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El movimiento 15M ha sido la explosión espontánea
de todo lo que en la sociedad está latente
de inconformismo, de indignación,
de que las instituciones no funcionan como debieran
y sobre todo del cansancio de muchas gentes en que
precisamente esa falta de compromiso
por parte de quienes tienen la obligación en el servicio público
de dar respuestas y de ser coherentes
y tener convicciones no las tiene.
Para mi es esa explosión espontánea y por tanto
hay que asumirla, hay que canalizarla
y hay que proyectarla para que se convierta
en una fuerza permanente.
Depende del ámbito, quizás en lo que yo conozco,
en aquello que es más mío,
por mi profesión y por mi experiencia
desde luego lanzaría una propuesta,
porque la justicia se convirtiera en un mecanismo
de defensa real de los intereses de los ciudadanos,
que se implementaran mecanismos para agilizarla,
para aproximarla al ciudadano,
para que los jueces rindieran cuentas y fueran responsables
también ante los ciudadanos,
para que se instauren mecanismos de pureza y de limpieza
que eviten cualquier proceso
o cualquier forma de corrupción
y, por supuesto en el ámbito politico
exigiría que los políticos
respondan realmente a aquello que se comprometen,
que hubiera unas elecciones directas
en las que cada uno responda ante el ciudadano
y lo haga cara a cara
Es decir, ya para mí creo que
está pasado el modelo de que
se ejerza la política desde los estrados solamente
y hay que popularizarla mucho más.
Me indigna la indiferencia,
me indigna la falta de responsabilidad,
la falta de compromiso, en muchas gentes
que deberían de sentir lo público,
de luchar por las convicciones,
por unos valores que son los que nos dan sentido como pueblo,
es decir, no pelear por lo tuyo sino
hacer defensa de lo ajeno, de lo otro.
Eso es, esa falta de respuesta
y esa falta de pulso y falta de rebeldía
es lo que me preocupa.
Y me preocupa que haya temas como por ejemplo
el de la justicia, o el de la justicia universal
que no llamen la atención a una ciudad,
a unos ciudadanos en los que realmente
faltan muchas dosis de justicia.
Bueno, el mensaje sería que
la fuerza de las razones que mueven este movimiento
es ponerlas en marcha
y tratar de transmitirlas a todos y cada uno de los ciudadanos
y que este movimiento tiene que evolucionar,
tiene que dinamizarse
y no solamente quedarse en esa acción de protesta
porque si no, la energía, la vitalidad se pierde.