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Congreso Gnóstico de la Transvalorización 26 Octubre - Primera Parte (continuación) "El Tezoro de la Luz"
eso es todo. Y nosotros necesitamos por eso,
terminado este Congreso, hacernos un propósito
personal firme de interiorizarnos más,
de relajar nuestro cuerpo físico dos veces al día,
de estudiar el proceso del pensar:
esa película que parece interminable
que siempre carga nuestra mente
en cada uno de nos.
Hay que sentarse una hora a mediodía,
o en la tarde, y otra hora, si es posible,
antes de dormir, con el simple propósito
de calmar la película esa para que la mente
se vaya haciendo más tranquila.
Ese es el primer paso.
«Hay que agotar
–dice el Maestro– el proceso del pensar».
¿Cómo se agota eso? Curiosamente, se agota
observándolo. Cuando uno se queda quieto,
relajado, solamente poniéndole cuidado
a los pensamientos que van pasando…
A veces son totalmente absurdos;
a veces están ligados a una canción
de estas que se nos quedan ahí;
a veces escuchamos voces
que nos hablan allí en la psiquis…
Todo eso hay que observarlo con paciencia.
Observando la mente y su proceso mecánico
del pensar, misteriosamente, ella se va calmando;
no el primer día, tampoco el día quinceavo,
pero sí meses más tarde. Se podrá verificar;
ustedes lo podrán verificar,
que comienza a calmarse,
y cuando nos sentamos a hacer ese trabajo,
ya cada vez hay menos pensamientos
pasando en procesión.
Llegará un día, un día cualquiera,
que en ese momento en que se agota el proceso
del pensar y nos quedamos quietecitos
sin desear nada, sin desear resultados.
Cuando la mente se ha calmado por dentro
y por fuera, arriba y abajo, entonces surge lo nuevo.
Y ¿qué es lo nuevo? Cuando la mente está quieta,
rápido partes de nuestro Ser entran allí
a controlarnos y a darnos revelaciones.
Entonces se nos da un pequeño Éxtasis,
o mediano, o se nos da un Samadhi
completo profundo,
o se nos da un NirviKalpa Samadhi,
que es mucho más; o un Maha Samadhi,
que es todavía aún más. Y esto no tiene ciencia;
es sentarse… Si queréis prepararos
un poco mejor vocalizad un rato
mantrams para estimular el chacra
del entrecejo, el chacra laríngeo
y el chacra del corazón
media hora de vocalización,
y luego nos dedicamos a eso
de observar la psiquis.
Ese es el trabajo que tenemos que hacer
de ir a reconquistarnos a nosotros.
Por ahí comienza, porque el peor enemigo
del trabajo –sépanlo– es la mente.
El peor enemigo que tenemos es la mente.
Ella nos quita los anhelos,
ella nos trae basura,
ella nos impide tener concentración;
ella es fría como una tumba, es atea.
Entonces, hay que acordarse de que la mente
nunca nos va a resolver ningún problema,
y mucho menos el problema de la iluminación.
Necesitamos, pues, hacernos realmente
conscientes de esta necesidad.
Es una necesidad como la necesidad
que tenemos todos los días
de lavarnos los dientes, de lavarnos la cara,
de peinarnos, de lavar nuestro cuerpo; igual.
Esta es todavía más importante que
las otras que acabo de decir.
Si uno no comprende la necesidad esa
es porque todavía no está preparado
para vivir el Camino.
Porque claro, si sabemos que esa es la piedra
de tropiezo, y que hagamos lo que hagamos,
ahí nos vamos a tropezar,
¿por qué no quitamos esa piedra del camino
Si la quitamos, el resto va a ser más fácil,
porque a la hora que queramos hacer una runa
tendremos la mente concentrada en la runa solo;
a la hora que queramos hacer una oración
tendremos la psiquis concentrada en la oración.
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