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RABIA
CLÍNICA KELOID
Creo que esos tipos son legales.
El banco les ha investigado,
y quieren llegar hasta el final.
Crear una red de franquicias...
de clínicas de cirugía plástica es una magnífica idea.
Los bancos te apoyan si todo va bien.
Pero al primer problema con el colegio de médicos,
al primer escándalo profesional, el banco nos dejará colgados.
Eso no es lo que te preocupa, Dan.
Se te nota en la voz.
Ya lo saben.
No quiero ser el Coronel Sanders de la cirugía.
Si es estupendo.
- Nos hemos pasado. - No, recuerdo esa granja.
No, la granja está después de la carretera doce...
y debíamos girar en la once.
No recuerdo esa granja.
No nos hemos pasado, la recuerdo bien.
Si paras un poco a mirar el mapa, te lo demostraré.
¡Está bien!
Ustedes tienen razón.
Demos la vuelta.
¡Maldita sea!
¡Maldita furgoneta!
¡Dios mío!
¡Madre mía!
¡Lloyd!
¡Dios mío!
¡Una moto ha estallado en aquel campo!
- Hay alguien atrapado debajo. - Avisaré dentro.
¡Dr. Keloid!
¿Qué pasa?
Ha habido un accidente aquí cerca.
- ¿Acudo con una ambulancia? - Sí.
¿Qué debo hacer?
No puedo rechazar esa inversión.
- ¿Steve, sigues ahí? - Sí.
Te acompaño, espérame en la puerta.
- Debemos decidir muchas cosas. - Haganlo ustedes.
Luego, conversamos.
A mí no me mires, tú te casaste con él.
¡Vuelve!
¡Ten cuidado, Bob!
¡Que el niño no se acerque!
¡La sirena, vamos!
Uno está bajo la moto.
¡Dios mío!
- ¿Sangra mucho? - Sí.
Él tiene la mano rota y el hombro fracturado.
Ella necesita una intervención inmediata.
No tenemos elección.
- ¿Qué tal la tensión arterial? - Estable.
No llegaría viva al hospital más cercano.
Debemos actuar.
Escucha.
Les traen aquí.
Será grave.
¡Dios mío!
¡Deprisa!
Démonos prisa.
El chico tiene la mano rota y el hombro fracturado.
- Dale Demerol. - De acuerdo.
Vamos al quirófano.
- ¿Está listo el Dr. Karl? - Sí.
- ¿Qué pasa? - Ha habido un accidente.
Podrían cubrirla con una sábana.
- No estoy de acuerdo. - No la has visto.
No es necesario.
Nunca usamos injertos neutros por dentro.
Podríamos causarle un cáncer.
La controlaremos.
No tiene nada que perder.
¿Cuándo podré ver a Rose?
Aún no.
¿Por qué?
¡Dios mío!
¿No la habré matado?
No está muerta.
Ya conocen las técnicas de injertos de piel.
Pero hoy haremos algo inusual, se los iré explicando.
Extraeremos el material total a injertar...
...de los muslos de la paciente de forma habitual.
Pero antes de aplicárselo...
...a las partes dañadas del abdomen, etc,
lo trataremos para que sea morfogenéticamente neutro.
Será un injerto neutro.
Cuando se trate la piel del muslo...
...dejará de ser piel y tejido propio del muslo.
Por ejemplo,
...si lo injertáramos en una mejilla,
...dejaría de ser piel del muslo...
...y se desarrollaría como tejido facial.
Es decir, el tejido neutro tiene la misma capacidad...
...que el tejido de un embrión...
...para formar cualquier parte del cuerpo.
Puede que se formen carcinomas...
...al injertar tejidos neutros internamente.
Usaremos una técnica de cirugía plástica radical...
...pues no tenemos instrumental avanzado.
¿Trataremos aquí el tejido?
No, lo congelaremos y lo enviaremos al Instituto Sperling.
La tendremos lista para operar cuando nos lo devuelvan.
Será duro, pero es inevitable.
Un mes después...
CUIDADOS INTENSIVOS
Sigue en estado de shock.
Aún no podemos trasladarla.
Pero los injertos van bien.
Los hemos controlado electrónicamente,
...y está creciendo tejido nuevo en la cavidad abdominal.
El casco evitó posibles daños cerebrales,
...pero hasta que despierte...
- Ni eso sabe. - Los milagros no existen.
He hecho lo posible.
Puedes venir a verla cuando quieras.
Confía en mí.
Yo mismo te llamaré...
...en cuanto parezca que recobra el conocimiento.
No creí que te recuperarías en un mes.
- ¿Qué tal la mano? - Bien, creo.
Hoy me quitarán los vendajes, y entonces ya veremos.
Llevaré el clavo del hombro otro mes.
Sólo me molesta si hay humedad.
Cuando me arreglé las orejas también me ocurría eso.
- Hay que acostumbrarse. - Sí, supongo.
¡Hola!
- ¿Qué tal? - Bien.
- ¿Sigues en ello? - Esta vez los ojos.
- ¡Genial! - Bien.
- Vamos, me esperan los inversores. - Adiós.
¿Cómo la descargarás?
Yo tengo mal la espalda.
¿Te harás un cenicero con ella?
¡Rosie!
¡Rosie, tranquila!
El suero te mantiene viva.
¿Qué haces, Hart?
¿Qué...?
No soy Hart.
Está esperándote en Montreal.
Soy Lloyd, un amigo.
- ¿Hart? - Está esperándote en Montreal.
Debía de estar soñando.
No lo creo.
Hart y tú tuvieron un accidente.
- ¿Un accidente? - Sí.
- Sangras, llamaré al Dr. Keloid. - No te vayas, estoy bien.
Tengo frío.
¡Dame calor!
¡Abrázame!
Por favor.
Tengo frío.
¡Qué bien!
- No sabes ni dónde estás, ¿eh? - ¡Dios mío!
Esto es muy raro.
¿Sabes...?
Me he cortado.
¿Llevas un cuchillo?
¿Sí?
¿Quién es?
- ¡Dios mío! - Ayúdeme.
¿Qué le ha pasado?
No sé, no recuerdo nada.
¿Eres sonámbulo?
Te habrás golpeado fuera yendo dormido.
No creo, nunca me ha pasado.
Trae algodón y algunas gasas.
La herida aún sangra.
- Debemos inyectarle coagulantes. - Enseguida.
¿Te duele?
No siento nada.
¿Nada?
No siento el lado derecho.
Sólo un hormigueo desagradable.
Dr. Keloid.
Maxim quiere verle.
- ¿Ahora? - Es urgente, le espera fuera.
Está bien.
Escucha.
Habrá sufrido una embolia, debemos trasladarle.
Pero antes, extráele sangre de la herida para analizarla.
Que Steve le lleve a la ciudad.
Y que se lleve mucho plasma.
Olvida los coagulantes hasta que le hagan un electrocardiograma.
Bien.
¿Qué pasa?
Fuera no he encontrado nada...
...con lo que el Sr. Walsh se haya podido herir.
Luego, Rita ha llamado.
No toque nada.
La policía querrá examinarlo todo.
¿La policía?
El Sr. Walsh ha intentado abusar de ella...
...mientras estaba en coma.
No sería el primer caso.
Estaría borracho.
Los injertos van muy bien.
¿Judy Glasberg?
¿Has vuelto?
Papá quiere que me vuelva a operar la nariz.
Le digo que es como la suya...
...y por eso quiere que me la opere.
- ¿Qué es eso? - Me asusta descubrirlo.
¡Alto ahí!
¿Qué tenemos aquí?
¡Hola, bombón!
¿Qué bebes?
¿Te has resguardado del frío?
Tengo algo que puedes beber y no es whisky.
Cariño.
Llevas sangre en la boca.
¿Te gusto?
Yo diría que sí.
¡Vamos!
¡Deprisa!
¿Adónde vas?
No puedes irte.
Ignoran por qué sigues sangrando.
Ya casi no sangro.
- No hay problema. - ¿No?
- ¿Qué tal el brazo? - Bien.
Ok.
Si viene la enfermera, le diré que estás en el baño.
Genial.
Cuídate.
Y tú.
A Camelford, ya le indicaré luego.
Creí que todos dormían.
¿Puedo meterme?
Llevo tanto en cama que me duele todo el cuerpo.
Qué bien que estés aquí.
Será mejor que salga.
- Me estoy arrugando. - Espera, ¿cómo te llamas?
Judy Glasberg.
Le dije que su mujer le dominaba.
¿Se encuentra bien?
¿Se marea?
¿Paro en el arcén?
- ¿Diga? - ¡Hart!
Escucha.
Tengo un grave problema, ayúdame.
Rose, ¿eres tú?
¿Dónde estás?
¿Estás bien?
- ¿Me oyes? - Sí, Rosie.
Date prisa, debes venir a buscarme enseguida.
¡Rose!
¿Qué te pasa?
Tranquila.
¿Qué pasa?
¿Cuál era el número de allí?
Será mejor que venga, doctor.
Creo que...
...debería hablar con ella a solas.
Bien.
Rose, soy el Dr. Keloid.
Dan Keloid.
Quiero ayudarte.
Tranquila.
Tranquila.
Sólo vamos a hablar de cómo te encuentras, ¿de acuerdo?
Bien.
Primero, comprobaré los injertos.
¡No!
¿Qué pasa, te duele?
Háblame.
- Sólo así sabré qué te pasa. - ¡Soy horrible!
¡Estoy loca, soy un monstruo!
Tranquila.
Si sabemos qué pasa, lo solucionaremos.
Ya basta de juegos y haz lo que te digo.
¿Ya está?
Muy bien.
Mira, el Sr. Patata quiere a la Srta. Ketchup.
¡Increíble!
Disculpa.
¿Diga? ¿Sabe qué hora es?
Murray, siento mucho molestarte ahora,
pero me estoy volviendo loco.
Tranquilo, estaba despierto con el bebé.
- ¿Qué pasa? - Me han llamado de la clínica.
- ¿Quién? - Rose.
- ¿Quién? - ¡Rose!
Se supone que está en coma.
Me ha dicho que tiene problemas...
y quiere que vaya a buscarla ahora mismo.
Escucha, estará asustada y confundida.
¿Has llamado a Danny a la clínica?
Saltaba el contestador.
He dejado un mensaje.
Está bien.
Escúchame.
Le llamaré a su número privado...
y le diré que Rose está despierta y llamando por teléfono.
Te recogeré en una hora para llevarte a la clínica, ¿vale?
De acuerdo.
- Muchas gracias. - De nada, hasta ahora.
¿Te duele?
No, no me duele.
¿Sabes cuánto llevas consciente?
Dos días.
¿Te sientes débil?
Me siento fuerte, muy fuerte.
¿Por qué no has dejado a Rita ponerte el suero?
No lo necesito, me da náuseas.
No lo entiendo.
- Es tu única fuente de alimento. - No.
No lo es hace dos días.
- Desde que ese hombre... - ¿Cuál?
¿De qué estás hablando?
Ahora lo verá.
- Medio pollo para llevar. - Marchando.
Medio pollo para llevar.
¿Quiere algo más?
Señor, ¿sabe que está sangrando?
No es nada.
- ¿Tuvo una mala noche? - No me acuerdo bien.
Toma, Sam.
Eso es mío.
Digo que eso es mío.
¡Debo comer, debo comer!
¡No pego a nadie con gafas!
¡Tranquilo!
¿Estás bien para operar?
¿Lo hacemos Louise y yo?
Estoy bien.
Pareces aturdido.
¿Te has cortado?
No, estoy bien.
Escalpelo.
Gasas.
¿Quieres que acabe de suturar?
Dame algo para cortar.
- ¿Quieres las tijeras ahora? - Sí, las tijeras, ahora.
Tijeras.
¡Maldición!
¿Está loco?
¡Rita, ha enloquecido!
Los está matando a todos.
Debemos hacer algo.
- Tranquila. - ¡Ven!
¡Deprisa!
El hombre de 43 años,
Fred Atkins, de Camelford, enloqueció...
durante una riña por un pedido y mordió a la camarera.
Fue reducido por un camionero y el cocinero,
y al poco murió por causas desconocidas.
Se cree que puede tratarse de rabia...
y han vacunado a los implicados.
Ahora, tras una breve pausa...
Ese es el lugar del que hablan.
¿Paramos a comer?
No, gracias.
- ¿Qué pasa ahí? - ¿Qué?
Está lleno de policías.
Sí.
¡Dios mío, no!
- ¿Qué? - Debe de ser por Rose.
- Le ha pasado algo. - Tranquilo.
Debe de ser por otra cosa.
¡Murray, vamos!
¡Tranquilo, Hart!
Bill, ¿qué pasa?
- ¿Y Keloid? - Por fin has llegado.
¡Qué pesadilla!
Busco a mi novia.
Está aquí ingresada.
Pero ahora nadie sabe dónde está.
Abajo hay una joven, ¿quiere verla?
- ¿Se llama Rose? - No se lo hemos preguntado.
Vamos.
Di al jefe que estoy abajo, no tardo.
- ¿Es el socio del Dr. Keloid? - Sí, así es.
Acompáñeme.
- ¿Vienes? - No, ve tú.
Yo no puedo, ya lo he visto.
¡Sr. Cypher, vamos!
Ha mordido a dos policías.
La vacuna de la rabia duele tanto...
...que me arriesgaré a contagiarme.
¿Qué tal está?
Dice que le ha mordido.
- ¿El qué? - Eso.
- ¿Qué? - Eche un vistazo.
¿Confirma que se trata del Dr. Daniel Keloid?
Venga, acérquese más.
¿Es Rose?
No.
No es Rose.
Rose, ¿quieres un poco?
Es de carne, está rico.
Le daré un mordisco.
¿Seguro?
¡Delicioso!
¡Tranquila!
No pienso volver a comer eso.
Échalo todo.
Ya está.
Te ayudo a subir.
Luego, te tomarás una sopa.
¿Se encuentra bien?
¡Oiga!
¿Qué?
¡Vaya!
Me habré quedado dormido.
Estaba conduciendo y...
Bien hecho.
Muchos camioneros toman pastillas para aguantar.
Gracias.
Otra vez, pare en un sitio menos estrecho.
Sí, gracias y perdone.
Que tenga un buen día.
¡Hola!
- ¿Adónde vas? - A Montreal.
- Yo también. - ¡Genial!
Por fin volveré a casa.
Claude Lapointe, Departamento de Sanidad.
¿Qué pasa?
Disculpe, si entra, deberá quedarse.
La comisaría está en cuarentena.
Puede haber una epidemia.
¿Mindy?
¿Qué tal?
Bien.
Escucha.
Quizás Rose contacte contigo.
¿Te ha llamado?
¿Va para allí?
- No, estoy bien. - Debe soplar.
¡Qué bobada!
Lo que está pasando aquí es una locura.
Cuando llegue allí, dile que debo quedarme...
en la comisaría de Camelford al menos 48 horas.
Pero convéncela para que me espere allí.
Está bien.
Adiós.
¿Y Eddy?
Lleva el primer camión y no le encuentro.
Está detrás, con muy mala cara.
- ¡Si él siempre tiene buena cara! - Tenía náuseas.
¡Esto no es una guardería!
¡Eddy!
Eddy, ¿estás ahí?
No puedes fiarte de los camioneros.
Las autoridades oficiales consideran...
este brote de rabia el peor del siglo.
En Camelford, hablamos...
con el Sr. Lapointe, del Departamento de Sanidad.
No se trata de la peste porcina o algo así.
Ya ha habido varios muertos sólo en esta zona tan reducida,
y el problema es que ignoramos la causa.
Entonces, ¿no se trata de rabia?
No he dicho eso,
pero debe de ser una clase nueva de rabia,
porque ninguna organización médica conoce los síntomas.
¿Cuáles son?
El periodo de incubación es muy breve,
de seis a ocho horas como mucho.
Es mucho más breve que el de la rabia común.
Las víctimas empiezan a sudar,
a temblar y a echar espuma.
Eso no es raro.
Lo raro es...
que la víctima de esta nueva enfermedad se vuelve agresiva...
y quiere morder a alguien más.
A esta fase agresiva le sigue el coma,
y luego, la muerte.
Es muy extraño.
¿Qué consejo puede darnos?
La enfermedad se propaga...
a través de la saliva de la víctima.
Se filtra por las heridas y cortes y causa el contagio inmediato.
¿Entonces?
No dejen que nadie les muerda.
Si les muerden,
que un médico les ponga la vacuna de la rabia.
Antes de entrar en directo,
hablaba de la peste negra de Londres.
Sorpresa, estoy viva.
¿Tienes algo que pueda leer?
Me estoy volviendo loco.
Esto está bien si sabes interpretarlo.
En serio.
Ya no puedo pensar.
No me concentro.
¡Caray!
Es increíble que hayan muerto.
George, ¿no entiendes lo que te digo?
¡Atrás!
Pon las manos en la cabeza.
A la celda.
Voy a entrar.
Le han puesto la vacuna.
Le han mordido en la clínica,
y fue el primero en vacunarse.
No le ha servido de nada.
¿Adónde vas?
Voy a salir.
¡Qué tonta soy!
No he sido buena anfitriona.
Quédate, en la nevera tendré con que tentarte.
No, no es eso.
Necesito aire fresco.
Para mí es emocionante salir.
- Te acompaño. - No, quédate a acabar la colada.
- No tardaré. - Está bien.
Si te mareas, llámame.
Sí, lo haré.
Tranquila.
"MODELOS PARA EL PLACER"
- Ha sido bonito. - Sí.
Mi primera experiencia fue como un mal viaje.
- Decepcionante. - Les pasa a muchas jóvenes.
Yo me lo tomo en serio.
Ya lo veo.
Por ti soy libre.
Mi sueño es realidad,
y la realidad, un sueño.
Adoro estar contigo.
¡Ojalá no se acabara!
¡Despierta!
Debo de estar soñando, no quiero despertar.
No estás soñando, mira.
Ha sido sin querer.
- ¿Tienes a quién llamar? - ¿Por qué lo dices?
Perdón por existir.
¿No lo has hecho apropósito?
No, al quitarme el abrigo te he rozado sin querer.
Perdona.
En estos cines, los hombres siempre me incomodan.
Estaré paranoica.
Escucha.
Si me siento a tu lado,
...creerán que estamos juntos y podrás verla en paz.
Sólo pido palomitas a cambio.
Está bien, ven.
Ven.
Qué previsible eres, pobrecilla.
¡Es que esas palabras!
- ¿Te asustan? - Me impresionan.
¿Aun después de la fiesta?
- Hasta ahora. - Está bien.
¿Podemos quedar?
- Quiero estar contigo. - ¿De veras?
- Depende de ti. - Me encantaría.
Bien, te invito a una copa.
No acabaré hasta después de las 8.
Da igual.
De acuerdo.
Au revoir.
Querría estar en otro lugar.
Y yo también.
Soñando, compartiendo el silencio.
Adoro cómo hablas.
A algunos no les gusta nada.
A mí sí.
Soy ingenua, pero soy así.
Me encanta este horizonte.
Es sorprendente.
"FIESTAS DE INTERCAMBIO" Y "MODELOS PARA EL PLACER"
Si decidiera tener relaciones antes de casarme,
haría lo mismo que tú.
Normal.
Nos educan con hipocresía.
¿Qué es lo que buscamos todos?
Es sencillo: La felicidad.
Me voy.
Hay café en el fogón.
Apágalo si sales.
Sí, adiós.
Deséame suerte.
¿Estás bien?
Me cepillo los dientes.
Adiós.
Buena suerte.
Gracias.
¡Hasta luego!
Disculpe, pero el alcalde debería tomarse...
más en serio esta epidemia.
La ciudad es compleja, requiere atención continua.
El alcalde le escuchará, pero no es usted el único.
- ¿Por qué paramos? - No puedo pasar con ese camión.
¿Y no hay nadie?
- Da la vuelta. - Viene alguien.
Pregunta por qué bloquean el paso.
- Cuidado, pueden ser huelguistas. - Sí.
¡Están enfermos!
Hablamos con el director de la OMS,
que llevará la coordinación con el Departamento Sanitario Europeo.
Dr. Gentry, ¿cree que la ley marcial es necesaria?
No me cabe ninguna duda...
de que ahora es necesaria en Montreal.
Es indispensable.
Queda claro que esta enfermedad no es la rabia,
aunque tiene que ver con el virus de la rabia.
A las víctimas no se les puede dar ayuda médica...
cuando ya han pasado a la fase agresiva.
Entonces, si esta gente ha contraído la enfermedad...
Seré muy claro, aunque resulte desagradable...
para sus espectadores.
Disparar a las víctimas es lo mejor que podemos hacer.
Si las encerramos,
entran en coma y mueren poco después.
Hay una vacuna que funciona como prevención,
pero para los que ya están infectados...
- Vámonos, Rose me espera. - ¡Ya voy, hombre!
Esto es muy grave.
A quienes se vacunen,
se les dará una tarjeta de identidad.
No salgan de sus casas si no es necesario.
Y si salen, lleven su tarjeta de vacunación,
pues la policía o el ejército se la pueden pedir.
- ¿Llevas la llave? - Sí.
No bajen las ventanas y cierren las puertas.
No es por el virus, sino por todos esos locos.
- Cuídense. - Gracias.
Adiós.
Hay sitio.
Hola.
¿Puedo sentarme?
Sí, claro.
La Navidad es bonita.
¿Fumas?
¿Un cigarrillo?
¿Quieres uno?
¿Tienes fuego?
¿Un encendedor?
Voy a pedir fuego.
No tardo.
¿Tiene fuego?
¡Alto o disparo!
¡Alto!
¡Apártense!
¡Alto!
¡Señor!
¿Rose?
¿Estás aquí?
Me ha pasado algo increíble.
¡Qué locura!
¿Has salido?
¿Te has vacunado?
No puedo salir.
¡No puedo!
¿Qué pasa?
¿Qué te pasa?
¡Pobrecilla!
No te preocupes.
Yo voy a cuidar de ti.
Las autoridades sanitarias ya han calificado la crisis como epidemia.
El Primer Ministro no quería declarar el estado de emergencia,
pero en Montreal la ley marcial ya ha llegado.
No lleva su tarjeta.
Quédese ahí, por favor.
Hay un dispensario a tres minutos de aquí.
Allí la vacunarán.
Gracias.
Sin su tarjeta, no puede pasar, quédese ahí.
¡Detenle!
Vuelva atrás.
- No puede pasar. - Déjele en paz.
- No hay derecho. - Circule.
¿Cuánto estaremos aquí?
Esto es increíble.
Parece la guerra.
Oye, primero quiero pasar por casa.
Quiero saber si todo va bien allí.
Luego, te dejaré el coche,
y ve a buscar a Rose.
Bien.
Oye...
- Llámame cuando llegues. - Sí.
Sería buena idea que trajeras a Rosie,
hasta que pase todo.
De acuerdo.
- Escucha. - ¿Sí?
Gracias por el coche.
- Evita que entren en él. - Bien.
- Hasta pronto. - Te llamaré.
¿Cele?
¡Ya he llegado!
¿Cariño?
¡Estoy aquí!
¿Cecile?
¿Cariño?
¿Cielo?
¿Cele?
¿Cariño?
Ya estoy en casa.
¿Cele?
¿Cariño?
¡Dios mío!
¡Muerto!
Eso es.
Duerme lo que necesites.
No pienses en nada.
Deja la mente en blanco.
Tras usar procedimientos de detección y aplicarlos a un mapa,
vemos que la enfermedad tiene un origen concreto.
¿Cuál es?
La Clínica Keloid de cirugía estética cerca de Camelford.
Vemos que se extiende desde allí,
y aumenta en proporción geométrica.
Esto, junto con datos estadísticos, indica...
que es muy probable que haya un factor especial...
en la propagación de la enfermedad.
¿Un portador?
No quiero provocar una caza de brujas, pero sí.
Sería alguien que incuba la enfermedad y la transmite,
pero que es inmune a ella.
¿Y qué hacían en esa clínica?
¡Otro!
¡No!
¡Rose, no salgas!
Es peligroso.
No quiero que seas tú.
Debo ser yo.
Soy tu mejor amiga.
Yo te cuidaré.
¡Me duele todo!
¡Me duele por dentro!
Lo que necesitas es un baño caliente.
Te relajará y te calmará los dolores.
No es culpa mía.
Eres tú.
- Eres tú desde el principio. - ¿Qué dices?
Eres la portadora, has matado a cientos de personas.
No sabes lo que dices.
Sigo siendo yo.
- Soy Rose. - ¡No, tú no eres Rose!
¿Qué te hicieron en la clínica? ¿En qué te han convertido?
Necesito sangre.
Sólo puedo comer eso.
No es culpa mía.
¡Es culpa tuya!
- ¡Es todo culpa tuya! - ¡Basta!
Debe de haber una solución.
- Iremos a la policía. - No.
Al hospital.
¡Sería inútil, déjame!
- Vuelve. - ¡No!
- Ven. - ¡Suéltame!
¡Suéltame!
¡Escúchame!
Escúchame, tienes razón.
Estamos juntos en esto. Lo arreglaremos.
Hola.
Nos conocemos, ¿verdad?
Antes vivía aquí y he venido a por mi correo.
Soy amiga de Mindy Kent.
He quedado con ella aquí, pero ha debido de salir.
- ¿Diga? - Hart.
Soy yo.
¡Menos mal que lo has atendido!
¿Dónde estás?
¿Estás bien?
¿Estás herido?
Debemos estar juntos, ¿dónde estás?
Lo que has dicho me ha dolido.
Me ha asustado.
Me ha asustado porque he pensado que quizás tengas razón.
Y si es así, si soy portadora,
entonces, he matado a Mindy y a mucha gente.
¡Rose!
Estoy haciendo un experimento para demostrar que te equivocas.
Soy optimista, ¿lo ves?
He encontrado un compañero para mi experimento.
Es un chico sano,
y he tomado un poco de su sangre,
y me he encerrado con él.
Me quedaré aquí hasta ver que no enferma.
Y entonces, sabré que no soy la causante de todo.
Sal de ahí ahora mismo, Rose.
Es un suicidio, ¿me oyes?
Sigamos juntos por teléfono, ¿Ok?
Sólo un rato.
Sólo hasta que lo compruebe.
Podemos estar juntos por teléfono, ¿no?
Por favor.
¡Por favor!
¡Sal de ahí!
Escúchame bien.
Deja ahora mismo el teléfono, ve hacia la puerta...
y sal de ahí corriendo.
No te va a dar tiempo.
No, Hart.
Escucha, Hart...
Hart...
¡Sal de ahí!
Tengo miedo.
¡Hart!