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La filosofía que nos ha movido durante 47 años siempre ha sido buscar la excelencia en el juego y el juguete. La calidad por encima de todo.
Nuestra empresa se llama Barruguet. Es el nombre de un enanito travieso y pequeño que vive en los bosques de Ibiza.
Nosotros no nos caracterizamos por tener juguetes de demanda si no al revés,
nosotros lo que tenemos es cada vez unos juguetes característicos y muy tradicionales
y los padres pueden encontrar siempre juguetes a la última moda pero siempre basados en juguetes tradicionales.
Los niños no piden juguetes pedagógicos si no que son los padres que vienen buscando un plus en el juguete que nosotros podemos ofrecer.
Nosotros somos especialistas en juguetes que pueden ofrecer un valor intrínseco en el mismo juguete.
La publicidad está ahí. Lo que tiene que cambiarse es la manera de escoger.
Los padres tienen que acompañar a sus hijos, tienen que estar con ellos y ver qué tienen que escoger
y la manera de direccionar la elección de los niños, es la manera de ir bien.
Nuestras tiendas están enfocadas de esta manera: todo se puede tocar, todo se puede escoger
y la única manera de escoger bien es que los padres vengan con los niños, vean qué escogen y vean qué les va bien.
No se puede escoger: "esto me gusta, esto quiero" sólo por un anuncio o sólo por un catálogo que ha llegado en casa.
El exceso de publicidad y los excesos de catálogos fomentan el consumismo.
¿Los juguetes son sexistas? Las publicidades son sexistas muchas veces. ¿Y tenemos algunos tabúes? Algunos tabúes, sí.
Existen más en el mundo masculino que en el mundo femenino, pienso, en estos momentos.
¿Los niños? Los niños no tienen ningún problema. Ninguno. Es el mundo del adulto que tiene el problema.
El niño puede jugar con lo que le dé la gana.
En las cartas de los reyes magos hay cocinas para niños y hay supermercados para niños. Y es un juego totalmente aceptado.
No en estos casos unas faldas de volantes o unos zapatos de tacón. Aquí aún no hemos llegado.
Es una cosa educacional que supongo que con el tiempo también llegará.
Las familias homoparentales tienen un especial cuidado, ya que ellos también han sufrido cuando eran pequeños,
y evidentemente buscan que a sus hijos no les pase lo mismo.
No todo tiene que ser rosa ni tiene que ser azul pero tampoco creemos que todo tiene que ser beige.
Los niños tienen que jugar con todos los colores y en la variedad está el gusto y tiene que ser todo multicolor.
Jugar es la mejor manera de aprender. Sin darse cuenta los niños aprenden porque para ellos jugar es una cosa innata.