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Yo creo que lo más importante es que el dolor
y la enfermedad son un misterio.
No tanto porque no se pueda razonar sobre ello
Sino porque es tan profundo que incluso
hay gente que saca cosas buenas del dolor
Hay personas a las que el dolor les hace ver la vida
de manera distinta. Salía hace poco Abidal
en una entrevista diciendo que
después de haber pasado por un cáncer
había aprendido a valorar mucho más a su familia
que a las cosas que tenía.
Y vendió por ejemplo todos sus coches
para ayudar a hospitales, a niños e investigar enfermedades.
Partiendo de la base de que
el tema del dolor siempre será un misterio
creo que su existencia es algo que a largo plazo
nos libera de nuestros caprichos
y nos hace más humildes y, por tanto, más capacitados
para amar, que es la clave de la felicidad.
Por otro lado, creo que la existencia del dolor
es algo que de forma natural llama a una
existencia de una vida eterna que en primer lugar
compense las injusticias vividas en el mundo.
Y, en segundo lugar, sea algo
que haga parecer a todo el mal sufrido
una tontería en comparación con lo que
ahora queda.
Podemos hacer todo tipo de teorías
sobre el sufrimiento, el dolor...
pero si nos fijamos en Cristo
pues había muchas maneras que podría haber elegido
para salvarnos. Y eligió morir.
Eligió el dolor, la muerte
Tiene gracia porque en el fondo
Dios se hizo hombre para salvarnos
y se hizo hombre con todo lo que conlleva ser hombre.
Nosotros nos damos cuenta de que ser hombre
conlleva sufrir y conlleva dolor.
Porque el dolor es una consecuencia del pecado.
De la libertad humana. Del mal.
Dios no peca.
Sólo uniendo nuestro dolor
al de Cristo, a su muerte en la cruz
podemos darle sentido porque en el fondo
ayudando a completar su tarea
de salvación.