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Bilbao es un lugar de muchas cosas.
Es un lugar de vistas bellísimas,
desde parques laberínticos así,
en cuál he pasado horas leyendo y comiendo y tomando el sol,
hasta los puentes incontables sobre el río Nervión
que es la corazón de la ciudad,
y al lado de que he andado buscando aventura.
Es un lugar de arte increíble, como testifica el gran museo de Guggenheim,
que es más brilliante que todo el arte moderno que contiene.
Las esculturas locas,
del perrito hecho de flores
al torre de pelotas platas en cual me pude ver,
crearon un atmósfero como un campo de juegos misterioso.
Es como Bilbao así...
es un placer, aunque no entiendes mucho de lo que pasa.
Es un lugar de pasión, tradición, y inovación al mismo tiempo.
Éste me ocurrió cuando visité San Mamés, la gran Catedral de Bilbao,
donde juega Athletic Club Bilbao, un equipo de fútbol en la Primera Liga Española.
El estadio tiene cien años, y por eso están construyendo un estadio nuevo al lado del original, que será destruido el año próximo.
Es triste perder tanta historia, y entiendo como importante es un estadio.
Para mí es como RFK Stadium en DC, donde juega DC United: es un cuchitril sucio y rompido, pero es nuestro.
Entiendo Bilbao así.
Es un lugar de sorpresas.
Sorpresas como ver John Adams al centro del ciudad.
Sorpresas como escuchar a Tina Turner al Gran Via.
Sorpresas como viejos en boinas con sus corazónes por sus brazos cantando en Plaza Nueva.
Es un lugar de ruido y emoción, pero en la manera de una noche con amigos en lugar de una manifestación caótica.
Estoy en Plaza Arriaga ahora, y hay una regata aquí, y no entiendes intimidación antes de que un timonel te grita en vasco.
Es un lugar religioso.
Claro que sabía que España es católica de cultura y de historia,
pero es una cosa diferente verlo pasando.
Pero es un catolicismo rompido, para ser honesta.
Sus cementerios son vandalizados, y nadie los visita.
Sus ramos son productos, muchas veces para turistas.
Sus iglesias son bellas, pero más o menos vacías.
Pero hay una cosa que no es ni un pocito rompido:
la locura de Semana Santa, con todos los procesiones y las turistas confundidas para que esperaba yo.
Bilbao es un lugar de muchas cosas.
Agur, Bilbo. Eskerrik asko. (Adiós, Bilbao. Gracias.)