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Había una vez una tierra donde la gente siempre estaba en lo correcto.
Lo sabían y estaban orgullosos de ello.
Era una tierra donde un hombre estaba orgulloso de decir,
Yo estoy en lo correcto y tu equivocado.
estas eran palabras de convicción, fuerza y coraje.
Nadie decía:
Yo podría estar equivocado; o, tú podrías estar en lo correcto.
Estas eran palabras de debilidad, inseguridad y cobardía.
Cuando las diferencias surgieron entre la gente de esta tierra,
buscaban no la verdad sino la confirmación de lo que de por sí creían.
Cuando las diferencias surgían entre los viejos y los jóvenes,
Los viejos dirían:
-Hemos trabajado duro para construir esta gran y próspera tierra.
-Hemos creado maravillosas máquinas que nos llevan a donde queramos ir.
-Que hacen el trabajo por nosotros. -Que incluso piensan.
-Hemos ido mas lejos, rápido, profundo y alto que cualquiera en la historia.
-Vivimos mas bueno que cualquiera en el mundo.
-Esperamos que quienes hereden esta buena tierra,
construyan bajo lo que les hemos dejado.
Estos viejos estaban; por supuesto, en lo correcto;
y lo sabían ...
y estaban orgullosos de ello.
Pero los jovenes responderían:
-Vemos a nuestro alrededor una tierra que ha sido ensuciada y explotada.
-Gente muriendo de hambre cuando la comida es suficiente.
-Las leyes y prácticas limitan a algunos ...
de oportunidades iguales para desarrollarse e influir.
-Palabras de nobleza y moral son correspondidas con actos viles y egoístas.
-Los líderes nos instan a luchar en guerras para conservar la paz.
-Y las luchas; simplemente, no acaban.
-Todo es falso y contaminado e inhumano y fuera de control.
-No queremos nada de este establecimiento que esta desquiziado por la plata.
Estos jóvenes estaban; por supuesto, en lo correcto;
y lo sabían ...
y estaban orgullosos de ello.
Y la brecha emergío entre las generaciones.
Cuando las diferencias entre hombres de distinto color aparecieron,
Aquellos de un color dirían:
-Estamos trabajando sin pausa para construir una tierra ...
justa y equitativa para todos nuestros ciudadanos.
Hemos progresado considerablemente,
pero progresar en lo social no es de un día para otro.
-A esos que queremos ayudar,
sólo perjudican su propia causa al entrometerse, empujar y presionarnos.
-Permitamosles que demuestren mas paciencia.
-Y dejemoslos usar mas plenamente las oportunidades que ya les hemos dado.
-Entonces nos sentiremos como haciendo aún más por ellos.
Esta gente, pertenecientes a la mayoría, estaban; por supuesto, en lo correcto;
y lo sabían ...
y estaban orgullosos de ello.
Pero esos de otro color responderían:
-Nos han atropellado por mucho tiempo y estamos bravos.
-Hemos sido confinados a un ghetto.
-La educación de nuestros hijos ha sido rebajada a escuelas de segunda categoría.
-Hemos visto dar trabajos a los menos calificados ...
mientras que nuestra gente es rechazada o limitada a trabajos serviles.
-Vemos miles de señales sutiles que nos marcan a nosotros y a nuestros hijos ...
como ciudadanos de segunda clase en esta tierra.
No toleraremos mas nobles promesas y escasos hechos.
Estas personas de la minoría estaban; por supuesto, en lo correcto;
y lo sabían ...
y estaban orgullosos de ello.
Y la brecha entre las razas creció.
Y así siguió en esta tierra.
Grupo tras grupo definía lo correcto...
...y defendía su posición frente aquellos que se oponían.
Sucedió entre los que enseñaban en colegio y aquellos que proveían los fondos.
Pasó con quienes priorizaban un buen ejército y los de mejores ciudades.
Sucedió con quienes abogaban por la paz a cualquien precio...
y aquellos que abogaban por el honor Nacional a cualquier costo.
Todos estaban en lo correcto; por supuesto,
y lo sabían...
y estaban orgullosos de ello.
Y la brecha se ampliaba, hasta que llegó el dia que toda actividad cesó.
Cada grupo se mantenía en su solitaria verdad,
mirando con ojos orgullos a aquellos demasiado ciegos para ver su verdad.
Determinados a mantener su posición a toda costa...
ya que esta es la responsabilidad al estar en lo correcto.
Nadie cruzaba la inmensa brecha.
Nadie volteaba hacia aquellos del otro lado.
Nadie escuchaba.
La calidad de vida decayó y se volvió sombría.
Y un día un extraño sonido se escucho en la tierra.
Alguien dijo: Yo podría estar equivocado.
uaaaaaaaaaghhh
Al principio la gente estaba sorprendida de que alguien pudiera ser tan débil...
...tan confundido.
Y entonces otra voz dijo: Puede que vos estés en lo correcto.
La gente estalló de risa al escuchar que alguien pudiera ser tan indeciso y blando.
Pero la voz persistió y algunos empezaron a escuchar.
Empezaron a escuchar a la oposición e incluso puntos de vista "incorrectos".
Al escuhar, descubrieron opiniones en común que no conocían antes.
Incluso empezaron a ver signos de humanidad y nobles propósitos...
...en aquellos que alguna vez solo veían como adversarios.
Aquí y allá, personas expresaban sus comunes deseos en acciones...
...y brillantes ejemplos de acción conjunta se vieron en la tierra.
Con cada nuevo esfuerzo, la confianza en el otro creció...
...y la confianza en un futuro...
...y en la abilidad de formar sus propios destinos.
Consignaron estos pensamientos en una Declaración de INTERDEPENDENCIA.
Todos nacemos iguales, pero cada uno se desarrolla en una manera única.
Todos somos dotados de ciertos derechos inalienables,
pero cada uno debe asumir ciertas inevitables responsabilidades.
La felicidad de todos depende del compromiso de cada uno...
en apoyar la equidad y la diferencia, derechos y responsabilidades.
En esta tierra la gente ha aprendido que la busqueda de la verdad nunca termina,
que el desafio es siempre el mismo:
Parar de pelear lo suficiente como para escuchar,
para aprender,
para probar nuevos enfoques,
para buscar y probar nuevas relaciones,
y para seguir con una tarea...
...que nunca termina.
NO EL FIN