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Una forma divertida de iniciarse en el bonsái es comprar un kit de principiante para cultivar y modelar el árbol uno mismo.
En este video os mostraré la evolución de esta pequeña planta,
después de podar, alambrar y trasplantar, éste es el resultado…
El kit de principiante incluye una planta joven,
una maceta de bonsái, un poco de alambre y tierra.
Vamos allá, comencemos a trabajar este árbol.
En primer lugar comenzaremos limpiando el árbol.
Estudiamos el árbol con detenimiento y decidimos la forma que pretendemos darle.
Tengamos en cuenta que cuesta mucho menos podar las ramas que hacerlas crecer.
Una vez decidido las ramas que deben ser eliminadas, córtalas; lentamente tu trabajo irá formando el árbol.
Empezaremos aclarando un poco el tronco.
Para las ramas gruesas necesitarás una podadora cóncava.
Esta herramienta genera una herida ahuecada que cicatriza mucho mejor.
Después de podar las ramas gruesas céntrate en las ramas más finas hasta quedar satisfecho con el resultado.
A continuación alambra las ramas partiendo de las más gruesas.
Enrolla cuidadosamente el alambre a las ramas formando un ángulo aproximado de 45°.
Trata de alambrar dos ramas de grosor similar con un mismo alambre.
Como regla general, utiliza un alambre que tenga 1/3 del grosor de la rama.
Cuando hayas acabado con las ramas más gruesas, dirigiremos nuestra atención a las más finas.
Acaba de alambrar la totalidad del árbol antes de comenzar a doblar y colocar las ramas en su lugar.
Ahora que hemos podado y alambrado el árbol es momento de trasplantarlo.
Para comenzar prepararemos la maceta de bonsái.
Pondremos los dos alambres que usaremos más tarde para fijar firmemente el árbol a la maceta.
También fijaremos la rejilla de plástico para cubrir los agujeros de drenaje.
Cuando la maceta esté lista prepararemos la mezcla de tierras.
Normalmente un kit de principiante incluye la mezcla ya realizada pero en caso contrario recomiendo que visitéis nuestra web para más información.
Ahora sacaremos el árbol de la maceta de plástico y eliminaremos la tierra suelta.
Escarbamos un poco para ver el nacimiento del tronco.
Cuidadosamente desenredamos las raíces usando el gancho.
Para que el árbol pueda caber en la maceta se necesitará podar las raíces.
Se puede podar hasta 1/3 del total de raíces de la planta.
Ahora se pone un poco de tierra en la maceta.
Todo está preparado para situar el árbol en la maceta, recuerda poner el frente del árbol correctamente hacia adelante.
Sitúa el árbol ligeramente descentrado y átalo con cuidado con los alambres que colocaste previamente.
Cubre las raíces con tierra y, empleando un palillo, asegúrate de que la tierra penetra entre todas las raíces.
Cuando hayamos acabado regaremos el árbol.
Ya tenemos nuestro bonsái podado, alambrado y trasplantado.
Recuerda vigilar el alambre y quitarlo del árbol al cabo de unos meses o las ramas podrían resultar dañadas.
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