Tip:
Highlight text to annotate it
X
Hola fanáticos del espacio, bienvenidos a otra edición de su Noticiero para los Fanáticos
del Espacio. Bueno amigos, parece que tenemos un nuevo
récord para la galaxia más distante nunca antes vista. Esta semana, unos astrónomos
que usaban el Telescopio Espacial Hubble anunciaron que han encontrado siete galaxias primitivas
que se formaron hace más de 13 mil millones de años, cuando el universo tenía menos
de un 3 por ciento de su edad actual. Y parece que uno de ellos tiene un corrimiento
al rojo de z = 11.9, rompiendo el récord anterior anunciado hace unas semanas por el
equipo CLASH que era de 10.9. CLASH Lo sentimos, por lo menos tuvieron el
récord por un tiempo. Echa un vistazo a nuestro “Space Fan News”
Núm. 83 y al “Space Fan Hangout” del 19 de noviembre para saber más sobre ese
descubrimiento. El equipo estaba tratando de comprender esta
cosa llamada “Amanecer Cósmico”, un período de nuestra historia en el que las galaxias
comenzaron a formarse y a remover el gas hidrógeno que impregnaba todo con sus electrones, re-ionizándolos.
Los astrónomos han debatido durante mucho tiempo si las estrellas calientes en estas
galaxias primitivas podrían haber proporcionado suficiente radiación para calentar el frío
hidrógeno que se formó poco después del Big ***.
Se cree que este proceso, llamado "re-ionización", tuvo lugar de 200 millones a mil millones
de años después del nacimiento del universo. Este proceso hizo que el universo fuera transparente
a la luz, lo que permite a los astrónomos mirar muy atrás en el tiempo. Las galaxias
en este nuevo estudio se ven en esta época temprana.
Lo que realmente llama la atención de estas primeras galaxias es que están llenas de
las primeras estrellas que se hayan formado, y estas estrellas son impresionantes. Son
enormes, cientos de veces más grandes que el sol, muy calientes, y viven sólo unos
pocos millones de años. Debido a que son tan calientes, emiten una
gran cantidad de energía ultravioleta por lo que estas galaxias son muy brillantes en
el ultravioleta. Excepto por una cosa. Ya que esta luz se emitió
hace 13 mil millones años, la expansión del universo extendió tanto las longitudes
de onda de la luz de estas galaxias, que es necesario buscar en el infrarrojo para verlas.
Una manera de saber a qué distancia está algo, es observar qué tanto se ha estirado
la luz ya que eso es proporcional a la edad del universo.
Uso de filtros que nadie más había usado para ese propósito, ellos fueron capaces
de enfocarse en estas galaxias (las más antiguas y lejanas nunca antes vistas), y encontraron
la longitud de onda precisa que habría causado que el hidrógeno se ionizara.
Bravo, sí. Entonces, ¿cómo hicieron todo esto?
Ellos tomaron exposiciones realmente prolongadas de una de las zonas más famosas del cielo:
el “Ultra Deep Field” y usaron una gran cantidad de filtros diferentes. Durante más
de 100 horas durante agosto y septiembre de 2012, tomaron imágenes y las agregaron a
la señal anterior del “Ultra Deep Field” tomada en la década pasada.
Estas exposiciones tomaron el doble de tiempo que las que se tomaron en 2009 y añadieron
una dimensión completamente nueva al “Ultra Deep Field” del Hubble.
¿Encontraron lo que buscaban? Bueno, descubrieron que el amanecer cósmico
no era un suceso repentino, no hubo una explosión repentina en la taza de formación de estrellas
y galaxias, el proceso parece haber sido mucho más lento, teniendo lugar a lo largo de cientos
de millones a mil millones de años. Además, debido a que encontraron siete de
estas galaxias, fueron capaces de estimar la densidad de las galaxias durante este período
en la historia del universo. Algo que nadie había podido hacer hasta ahora. Ningunitos
ni dositos. Lo que quieren hacer a continuación es apuntar
al Hubble a diferentes partes del cielo y hacer lo mismo, para tratar de obtener aún
mejores estadísticas de distribución de las galaxias en este momento tan importante.
Ya sé que sigo diciendo esto, pero este trabajo realmente le pone presión al Hubble. Encontrar
cosas que sean “la cosa más distante jamás vista” está llegando a su fin para el Telescopio
Espacial Hubble. A menos que encontremos un cúmulo de galaxias
realmente enorme que aumente un friego a alguna galaxia distante tipo z=12, tendremos que
esperar a que el Telescopio Espacial James Webb para poder ver cualquier cosa que esté
más lejos. Estaré teniendo una reunión informal el
martes a las 13:00 EST para analizar este resultado con el anterior poseedor del récord,
el Dr. Dan Coe, junto con Alberto Conti, así que por favor, únase a nosotros si puede.
El vínculo con el evento está en la descripción, abajo.
A continuación, nuestra galaxia, la Vía Láctea pudiera ser más masiva de lo que
pensábamos. Ustedes a menudo me han oído decir que la
Vía Láctea tiene cientos de miles de millones de estrellas en ella y que, en promedio, la
mejor manera de pensar en el número de estrellas en el universo, es decir que hay alrededor
de 100 mil millones de galaxias en el universo, cada una con alrededor de cien mil millones
de estrellas. Nuestra galaxia ha existido desde hace mucho
tiempo, es casi tan antigua como el universo, y contiene alrededor de 500 o hasta 600 mil
millones estrellas, más que el promedio. Bueno, parece que eso es una gran SUB-estimación.
Unos astrónomos que usaban el Telescopio Espacial Hubble midieron una galaxia enana
pequeña llamada Leo I, situada a unos 850.000 años luz de distancia y que se aleja de nosotros
a una velocidad muy alta, y utilizó su movimiento para deducir la masa de la Vía Láctea, incluyendo
su halo de materia oscura. Leo I es una galaxia enana esferoidal y la
más lejana de las muchas galaxias que se cree que orbitan la nuestra. La mayor parte
del halo de materia oscura de la Vía Láctea, debería poder encajar dentro de la órbita
de Leo I. Esto es, si la galaxia enana se encuentra realmente en órbita y no solamente
de paso. Pero la gran pregunta es: ¿Está en órbita?
¿Está Leo I gravitacionalmente unida a nuestra galaxia?
Bueno, eso depende de la masa de nuestra galaxia, la Vía Láctea. Si es lo bastante masiva,
entonces Leo I estará en órbita, si no, volará hacia el espacio intergaláctico.
Para averiguarlo, los astrónomos tuvieron que medir el movimiento propio de Leo I.
Entonces, los astrónomos del “Space Telescope Science Institute” usaron el Telescopio
Espacial Hubble para comparar la posición de León I en 2006 y 2011, con más de un
centenar de galaxias de fondo. Encontraron que, combinado con el efecto Doppler,
el movimiento propio revela que León I orbita la Vía Láctea a 200 kilómetros por segundo.
Eso es casi tan rápido como la velocidad del Sol al girar alrededor del centro de la
Vía Láctea, aún a pesar de que la galaxia enana está mucho más lejos.
El mantener una velocidad similar a una distancia tan lejana requiere de una gran cantidad de
masa adicional. Estas mediciones confirman que León I es un satélite propio de la Vía
Láctea - está ligado a ella por la gravedad - y para que eso ocurra, la galaxia de la
Vía Láctea debe pesar hasta 1,6 billones de soles.
Con razón me he sentido tan hinchado últimamente. De todos modos, eso es todo por esta semana
fanáticos del espacio, gracias por verme y, como siempre, ¡Sigan viendo hacia arriba!