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El Presidente: Durante el último par de semanas, he estado viajando por todo
el país y hablando con la gente acerca de mi plan para una
economía construida para que perdure.
Es un plan que se centra en la restauración de las cosas que siempre hemos
hecho de la mejor manera posible.
Nuestros puntos fuertes.
El sector energético estadounidense.
El sector energético estadounidense.
Las destrezas y la educación de los trabajadores estadounidenses.
Y lo más importante, los valores estadounidenses como la equidad
y la responsabilidad.
Sabemos lo que ocurrió cuando nos desviamos de esos valores
en la última década, sobre todo en lo que respecta a nuestro
mercado de la vivienda.
Los prestamistas vendieron préstamos a familias que no podían pagarlos.
Los bancos ofrecieron esas hipotecas en paquetes y las negociaron para obtener
ganancias ilegítimas.
Eso hizo subir los precios y creó una burbuja insostenible que
estalló - y dejó en condiciones pésimas a millones de familias que habían hecho
todo bien.
Fue un error.
La crisis de la vivienda ha sido por sí sola el mayor obstáculo en nuestra
recuperación de la recesión.
Ha mantenido a millones de familias endeudadas y sin poder hacer gastos,
y ha dejado sin trabajo a cientos de miles de trabajadores
de la construcción.
Pero hay algo aún más importante en juego.
He estado diciendo que este es un punto de inflexión para la
clase media.
Y la crisis de la vivienda afectó justamente lo que
significa ser de clase media en este país: ser propietario de una casa.
Criar a nuestros hijos.
Forjar nuestros sueños.
En este momento, hay más de 10 millones de propietarios de vivienda en este
país que, debido a la caída del precio de las viviendas por
motivos ajenos a su voluntad, deben más en sus hipotecas de lo que
valen sus viviendas.
Ahora bien, es erróneo sugerir que la única opción que
tienen los propietarios de vivienda responsables y en aprietos es sentarse y esperar
a que el mercado inmobiliario toque fondo.
Yo no acepto eso.
Ninguno de nosotros debería aceptarlo.
Es por eso que hace un par de años pusimos en marcha un plan que ha ayudado
a casi un millón de propietarios de vivienda responsables a refinanciar sus
hipotecas y a ahorrar un promedio de $300 en sus
pagos mensuales.
Ahora, yo seré el primero en admitir que no ayudó a tanta gente
como esperábamos.
Pero eso no significa que no debamos seguir intentándolo.
Es por eso que estoy enviando al Congreso un plan que les dará a todos
los propietarios de vivienda responsables la oportunidad de ahorrar alrededor de $3,000
al año en sus hipotecas mediante una refinanciación a
tasas históricamente bajas.
No más burocracia.
No más formularios interminables.
Y un pequeño cargo para las instituciones financieras más grandes
asegurará que éste no añada ni un centavo al déficit.
Quiero ser claro: este plan no va a ayudar a la gente que compró una
casa que no podían pagar y luego la abandonaron.
No va a ayudar a quienes compraron varias casas para
luego venderlas solamente.
Lo que este plan va a hacer es ayudar a millones de
propietarios de vivienda responsables que hacen sus pagos cada mes, pero que,
hasta ahora, no han podido refinanciar debido a que el valor de su casa seguía
bajando o a que se vieron abrumados por el exceso de trámites burocráticos.
Pero aquí está el truco.
Para poder reducir los pagos de la hipoteca de millones de
estadounidenses, es necesario que el Congreso actúe.
Ellos son los que tienen que aprobar este plan.
Y como cualquiera que haya escuchado las noticias en los últimos seis meses
les puede decir, lograr que el Congreso haga algo en estos días no
es un trabajo fácil.
Es por eso que voy a seguir presionando al Congreso para que haga
lo correcto.
Pero también necesito la ayuda de ustedes.
Necesito su voz.
Necesito que todos los que estén de acuerdo con este plan tomen el teléfono,
envíen un correo electrónico, envíen un tweet, visiten
y les recuerden a sus representantes en Washington para quién trabajan.
Díganles que aprueben este plan.
Díganles que ayuden a más familias a conservar sus hogares,
y a más vecindarios a mantenerse dinámicos e intactos.
La verdad es nuestro mercado de vivienda tardará
en reponerse.
Tomará tiempo para que nuestra economía se recupere por completo.
Pero hay medidas que podemos tomar, ahora mismo,
para que este país avance.
Eso es lo que me comprometo a hacer como su Presidente,
y espero que los miembros del Congreso se unan a mí.
Gracias y que disfruten del fin de semana.