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Quisiera darles la bienvenida a todos. Sé que algunos más van a estar llegando, y estamos
muy contentos por tener este seminario de historia de lo que es el presbiterianismo.
En un momento hablamos de comenzar con John Knox en Escocia hasta ahora. ¡Es una gran
gama de historia! Obviamente esa primera parte va a ser muy somera. Aquí don Juan Wehrli
estará presentándonos esto como él lo ha preparado.
Quisiera decir un poco quién es este caballero. Yo sé que aquí no lo conocemos, pero es
un gran honor tenerlo en medio nuestro y de poder escuchar lo que Dios ha puesto en su
corazón y que ha estado trabajando por tantos años en desarrollar esto. Juan Wehrli es
miembro de la Unidad Jurídica de la Secretaría General de Gobierno. Él también ha sido
30 años anciano gobernante o presbítero en la Iglesia Presbiteriana de Chile. Actualmente
es pastor de la iglesia luterana Espíritu Santo en La Unión. Es Decano fundador de
la Academia de Historia de Reflexión Reformada. Es asesor histórico del COE (Comité de Organizaciones Evangélicas).
Es Capellán Evangélico de la YMCA. Es egresado de la Academia Superior
de Ciencias Poliíticas y Estratégicas de la Defensa Nacional. Es Licenciado en Historia
de la Universidad de Chile y, lo más importante, es que es casado y padre de dos hijos y abuelo
de una nieta. Así que, le damos la bienvenida a Juan Wehrli a esta, su iglesia.
Que Dios le bendiga.
Antes de darle la palabra, ¿por qué no oramos? Oh Dios, te damos gracias por esta oportunidad
que tú nos das de conocer lo que tú has hecho a través de la historia. Hay aspectos
que son dolorosos, que son vergonzosos en la historia de iglesia. Pero también ahí
vemos a grandes mártires, a grandes hombres y mujeres de fe que nos inspiran y que nos
han llevado, a través de tu mano, a este momento de poder tener nosotros un testimonio
para ti. Y te pedimos, oh Dios, que podamos crecer a través de este seminario. Crecer
a través de este hermano que nos trae tanta información que no tenemos y que debemos
conocer. Guíanos, te pedimos, como tu iglesia, a tener la tenacidad, convicción, la fortaleza
de nuestros predecesores. Te lo pedimos y te damos gracias en nombre de Cristo. Amén.
Bien. Muy buenos días, queridas hermanas, queridos hermanos. Yo agradezco esta invitación
de la iglesia presbiteriana acá de Las Condes. Hacía muchos años que no compartía con
mi hermano en estas jornadas de trabajo. En una época -él no lo dijo, pero- en una época
trabajamos juntos en la capacitación y en la enseñanza. Fue una época brillante, hermosa.
Muchos jóvenes pastores egresaron de nuestras aulas, y hoy día están sirviendo al Señor
en distintos campos. Hablar del presbiterianismo y hablar de una figura señera en la cual
yo voy a centrar la historia del presbiterianismo, es para mí una cosa muy significativa, ya
que mis raíces cristianas evangélicas son presbiterianas. Yo conocí el Evangelio en
la Iglesia Presbiteriana de Chile, particularmente en la iglesia conocida como El Redentor. Y
durante toda mi formación, mi pastor y mentor fue don Rodolfo Vergara Ayares, un hombre
que fue un verdadero líder en la formación de muchos jóvenes de la época y también
aquel que despertó en mí la pasión por la historia.
Recuerdo como una anécdota muy significativa, el hecho de que este pastor, Rodolfo Vergara,
acostumbraba a, en estos días, precisamente en esta época, en estos días previos al
31
de Octubre,