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¡Este es el ESOcast!
Ciencia de vanguardia y vida cotidiana en ESO,
el Observatorio Europeo Austral,
explorando la última frontera con nuestro anfitrión Dr. Joe Liske, alias Dr. J.
Hola y bienvenidos a este episodio especial de ESOcast.
En la antesala del 50 aniversario de ESO en octubre de 2012
exhibiremos ocho capítulos especiales
que retratan los primeros 50 años de ESO explorando el cielo austral.
Esta es la historia de una aventura épica...
Una historia de curiosidad cósmica, valor y perseverancia...
La historia de cómo Europa fue al sur a explorar las estrellas.
Llendo al sur
Bienvenidos a ESO, el Observatorio Europeo Austral.
Cincuenta años de edad, pero más vivo que nunca.
ESO es el portal de Europa a las estrellas.
Aquí, astrónomos de quince países
unen fuerzas para desentrañar los secretos del Universo.
¿Cómo?
Construyendo los telescopios más grandes en la Tierra.
Diseñando cámaras e instrumentos sensibles.
Escudriñando los cielos.
Su trabajo ha analizado los objetos cercanos y lejanos,
desde los cometas que atraviesan el Sistema Solar,
hasta distantes galaxias en el borde del espacio y el tiempo,
dándonos nuevas ideas y una visión sin precedentes del Universo.
Un Universo de profundos misterios y secretos ocultos.
Y sorprendentemente bello.
Desde las remotas cumbres en Chile,
los astrónomos europeos intentan alcanzar las estrellas.
Pero, ¿por qué Chile?
¿Qué hace que los astrónomos vayan al sur?
El Observatorio Europeo Austral tiene sus Oficinas Centrales en Garching, Alemania.
Pero desde Europa, sólo se puede ver una parte del cielo.
Para llenar los vacíos, tienes que viajar al sur.
Durante muchos siglos, los mapas del cielo austral mostraron extensas regiones en blanco –
la Terra Incognita de los cielos.
1595.
Por primera vez, los comerciantes holandeses zarparon hacia las Indias Orientales.
Por la noche, los navegantes Pieter Keyser y Frederik de Houtman
midieron las posiciones de más de 130 estrellas en el cielo del sur.
Pronto, los globos y mapas celestes mostraron doce nuevas constelaciones,
ningunas de las cuales había sido vista antes por un europeo.
Los británicos fueron los primeros en construir un puesto astronómico permanente
en el hemisferio sur.
El Observatorio Real en el Cabo de Buena Esperanza fue fundado en 1820.
No mucho después, John Herschel construyó su propio observatorio privado,
cerca de la famosa Montaña de la Mesa de Sudáfrica.
¡Qué vista!
Cielos oscuros. Brillantes cúmulos y nubes de estrellas en lo alto del cielo.
No es de extrañar que los observatorios de Harvard, Yale y Leiden
hicieran lo mismo con sus propias estaciones en el sur.
Pero la exploración del cielo austral
requiere mucho valor, pasión y perseverancia.
Hasta hace cincuenta años,
casi todos los telescopios importantes estaban ubicados al norte del ecuador.
Entonces, ¿por qué es tan importante el cielo del sur?
En primer lugar, porque era un territorio mayormente desconocido.
Simplemente, no se puede observar todo el cielo desde Europa.
Un ejemplo destacado es el centro de la Vía Láctea, nuestra galaxia hogar.
Puede ser visto con dificultad desde el hemisferio norte,
pero desde el sur, pasa por lo alto del cielo.
Y luego están las Nubes de Magallanes –
dos pequeñas galaxias compañeras de la Vía Láctea.
Invisibles desde el norte, pero muy llamativas si estás al sur del ecuador.
Y, finalmente,
los astrónomos europeos se vieron obstaculizados por la contaminación lumínica y el mal tiempo.
Ir al sur resolvería la mayoría de sus problemas.
Un viaje en bote en los Países Bajos, junio de 1953.
Fue aquí, en el IJsselmeer,
que el astrónomo alemán/estadounidense Walter Baade
y el astrónomo holandés Jan Oort
hablaron a sus colegas acerca de su plan de un observatorio europeo
en el hemisferio sur.
Individualmente, ningún país europeo podría competir con Estados Unidos.
Pero juntos, podrían hacerlo.
Siete meses más tarde, doce astrónomos de seis países se reunieron aquí,
en la majestuosa Sala del Rectorado de la Universidad de Leiden.
Firmaron una declaración,
expresando el deseo de establecer un observatorio europeo en Sudáfrica.
Esto allanó el camino para el nacimiento de ESO.
Pero, ¡espera!... ¿Sudáfrica?
Bueno, tenía sentido, por supuesto.
Sudáfrica ya tenía el Observatorio del Cabo, y, después de 1909,
el Observatorio de Transvaal en Johannesburgo.
El Observatorio de Leiden tenía su propia estación en el sur en Hartebeespoort.
En 1955,
los astrónomos montaron su equipo para encontrar el mejor lugar posible para un gran telescopio.
Zeekoegat en el Gran Karoo. O Tafelkopje, en Bloemfontein.
Pero el clima no era del todo favorable.
Alrededor de 1960, la atención se centró en el accidentado paisaje del norte de Chile.
Los astrónomos estadounidenses también estaban planeando
su propio observatorio del hemisferio sur aquí.
Duras expediciones a caballo revelaron condiciones mucho mejores que en Sudáfrica.
En 1963, la suerte estaba echada. Sería Chile.
Seis meses después, el Cerro La Silla fue seleccionado
como el futuro emplazamiento del Observatorio Europeo Austral.
ESO ya no era un sueño lejano.
Finalmente, cinco países europeos firmaron el Convenio de ESO, el 5 de octubre de 1962 —
el aniversario oficial del Observatorio Europeo Austral.
Bélgica, Alemania, Francia, los Países Bajos y Suecia
estaban firmemente comprometidos por intentar alcanzar en conjunto las estrellas del sur.
La Silla y sus alrededores fueron comprados por el gobierno de Chile.
Se construyó un camino en medio de la nada.
El primer telescopio de ESO tomó forma en una empresa siderúrgica en Róterdam.
Y en diciembre de 1966,
el Observatorio Europeo Austral abrió su primer ojo en el cielo.
Europa se había embarcado en un gran viaje de descubrimiento cósmico.
Soy Dr. J y me despido de este episodio especial de ESOcast.
Nos vemos la próxima vez en otra aventura cósmica.
ESOcast es producido por ESO,
el Observatorio Europeo Austral.
ESO, el Observatorio Europeo Austral,
es la principal organización intergubernamental de ciencia y tecnología en astronomía,
enfocada al diseño, construcción y operación de los telescopios terrestres más avanzados del mundo.
Transcripción por ESO; traducción por Felipe Campos
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