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La gente dice que si no dejo de hacer el trabajo que estoy haciendo,
me van a matar.
O me van a violar.
Pero en realidad creo en la posibilidad de cambiar las cosas.
Y en realidad creo en la posibilidad de construir un mundo diferente.
Mi nombre es Alejandra Ancheita,
soy abogada de derechos humanos en la ciudad de México,
y decidí fundar ProDESC
para defender casos de graves violaciones de los derechos económicos, sociales y culturales.
En uno de los casos que estoy trabajando,
los trabajadores de una empresa minera transnacional
se afrontaban a riesgos laborales todos los días,
pero la empresa ni siquiera pagaba salarios dignos a los trabajadores,
y ni siquiera les pagaban
con algún tipo de inversión social hacia la comunidad.
Los trabajadores decidieron demandar sus derechos,
y debido a que la empresa no estaba poniendo atención a sus demandas,
crearon un campamento pacífico
fuera de la empresa minera por tres meses,
esto ayudó a llamar la atención del gobierno.
Y actualmente estamos ganando casos.
El trabajo que hago puede ser muy riesgoso.
Este artículo está diciendo que yo soy la abogada del diablo.
El problema más grande ahora
es cómo la difamación está creando un permiso público para la violencia.
Mi padre fue abogado.
Recibía amenazas de muerte debido al trabajo que estaba haciendo.
Mi padre murió el mismo día de mi cumpleaños.
Estábamos tratando de tener una fiesta de cumpleaños,
y él nunca llegó.
La versión oficial fue que murió en un accidente automovilístico.
México tiene un largo historial de corrupción e impunidad,
pero nosotros estamos demostrando a la gente, al gobierno, y a las empresas transnacionales
¡que en realidad somos capaces de hacerlo!
Mi nombre es Alejandra Ancheita,
y tengo valentía moral.