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Eh, buenas tardes Padre,
¡Buenas tardes!
Pasado mañana
me voy de viaje a Tierra Santa.
Nos podría dar un consejo de
cómo rezar y hacer la oración con el Evangelio?
Sí. Me parece estupendo que leas el Evangelio
porque es la Palabra de Dios.
Dios no pasa.
Dios es el de siempre desde la eternidad,
antes de la creación ya existía Dios.
Dios no tiene principio ni tendrá fin.
Pero ese Dios ha querido ponerse
al alcance de las criaturas
para que dialogemos con Él.
Y por eso no solamente ha creado el mundo
y ha dado la posibilidad
de que utilicemos el mundo para llegarnos a Él
sino que además ha querido tomar nuestra naturaleza,
la naturaleza humana
y ha recorrido los caminos de Palestina,
ha querido quedarse en una tierra pequeña
pero qué eficancia la suya
porque de esa tierra pequeña ya lo veis:
¡Católicos en todo el mundo!
Porque ese Cristo en esa tierra pequeña
ha sabido inmolarse y gastarse,
y te sugiero que con frecuencia
leas el Evangelio pero como decía San Josemaría:
no lo solamente, vívelo.
Y después que te metas en los personajes
del Evangelio y concretamente María.
María la mujer de fe,
una mujer que con solamente su presencia remueve.
Pues trata a los personajes
y dile al Señor
que quieres responder como respondió la Virgen,
que quieres responder
como respondieron aquellas santas mujeres,
y que quieres responder como hicieron aquellos apóstoles.
Háblale de tu vida.
Compárala con la de la Virgen.
No te asustes porque no podemos llegar
a tener esa fidelidad que tuvo ella
pero sí podemos seguir sus pasos
y dar nuestra vida la trascendencia,
la importancia de una mujer
que sabe estar cerca de Dios. ¿De acuerdo?