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En Cataluña, como en otros lugares de España,
la pesca submarina y la caza fotográfica en apnea son deportes bien arraigados.
No son deportes de masas
pero el número de practicantes es muy elevado
A pesar de la preparación técnica y física,
cada año se produce la muerte de algunos pescadores y apneístas
durante la práctica de estos deportes.
La gran mayoría de estos accidentes
están relacionados con la presencia de un síncope durante la zambullida en apnea.
Se trata de un desmayo producido por la disminución de la irrigación sanguínea
y de la disminución del oxígeno disponible en el cerebro.
Esto que en el exterior no suele tener ninguna consecuencia,
en el mar puede producir el ahogamiento del deportista.
Yo diría que el 95% de los muertos de pesca sub. y apnea son debidos a síncopes,
puede haber un 5% para aquellas causas de muerte súbita cardiaca u otras patologías
En principio, se trata casi siempre de gente joven
de 18 a 25 o 30 años, sanos,
que habitualmente, hacen ejercicio físico y que se entrenan
y que se les encuentra muertos en el fondo del mar.
Esta gente ha hecho un síncope.
Debido a que se conocen las causas que pueden provocar un síncope,
los médicos expertos en medicina subacuática
siempre aconsejan que los apneístas no sobrepasen sus capacidades
y eviten las situaciones de riesgo.
Para preveer esto no se deben hacer apneas más profundas del nivel que se tiene,
no se debe de sobrepasar el tiempo de apnea
que uno tiene como práctica habitual,
y por supuesto, tener un compañero al lado que vigile
y que si hay alguna incidencia pueda ayudarle.
El afán por pescar más,
por obtener la imagen de un pez que está a más profundidad,
por superar cualquier récord de tiempo sin respirar
o por llegar lo más lejos posible comporta, a menudo,
querer llegar a los límites de la propia resistencia física y psíquica.
Pero el problema está en conocer hasta donde se puede llegar
y cuál es el margen de seguridad que tiene cada uno.
Todos sabemos a qué profundidad nos encontramos cómodos
y el tiempo de apnea que hacemos cuando bajamos y subimos.
Haces una bajada a 15 m., buscas una piedra,
vuelves a subir, haces 1 minuto 30 segundos
y tú te encuentras cómodo y lo vas haciendo durante horas y días,
esta es más o menos tu profundidad, en la que te encuentras cómodo.
Puedes hacer una a 20 metros, apurar al minuto 40 segundos o al minuto 50,
pero te encuentras que has forzado,
pues sin llegar al punto de forzar,
Una cosa muy importante a tener en cuenta
cuando se hacen apneas estáticas o cuando se está haciendo una "espera"
son las contracciones diafragmáticas.
No hay que llegar a tener contracciones diafragmáticas.
En el momento que uno ya empieza a sentir aquellas ganas de respirar,
aquellas en las que el diafragma empieza a querer contraer,
sube hacia arriba que tienes 15 metros y has de hacer un esfuerzo para llegar.
Además hay que pensar que los nervios,
el frío o el cansancio, por ejemplo,
pueden hacer variar estos límites
y que superarlos significa exponerse a un riesgo muy severo.
Por lo tanto, como norma de seguridad se impone siempre la prudencia y, sobre todo,
que en cada zambullida haya siempre un compañero vigilando.