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Para mí, he visto tres grandes prioridades. Estamos en este foro, en primer
lugar, por invitación de la organizadora Paula, del Ministerio del Desarrollo
Social Estamos representando al foro nacional en este ámbito, es decir, a la sociedad
Civil y lo que hemos visto del posicionamiento que Brasil quiere dar para esta conferencia
son esencialmente dos cosas: en primer lugar, una participación bastante activa de la sociedad
civil en el debate y creo que esa ha sido una marca de los eventos internacionales organizados
en Brasil y que una vez más se repite en este foro.
Eso es algo bastante innovador y, diría yo, incluso propicio porque si ven ustedes el
modelo de las conferencias anteriores, ellas tenían el modelo tripartito de la OIT el
representante del empleador, el representante del trabajador y el representante del gobierno.
Sin embargo, no incluía a la sociedad civil. Entonces, yo creo que estamos dando un paso
en esta agenda, un paso bastante importante. Por otro lado, hablando con Paula y con los
representantes del Ministerio del Desarrollo Social, hemos percibido un deseo muy grande
de dar visibilidad a lo que se hace en la práctica.
Entonces, no es una conferencia deliberativa. Es una conferencia que pone de manifiesto,
resalta la práctica real, es decir, qué están haciendo los 190 países que aceptaron
la invitación y estarán participando en los debates y cómo un país puede inspirar
a los demás, qué tipo de ideas, de perspectivas y de actuaciones innovadoras estos países
pueden llevar de vuelta y qué podemos aprender aquí de ellos para garantizar que de hecho
los acuerdos globales que han sido firmados, los pactos de la OIT se cumplan dentro del
plazo que se han establecido En la perspectiva de la fundación creo que el resultado más
concreto que esperamos es que este tema salga de la invisibilidad. Me gustaría, a nivel
personal como presidenta de la fundación y como ciudadana brasileña, me gustaría
ver este tema tan debatido, tan discutido, tan pautado, tan referenciado como fue la
Rio+20. Creo que si logramos eso, habremos dado un paso gigantesco.
La cuestión ambiental está mucho más presente al día de hoy en la pauta que la cuestión
de los derechos y, fundamentalmente, de nuestros niños y niñas y de nuestros jóvenes.
Creo que esta asimetría necesita ser de alguna forma repensada y creo que el hecho de que
Brasil traiga para acá tantas delegaciones internacionales para debatir este tema
es una oportunidad única. Entonces, invitamos a la prensa, a los medios, a las múltiples
formas de comunicación que tenemos, a las redes sociales, a las personas involucradas
vamos a sacar ese tema de la invisibilidad a la que ha sido condenado
Cuando Brasil diga al unísono "el lugar de niños y niñas es la escuela, lugar de los
niños y niñas no es en el trabajo" vamos haber logrado una de las mayores revoluciones,
vamos haber resignificado la pobreza y vamos haber entendido que segregar socialmente es
algo que viene condenando a ese país y que necesita ser completamente revisto. En Brasil
tenemos una enorme riqueza de personas con mucho talento que no pueden salir de donde
están porque viven una condena, muchas veces en su propia cabeza, condicionada por una
cultura que mantiene el lugar:
"Naciste pobre, vas a morir pobre". Esta condena viene antes mismo de su percepción como un
ser de potencia, de talento. Nosotros no nos lo merecemos. Necesitamos cambiar esto. Para
mí la frase es "Niños y niñas en la escuela. Esto es lo que va a cambiar este país"