Tip:
Highlight text to annotate it
X
Para responder a la pregunta de por qué es importante una educación en patrimonio en la formación de las sociedades,
lo primero que haría falta seria entender qué es el patrimonio cultural.
Entre las muchas definiciones que hay, podríamos resumirlo como todos los elementos
que heredamos del pasado de manera individual o colectiva, es decir como individuos, o como sociedad,
y que forman parte de todos los valores y de los referentes identitarios y culturales de un pueblo.
Cada sociedad puede entender el patrimonio de manera diferente, pero para que sea reconocido,
para que sea significativo tiene que haber un colectivo que lo reconozca, que lo identifique, que lo valore.
Entonces, un país que no vela por su patrimonio, que no entiende la responsabilidad
que le ha sido conferida hacia su salvaguarda para generaciones futuras, está fracasando como sociedad.
Y es por eso que es muy importante la educación en patrimonio,
porque nos permite entenderlo como la estrategia de formación de las sociedades.
Es decir, instruir en el patrimonio se traduce en el hecho de proporcionar
las herramientas oportunas para su comprensión, a la vez que ayudamos a fomentar
actitudes de respeto y también de crítica constructiva.
La educación en patrimonio aporta valores en la educación general, si entendemos la educación en general
de una forma abierta, de una forma crítica, de educación para la vida, de una forma muy global.
Y por lo tanto, ayudamos a acabar de reforzar esta finalidad que sería delegar en las sociedades su rol,
su responsabilidad de conservar este patrimonio por la generación próxima.
La educación patrimonial también se presenta como un medio para la conservación y la valoración de los bienes patrimoniales,
es decir, nos acompaña en todo este proceso desde el conocimiento que nos trae hasta la apropiación,
que sería el camino que nos ayudaría a hacer este camino para salvaguardar el patrimonio;
es decir, primero vendría el conocimiento, después vendría el respeto, después vendría el aprecio,
y todo esto nos ayudaría a poder explicar el patrimonio, que en definitiva es recuperar
todos aquellos elementos culturales que son los referentes identitarios de los pueblos.
Es importante entender que el patrimonio forma parte de la cultura y del tejido cultural de los pueblos,
es decir, sobre el que están fundamentados los pueblos.
Y es entender también que el patrimonio tiene una historia asociada, y es una historia importante,
que el primer paso que tenemos que hacer es conocer, porque el conocimiento nos permitirá destacar
cuáles son los valores más significativos, es decir, los rasgos más significativos,
y nos permitirá llevar a cabo las actuaciones necesarias para su conservación.
Es decir, poner en valor el patrimonio a nivel de difusión, de su conservación y,
en definitiva, devolverlo a la sociedad.
Este es el único camino que podemos hacer, es decir, entenderlo, respetarlo y estimarlo,
y esta es la clave para su salvaguarda para generaciones futuras.
La Universidad de Andorra ha hecho una apuesta por la formación del patrimonio,
tanto desde la vertiente de la gestión, como de la didáctica aplicada.
Dentro de la nueva reforma del Espacio Europeo de Enseñanza Superior, la Universidad de Andorra
ha hecho una apuesta en la generación y la incorporación de nuevo conocimiento específico de Andorra
en sus titulaciones de Bàtxelor .
Es el caso de los estudios del Bàtxelor de humanidades,
que proporcionan una asignatura sobre el patrimonio cultural de Andorra,
que nos da las claves interpretativas para su gestión
y que puede cursar cualquier persona que esté interesada en él.
Este curso lo que pretende es dar a los estudiantes una idea clara para poderse introducir
en el mundo de la gestión del patrimonio y a la vez para entender cuáles son las claves interpretativas de estos
desde el punto de vista de la gestión, de la conservación y de la difusión.
Todo el aprendizaje de este curso, que está organizado en una serie de módulos
que se han construido de manera pedagógica y a través de la metodología del estudio de caso,
está fundamentado para ir de la teoría a poderlo aplicar a la práctica;
es decir, ser capaces, desde situaciones lo más realistas posibles, indagando estas informaciones,
de intentar ser capaces de formular el problema, hasta proponer soluciones
o posibles propuestas de intervención en el patrimonio.
Es decir, aplicar el conocimiento en casos de carácter eminentemente práctico.
Para acabar, podríamos resumir toda esta explicación en cuatro grandes pasos,
en cuatro grandes elementos, que sería la fragilidad del patrimonio,
es decir, lo primero que tenemos que hacer es conocer el patrimonio para poderlo valorar,
para poderlo proteger y para evitar que corra el peligro de desaparecer, de degradarse o de que sea destruido.
En segundo lugar entender que el patrimonio es algo frágil, irrepetible, insustituible,
y que cualquier pérdida es irreparable.
El tercer paso sería entender que una buena educación patrimonial es clave
porque nos ayudará a entender como la cultura puede incidir en muchos valores:
valores económicos, valores sociales y, por lo tanto, esta educación,
acompañada de una buena gestión, puede comportar muchos beneficios para la sociedad en general.
Y finalmente es entender que de las personas que intervienen en el patrimonio,
pero también del grado de formación de las sociedades en materia de patrimonio cultural,
depende su salvaguarda para las generaciones futuras.