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Me llamo Sonnie Lombeh.
Soy partera tradicional en Koibatormai.
Ella es mi amiga Mary.
Si Sonnie no hubiera estado,
me hubieran puesto en una hamaca
y llevado a la aldea más cercana, Vezela o Kolahun.
Le dije a Sonnie que tenía dolores en el vientre.
Me preguntó desde cuándo.
Le dije que desde hacía poco...
Sonnie fue a su casa a buscar el instrumental y volvió.
Se lavó las manos y me examinó.
Me dijo que estaba en trabajo de parto
y que pronto
daría a luz.
Era el 22 de agosto.
Gracias a Dios,
todo salió bien.
Desde que comencé con este trabajo,
no he tenido ninguna complicación.
Las parteras ancianas, ya con poca fuerza,
nos llamaron a las más jóvenes, para que les ayudemos.
Fue una oportunidad
de cumplir la misión
de ser útil a la sociedad.
Las parteras tradicionales son elegidas en la comunidad,
porque ellas también cumplen un papel vital en la comunidad.
Hacen mucho trabajo de sensibilización,
de movilización,
y también toman algunas decisiones.
[Ceremonia de graduación de parteras tradicionales]
¡Qué felicidad cuando me gradué!
Estaba dichosa de ver a toda la gente
del hospital y también al jefe de la aldea y a mis amigos.
¡Qué alegría haber podido capacitarme y recibir el certificado!
Siento que he crecido como persona y eso me hace feliz.
La capacitación
que recibió Sonnie no fue sólo para ella,
sino para todos nosotros.
Aquí no hay hospital.
Hay que viajar mucho para ir al hospital.
Por eso, digo que lo que Sonnie ha aprendido
lo ha aprendido para el bien de todos nosotros�