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Hola! La receta de hoy es una rica pizza marinera con mejillones, gambas, queso
tomate y albahaca. La base de la pizza es la misma que utilicé para hacer las
tortillas para las Fajitas de Pollo. Es una receta de Yolanda para su blog "La
cocina de Can Jabalpan"
Os dejaré el enlace en la caja de información bajo el vídeo.
Esta base para pizza es muy popular en los blogs de recetas bajas en hidratos
de carbono, sobre todo en los de las dietas Paelo y Primal,
y se hace con atún en conserva al natural,
es decir, conservado en agua no en aceite. Vamos a necesitar una lata grande de
atún al natural o dos pequeñas: esto son entre 100 y 120 gramos de atún
una vez escurrida el agua. Añadiremos un huevo entero o, si éstáis vigilando vuestro
colesterol, sólo la clara.Podemoa añadir también una cucharada sopera de
Maizena, que como sabéis es un tolerado en la Dieta Dukan
y que ayuda a que esta masa sea más fácil de trabajar. Y por último, un poco
de sal.
Una vez que tenemos todos los ingredientes de la base en el bol,
los mezclaremos bien.
Como os decía, la Maizena ayuda a ligar la masa y la hace más fácil de
trabajar,
pero es opcional: si no queréis usar almidón de maíz, no se lo pongáis y os
ahorraréis un tolerado.
Para darle forma la base de la pizza, pondremos esta masa sabe sobre una hoja
de papel de horno.
Podemos extenderla usando el dorso de una cuchara, aplastando y empujando hasta
formar una base circular.
Podemos usar las manos bien limpias de la misma manera, presionando y estirando
la masa con los dedos.
Y la tercera opción
(mi favorita) es cubrir la masa con otra hoja de papel de horno
y utilizar
un rodillo de cocina o una botella para estirar la masa.
Si querëis ver el proceso con más detalle, sólo tenéis que ir al vídeo de
las Fajitas de Pollo, ¿de acuerdo? Tenemos que cocinar esta base en el horno unos
minutos, antes de añadir el resto de ingredientes.
Para eso retiramos el papel de arriba con cuidado. Colocamos la base (con el papel
de abajo) en una fuente de horno y cocinamos a 200 grados C durante unos
10 minutos.
Pasados diez minutos, despegamos la base del papel de horno y le damos la vuelta,
con cuidado de no quemarnos. Cocinamos 5 minutos más y tendremos la
masa lista para cubrirla con el resto de ingredientes.
Cubrimos la base con tomate
(yo he puesto 3 cucharadas de tomate triturado escurrido)
lo condimentamos con ajo en polvo,
cebolla en polvo y orégano.
Añadimos el queso,
en este caso es queso de burgos 0% materia grasa, cortado en trozos. Estoy
usando una lata de mejillones en conserva al natural,
a la que le he escurrido bien el agua.
Añadimos unas colitas de gambas: podrían ser también tiras de salmón ahumado,
unos palitos de cangrejo cortados en rodajas... Vamos a añadir un poco de queso
rallado. Como va a resultar bastante complicado conseguir un queso rallado muy
bajo en grasa,
lo que podemos hacer es congelar un quesito light, como este.
Una vez congelado podemos rallarlo sin problemas. Os aconsejo que lo ralléis
directamente sobre la pizza,
porque el queso se descongela con rapidez y se vuelve pegajoso. Si intentáis
rallarlo primero sobre un plato,
luego no seréis capaces de colocar el queso sobre la pizza,
¿de acuerdo? Y para dar a la pizza un extra de aroma y sabor
le pondremos un poco de albahaca.
Cinco minutos más en el horno
y lista para disfrutar
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