deja a uno en la calle
sin dinero para gastar. Quizás nos dé unos pocos lápices
y diga que los vendamos y salgamos a venderlos, hazlo.
Se podría decir: "lo siento, necesito un abrigo, no puedo salir así".
Él responde: "lo siento pero, primero, tienes que vender los lápices y luego conseguirás el abrigo,
tendrás que comprarte un abrigo
en vez de pensar que te lo voy a proporcionar. Tienes que conseguir tu propio beneficio".
Lo que sea. Es un ejemplo muy burdo, no hay que malinterpretarlo
pero parece que es la ruta y pauta general de todo esto en conjunto.
Ahora lo siguiente es entrar en el aspecto muy complicado
y curioso que es el nivel siguiente de jerarquía relacionada con la devoción,
la confianza y la comprensión del maestro,
lo que se llama el "maestro vajra" a nivel vajrayana
que tiene un sesgo distinto.
Pero en cierto sentido es una combinación entre el primero y el segundo
unidos de algún modo.
Se trata del mismo proceso, la misma línea de pensamiento,
pero con su propia variante al mismo tiempo.
El maestro vajra no es un anciano, ni figura paterna, ni amigo, ni amigo espiritual
no tío rico, per se.
El maestro vajra es un guerrero de nacimiento que acepta unos pocos estudiantes.
Y si los estudiantes son desaliñados y carentes de respuesta,
e innecesariamente receptivos, no receptivos,
entonces el maestro vajra no acepta a esa persona.
El maestro vajra, vajra es una palabra sánscrita que disgnifica "indestructible",
indestructible como diamantino. Vajra corresponde a la mitología india, el cetro de Indra,
el rey de los dioses en la mitología india, hecho de...
Su centro es un arma tan poderosa que destruye todo,
tras destruir todo, vuelve a su mano.
Al mismo tiempo posee gran fuerza no sólo para destruir una situación
sino cualquier situación,
y es indestructible porque su arma carece de fisuras
y es imposible doblarla, es imposible destruir esa arma concreta.
La idea del maestro vajra,
la idea de vajra está completamente enlazada,
al comprender que la visión carece de fisuras
ni potencial para criticarlo.
Es decir, no se introduce más confusión en él
porque es una situación completamente bien protegida.
No bien protegida en sentido paranoico
sino bien protegida en el sentido de su propia existencia,
auto-protegida por decirlo así.
Por consiguiente, la analogía más próxima sería la mentalidad del tipo samurai.
Que tal maestro es feroz y, al mismo, posee las cualidades
del anciano en cierto sentido, y sin embargo, posee las cualidades del amigo
también al mismo tiempo.
Puede ser una persona muy apasionada, cálida y potente, simpática
pero sin embargo no acepta engaños, por decirlo así,
en expresión estadounidense.
Estudiar con semejante persona es muy peligroso
pero es una cosa muy avanzada, al mismo tiempo.
Se puede progresar en la senda con más rapidez
pero si uno comienza con esa actitud de ir deprisa,
entonces irá despacio por otro lado.
La idea del enfoque del maestro vajra es enseñar
y crear situaciones sucesivas en la vida.
Tras pasar por el hinayana y el mahayana,
finalmente se llega al vajrayana,
y en ese momento uno ya está bien formado y bien disciplinado.
Al nivel vajrayana, el maestro vajra empieza a exigir confianza total,
incondicional, sin explicaciones, confianza total, apertura total,
sin ninguna lógica subyacente quizás.
Quizás algún tipo de lógica pequeña pero el resto es sencillamente directo:
"¿Le gustaría venir conmigo para participar en esta batalla histórica?
Venga, aquí está su espada".
Por supuesto hay espacio para acobardarse. Pero cuando uno se acobarda
puede pasar por un montón de problemas, indescriptibles.
Cuanto más cobarde es uno,
más aterrorizado estará por el maestro vajra, deliberadamente.
Aunque no quiero dibujar una imagen negra del maestro vajra
en este momento pero es la verdad, simplemente.
Cuanto más trata uno de escapar, más persecución hasta el arrinconamiento.
Cuanto más se intente trabajar con ello, entonces uno recibe la invitación a este festín fantástico
y celebración para compartir esta danza que se produce en conjunto.
La idea básica es un tipo de celebración o de mentalidad de festín
que no consiste tanto en complacencia, en fiestas y cosas así necesariamente,
ese enfoque concreto, de muchas cosas para comer necesariamente,
sino "festín" en el sentido de compartir realmente experiencias ricas de todo tipo, unidas.
Y esa sensación de que las enseñanzas vajra se vivifican, se convierten en adecuadas.
Pero si uno no se encuentra en situación de ver las experiencias reales ricas,
entonces uno no está listo para eso
y el maestro vajra le puede enviar de nuevo al amigo espiritual
o, si es necesario, al anciano o al rabino.
El nivel de compromiso que se tiene con el maestro vajra samurai
no es tanto que esa persona sea una persona externa, sola como tal,
sino que también cuenta con posibilidades internas.
El otro día escuché una información sobre el profesor, doctor Herbert Guenther
hablando de esto, de que al final del kalyanamitra
ya se ha producido la amistad espiritual y entonces uno descubre su gurú interior.
Debe contradecir esta declaración concreta,
excepto que se haya convertido secretamente en amor y luz. [risas]
A pesar de ser tan buen profesor, la frase no es acertada.
Convertirse en amigo espiritual, trabajar con un amigo espiritual
es ese nivel concreto en el que no se ve el nivel del gurú interno en absoluto,
sólo es un nivel de amigo.
Luego hay algo más allá
que se produce cuando se empieza a conocer al maestro vajra.
Luego se empieza a notar una sensación más grande de heroísmo, una sensación de intrepidez,
una sensación de poder que se produce sin cesar.
En ese momento se empieza a desarrollar cierta sensación de posibilidades
de que uno puede ser su propio recurso al mismo tiempo.
Tal recorrido dura más, ese viaje dura más,
mucho, mucho más de lo que uno espera.
Porque será lo último que el maestro
o el maestro vajra quiera dar, algún viaje
que uno tenga la posibilidad de rechazar
al irritante y abrumador maestro vajra,
así que uno puede internalizarlo puramente diciendo:
"Ya no tengo que ir y enfrentarme a esa persona nunca más.
Puedo hacerlo todo por mí mismo. Gracias por todo".
Parece que ése es el aspecto interesante de tener un maestro vajra,
ue hay cierta sensación de magia,
cierta sensación de poder y, también, cierta sensación de devoción inmensa.
Que es bastante distinta a la devoción de la que hablamos habitualmente
en las tradiciones teístas, la fe y la devoción hacia Cristo o Krishna
o lo que sea.
En este caso la fe y la devoción se basan más en la sensación
de no ceder completamente sino aceptar más cosas,
ejemplos e intuición y podeer y todo en uno mismo.
Que uno puede realmente ser iniciado,
ése es el significado de la palabra abhisheka, ser "abhishekado".
Desde ese punto de vista, en la tradición teísta de la fe y la devoción
es muy remota.
Que haya alguien ahí fuera todo el tiempo, no sólo una persona sola, está bien,
que haya otro maestro, otros ancianos, padres, está bien,
pero más allá también hay otro, más grande, que te alimentará,
que te dará seguridad y todo se convertirá en el nivel de,
tal como lo llaman, nivel etéreo del otro, se vuelve muy transparente.
Esa cosa concreta te salvará, o esa cosa concreta
que quizás uno no crea sea un anciano con barba necesariamente
peero esa cosa concreta está en algún sitio, tendiendo una trampa.
Por esa razón se producen los lagartos,
y todas las serpientes se enrollan en sí mismas,
todos los ríos descienden al mar y todos los árboles crecen,
todos estos misterios los hacen "ellos" o "ello"
y eso elimina la comprensión de la magia real.
¿Y cómo se puede comprender, cómo podemos hacerlo realmente a nuestro modo
en vez de tener que hacerlo a "su" modo?
Da la impresión de que el mundo entero lo gestiona una corporación gigantesca,
incluida la meteorología.
Pero en caso gestionamos nuestra propia corporación
según la tradición no teísta del budismo.
Accedemos a ella y la razón por la que tenemos...
por la que gestionamos la propia corporación es que tenemos manuales, sistemaas, técnicas
y direcciones que podemos lograr del maestro vajra.
Que realmente nos puede colocar en una situación muy difícil.
Si uno es tonto, si no es exuberante, si no es suficiente...
si no hace muchos esfuerzos y demás.
Eso es todo.
De la sesión de preguntas y respuestas:
P: Si se mantiene el cinismo hasta ese último extremo
parece que uno se podría dar cuenta que esta persona
en la que se pone toda esta confianza,
podría sser realmente otro de estos auto-engaños.
Y entonces uno podría hacerlo sólo por la sensación de que
"bueno, aunque fuera así, qué importa".
Es eso... no puedo verle a través de la cámara.
CTR: Creo que se trata de que funciona de las dos maneras realmente, en cierto sentido.
Que la opinión crítica y la entrega funcionan juntos al mismo tiempo,
no funcionan como enemigos.
Cuanta más información se recoge, más desarrollo se produce
aunque estas cosas resulten cuestionables al mismo tiempo.
Se produce una especie de danza entre el maestro y el discípulo, al alimón.
No se trata de que uno cierre una zona concreta
y ponga en marcha otra zona concreta.
Se trata de sincronizarlas.
Debe ser posible y no tiene que ser una situación en el que funcione sólo un extremo.
Uno se puede volver muy ingenuo
o simplmente convertirse en muy cínico sobre todo el asunto.
Uno sabe que puede soltarlo todo
pero, de algún modo, eso carece de equilibrio.
Tiene que funcionar al alimón.
P: ¿Como si fluctuara de un estado a otro?
CTR: Bueno, hay una sensación general de actitud cínica para empezar
y también una sensación general de apertura al mismo tiempo,
otra capa que se va añadiendo y funcionan juntos simultáneamente.
Al mismo tiempo uno es lo que tiene,
se entiende lo que ha recibido como un gran don, agradecido,
pero al mismo tiempo se cuestiona cómo se recibe, al mismo tiempo.
Kalapa Recordings y los Archivos Shambhala quieren dar las gracias a los cámaras, mexcladores de video y técnicos de sonido que realizaron la grabación original de este seminario.
Cámaras de video: Don Donaghy, Randy Sunday
Mezcla de video: Ruthie Astor, Peter Goldfarb
Técnicos de sonido: Bruce Wauchope, Wendy Nelson
Presentado el 24 de noviembre de 1975 a la sangha de Karma Dzong en Boulder (Colorado, EE.UU.)
Ha sido posible consservar el video original gracias al proyecto de recuperación de video de los Archivos Shambhala.
Producido por Shambhala Media.
Co-directoras: Emily Sell y Terry Rudderham
Editor de video: Gordon Kidd
Consulto de video: Carolyn Gimian
La cabina de edición digital de video ha sido posible gracias al Shambhala Trust.
Para información sobre los Archicvos Shambhala se puede entrar en www.archives. shambhala.org
Kalapa Recordings publica grabaciones de imagen y sonido del Venerable Chögyam Trungpa Rompoché, Sákyong Mipham Rimpoché y otros profesores de budismo y Shambhala.
Gordon Kidd, director técnico
Kalapa Recordings: una sección de Shambhala Media 3008 Oxford St., Suite 201, Halifax (Nueva Escocia) B3L 2W5 Canadá.
Visítenos en línea en http://www.shambhalamedia.org