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Hola. Me llamo Forrest. Forrest Gump.
Mi madre siempre decía: "La vida, es como una caja de chocolates”.
"Nunca sabes lo que te va a tocar. "
Sabes, es curioso cómo puedes recordar algunas cosas,
y no puedes recordar algunas otras.
Puedes sentarte aquí si quieres.
¿Qué les pasa a tus piernas?
Mm, nada, gracias. Mis piernas están requetebién.
- Soy Jenny. - Soy Forrest, Forrest Gump.
Desde aquel día, estuvimos juntos siempre.
Jenny y yo éramos como pan y mantequilla.
A veces nos sentábamos a mirar las estrellas.
Ella era mi amiga más especial.
Mi única amiga.
Siéntate si quieres.
¿Has estado en un barco camaronero?
No. Pero he estado en un barco muy grande.
Soy el teniente Dan Taylor. Bienvenidos al Cuarto Pelotón.
¿De dónde vienen ustedes?
- De Alabama, señor! - ¿Son gemelos?
¿Forrest, sabes por qué somos buenos compañeros?
Porque nos cuidamos uno al otro.
Si hubiera sabido que
era la última vez que Bubba y yo hablábamos,
hubiera dicho algo mejor...
- Oye, Bubba. - Dime, Forrest.
Bubba era mi mejor amigo.
Sé que no es algo...
que puedas encontrar a la vuelta de la esquina.
Bueno...
Había una sola cosa que yo podía decir acerca de la guerra de Vietnam.
Hay solamente una cosa que puedo decir sobre la guerra de Vietnam.
Y eso es todo lo que tengo para decir sobre eso.
Eso es tan cierto, compañero. Lo has dicho todo.
Te dieron la Medalla de Honor del Congreso.
Ahora, ese es el Teniente Dan.
A ti, a un imbécil, a un retrasado mental que va a la televisión...
enfrente del maldito país entero,
y se hace el ridículo él mismo
la Medalla de Honor del Congreso.
Sí, señor.
No quería ser llamado "lisiado"
tal como no quería que me llamaran "estúpido".
Teniente Dan, ¿qué estás haciendo aquí?
Pues quiero probar mis piernas marinas.
Pero no tiene piernas, Teniente Dan.
Sí, lo sé. Me escribiste una carta, idiota.
Espera ahí, muchacho.
¿Me estás diciendo que sos el propietario
de la Corporación de Camarones Bubba Gump?
Sí. Tenemos más dinero que Davy Crockett.
Muchacho, he oído muchos cuentos en mi vida,
pero éste es el más increíble.
Nosotros estábamos sentados junto a un millonario.
Lo que estaba haciendo parecía que a la gente le daba sentido.
Y un día, fuera del cielo azul y diáfano.
Recibí una carta de Jenny
Preguntándome si quería ir a visitarla en Savannah
a verla, y eso es lo que estoy haciendo aquí.
La calle Henry está a cinco o seis cuadras... por allá.
- ¿Por allá? - Por allá.
Ha sido un placer hablar con usted.
¿Te casarías conmigo, Forrest?
Teniente Dan.
- Teniente Dan. - Hola, Forrest.
Tienes nuevas piernas. ¡Nuevas piernas!
Moriste un sábado por la mañana.
Y te enterré aquí debajo de nuestro árbol.
No sé... si cada uno de nosotros tenemos un... destino...
o si solo estamos flotando al azar, como la brisa...
pero yo... yo creo... que tal vez son ambas cosas.
Si llegas a necesitar algo... no estaré lejos.