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Todos los personajes y situaciones de esta historia son ficticios.
Dios, invocamos tu nombre, pidiendo día a día tu presencia en nuestras vidas.
Dios está dispuesto a oírnos. Él mismo lo dice en el Salmo 46
Aunque tiemblen las montañas y se turben los mares.
¿Sabes lo que significa eso?
Significa que nuestras vidas están compuestas
de cosas que para nosotros son seguras como montañas, firmes y eternas.
Y cuando esas cosas tan poderosas como montañas tiemblan, Dios está para sostenerte.
Yo no conozco tu vida, pero sé que hay momentos en que
pasas por problemas, pasas por dificultades y también por alegrías.
Alaba a Dios, búscalo, conversa con Él.
Cuando tus montañas tiemblen y se turben los mares,
no temas, porque Dios estará contigo.
En la oración, encuentro calma.
En la oración, encuentro paz.
Orar a Dios, hace bien a mi alma.
Hablar con Dios, me ayudará.
¿Estás feliz y quieres agradecer?
¿Quieres pedir por una cosa en la que no te va bien? Pide.
Hablar con Dios, que privilegio.
Abrir el alma al Creador.
Sentir que el Cielo está abierto,
Y oír la voz del Salvador.
Dios te oye, Él sabe quién eres y Él está dispuesto a extenderte su mano.
Grande es nuestro Dios
Y las obras que Él hace.
Su amor no tiene límites.
En su perdón encuentro paz.
Hablar con Dios yo necesito,
porque Él es fuente de poder.
Sólo la vida en Él tiene sentido
porque Él me da fuerzas para vivir.
Sucede que muchas veces, los seres humanos no nos detenemos
para recordar la manera como Dios nos ha guiado.
Grande es nuestro Dios
y las obras que Él hace.
Su amor no tiene límites.
En su perdón encuentro paz.
Ven aquí al frente, porque hay esperanza en Dios.
Grande es nuestro Dios
y las obras que Él hace.
Su amor no tiene límites.
En su perdón encuentro paz.
Dios, es un milagro tener de nuevo a mi madre a mi lado totalmente recuperada. Te lo agradezco mucho Señor.
¡Jesús querido! ¡El Señor nos concedió el mayor presente que podríamos recibir, un hijo!
Mi Dios, ¡desempleado! Y ahora, ¿Qué va a suceder conmigo? ¿Qué va a ser de mí mi Dios?
¡Señor! Un trabajo, así tan rápido. ¡Yo no sé cómo agradecerte!
Estoy tan sola Señor. ¿Por qué ahora me abandonó Señor?
Querido Jesús, guía los pasos de mi hijita. Ella es lo más precioso que tengo en esta vida.
¿Jesús, por qué mis padres se tienen que separar? ¿Señor, dónde estás en medio de todo esto?
Querido Dios, muchas gracias por tu cuidado en esta nueva etapa de mi vida.
Cuida de mis padres que quedaron muy lejos de mí.
Conforta al afligido. Solo tú eres capaz fortalecer Señor.
Conforta a la familia de Pedro, en este momento de luto.
Padre amado, pongo nuestra boda en tus manos santas. Ven a ser el centro de nuestra unión.
Jesús, son tantas las bendiciones que no sé por dónde comenzar Señor.
¡Qué bueno es poder compartir contigo mis alegrías Padre.
Querido Jesús, acompaña a mi hermano en aquel cuarto frio, que se haga tu santa voluntad.
Orar a Dios, hace bien a mi alma.
Hablar con Dios, me ayudará.
AMÉN