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Testimonio vocacional
Mons. Mauro Parmeggiani Obispo de Tivoli
La llamada, cuando pienso en mi llamada me identifico mucho
con aquello que dice el Papa Juan Pablo II,
cuando define la vocación: don y misterio.
Mi familia no es una familia profundamente creyente
sin embargo desde que era niño me sentí
espontáneamenteatraído por el estilo de vida del sacerdote.
A un cierto momento comprendí que era esencial donarse, entregarse totalmente.
Y me fíe.
Es Él quien llama.
Por lo que desde el inicio, no es que haya tenido ninguna experiencia particular…
A veces escucho alguna historia vocacional con un cambio drástico en la vida.
Yo creo que la llamada es una semilla, que el Señor deposita en el corazón de muchos jóvenes.
Consejos para descubrir la vocación
Es importante tener encuentros o eventos que te ayuden a descubrir la llamada.
En mi caso, fue la con la comunidad parroquial,
gracias a mi párroco, un hombre santo.
Algunos amigos seminaristas.
O algunos amigos que también me decían: “Tú naciste para ser sacerdote”, amigos seglares.
Y esto te hace que te preguntes sobre la vocación.
Se lo digo a los jóvenes, si me están escuchando:
La única respuesta es no pensar en nuestra capacidad de ser fiel al Señor...
No lo seremos nunca.
Él único fiel, siempre, es Él, que es el que llama.
Y a Él tenemos que confiarnos y abandonarnos.
Buscando de responder, después, con todo el amor posible.