Tip:
Highlight text to annotate it
X
Dedicando sólo 6 minutos por día, durante un año,
puedes leer todo el Nuevo Testamento
con el devocional de David Servant, “HeavenWord Daily”
Ordena tu copia en HeavenWord.TV
Bien. Volvamos a Mateo capítulo 4.
Estábamos leyendo acerca del llamado de Jesús a
Pedro y Andrés, hermanos,
y a Santiago y Juan , hermanos.
Pero saltamos a la historia como está narrada en Lucas.
En el 5to capítulo de su Evangelio.
Y vimos que hay mucho más de la historia
que lo expuesto en Mateo.
Es una historia maravillosa.
Quería pasar un tiempito ahí. En este segmento.
Porque hay una realidad interesante ahí.
Recuerden que Jesús estaba predicando, como lo hemos dicho varias veces,
"Arrepiéntanse, porque el Reino de los Cielos está cerca”
Y cuando Jesús pidió prestada la barca de Pedro y estaba sentado
mientras la multitud lo estaba escuchando en la costa del Mar de Galilea,
el mensaje de Jesús no cambió.
Jesús de pronto no se convirtió en un buscador de sensibles y dijo:
"Hoy chicos, vamos a hablar de cómo pueden tener éxito en la vida”
"y ustedes que son pescadores aquí…” No, no, no.
Todavía estaba predicando “arrepentimiento” y elaborando sobre ese tema.
Entonces, cómo se elabora sobre el tema del arrepentimiento.
¿Se habla de lo específico de lo que la gente necesita arrepentirse?
¿De las cosas que están haciendo mal. Y cómo lo pueden cambiar?
¿No es eso lo que hizo Juan el Bautista?
Seguro. Iba a cosas específicas en especial cuando la gente le preguntaba
"Qué debemos hacer?” y él les decía lo que deberían hacer.
Entonces, Pedro sentado ahí, Andrés sentado ahí; Santiago Sentado ahí,
Juan está sentado ahí entre toda la multitud.
Quizás cientos de miles de personas.
Y ellos lentamente se van sintiendo más condenados.
Ellos tenían respeto por Jesús. Ellos están sentados escuchándolo.
Entonces al finalizar el sermón de Jesús,
Él le dice a Pedro en el versículo 4 de Lucas 5:
"Lleva la barca hacia aguas más profundas,…
… y echen allí las redes para pescar.” (Lucas 5:4)
Y Pedro le dijo:
"Maestro, hemos estado trabajando, toda la noche…
… - trabajamos mucho - y no hemos pescado nada…” (Lucas 5:5).
Pero, vamos a hacer lo que tú dices.
Creo que Pedro y sus compañeros sabían algo de pesca.
Y probablemente había una buena razón por la cual pescar toda la noche.
Hay lugares en el mudo donde los pescadores sólo pescan de noche.
Es simple. Llevan como linternas y las colocan en varas que colocan
a cada lado de la barca, y los peces son atraídos por esa luz.
Y luego ellos se paran y ponen redes debajo de los peces.
No sé si ése fue el caso aquí. Pero, como sea, había una razón por la cual
Pedro y sus compañeros habían estado pescando a la noche.
Y ahora Jesús les está diciendo, vayan y pesquen durante el día.
"Pongan las redes en lo hondo”.
Entonces mientras lo hacían, obtenían esta pesca asombrosa.
Comenzaban a romperse las redes, de tantos peces.
Tratan de levantarlas a la barca. Llaman a Santiago y a Juan con su barca.
Ellos llenan su barca también.
Y las barcas están tan pesadas en el agua
que el agua ya estaba llegando al borde de la barca.
Esto era un pánico, un caos. ¡Sólo imaginen la escena!
¡Hubiera sido tan grandioso mirar!
Espero ver las imágenes reales de esto en el Cielo en algún momento.
Porque hubiera sido divertidísimo ver a estos hombres tratando de
poner todo los peces posibles de la red adentro de la barca.
Y sería un caso clásico de cuando la codicia sobrepasa a alguien.
¿Pueden parar? ¿Pueden estar satisfechos? Ya tenemos la barca llena,
Los lados de la barca están a centímetros del agua a punto de hundirse.
¿Por qué no paran? Siguen llenando la barca.
Y ellos lo ven como si fuesen signos de dólar. Porque iban a vender esos peces.
Esto era más que peces. Era dinero de ganancias caído del cielo.
Y cuando Pedro vio esto, llega a una especie de entendimiento, y dice:
"…cayó de rodillas ante Jesús y le dijo:…
"Señor. ¡Apártate de mí,…
… porque soy un pecador!” (Lucas 5:8)
No sé exactamente si Jesús estaba en una de esas barcas con ellos mirando,
o si sólo estaba en la orilla, se había quedado en la orilla y
Pedro vino nadando, se arrodilló y le dijo. “Oh Señor. No merezco esto.
Me sentí culpable durante tu sermón. Mi corazón está hecho pedazos.”
No está en verdad diciendo: “Apártate de mí Señor.” Es una expresión para.
"Señor no merezco esto. No soy merecedor. Necesito un cambio sustancial
en mi vida. Necesito que me cures” espiritualmente, digamos.
Y Jesús le dijo: “No temas, serás pescador de hombres, desde ahora.”
Te estoy llamando. Tengo un llamado más grande.
Hay un entendimiento en Pedro en un momento en que él necesitaba darse cuenta.
Pero quiero que vean la secuencia de cómo funcionó todo esto.
Él escuchó el sermón antes de ver el milagro. Ya se estaba sintiendo
culpable por su pecado y ahora ve esta bendición de Jesús, que además,
Ya no le importaba. Fue nada para él. Porque se dio cuenta:
“Aquí estoy. Enfocado en tener más dinero, en tener los últimos 10 centavos,
poniendo otro pez en mi barca que se hunde! Y estoy ignorando completamente
a la persona que hizo que este milagro ocurra.
Ahí está el Hijo de Dios. Parado ahí. Y yo estoy tratando de tener más peces
gritando a mis compañeros: “Vamos muchachos aquí hay más!”
Y se da cuenta. ¡Dios mío. Debo de estar loco! ¡No estoy entendiendo nada!
Creo que es un microcosmos de muchas de nuestras vidas.
Enfocados tanto en las cosas con las que Dios nos bendijo,
pero ignorando al que es la fuente del milagro.
Dios no quiere que tengamos ningún ídolo en nuestro corazón.
Y nosotros podemos tener ídolos de cosas que Él ha hecho por nosotros.
O cosas que ha hecho para nosotros o cosas que nos ha dado para disfrutar.
Porque estamos muy enfocados en el regalo e ignorando al que da el regalo.
Y cuando reconoces esto, ¡es un gran día!
Porque te das cuenta: “mi enfoque está totalmente equivocado”
Y gracias a Dios que Pedro se despertó a esto, en este día de su vida.
Y cambió su vida para siempre. Pedro se alegra de ese día aún hoy.
Y cambió la vida de multitudes de personas como resultado del cambio
en la vida de Pedro. Y ése es lo bello de todo esto:
un cambio de una vida lleva a otro cambio de vida.
Y eso es lo que Dios quiere que ocurra en tu vida también.
Entonces dejemos que Dios cambie nuestras vidas.
Respondámosle de la forma correcta.
Los veo en el próximo programa.
HeavenWord 7 es posible gracias al soporte económico de espectadores como usted. Gracias