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Isaac Asimov, Philip K. ***, Julio Verne, Mary Shelley,
nombres inmortales de autores visionarios.
Ellos fueron capaces de ver más allá de la ciencia de su presente
y lo que es más importante,
acercaron esta disciplina al público a través de artículos o novelas.
Historias imaginadas en un presente paralelo,
un futuro cercano o muy, muy lejano.
Pero siempre con una base científica.
Aquí comienza...
"Más ciencia que ficción",
la ficción al servicio de la ciencia.
Hoy en día nos hemos acostumbrado a delegar
parte de nuestro trabajo manual a máquinas preparadas para ello.
Ya sea en el día a día o en ámbitos más profesionales.
Sin embargo, años atrás, sólo el hecho de imaginarlo
era tarea de los divulgadores científicos
y, en mayor o menor medida,
de aquellos autores dedicados a la ciencia ficción.
Y entre todos ellos, un nombre, Isaac Asimov.
Para muchos el padre de la divulgación científica
y de esa categoría conocida como ciencia ficción.
Jesús Zamora es catedrático y profesor de Lógica,
historia y filosofía de la ciencia,
además de admirador del creador de las tres leyes de la robótica.
Con él nos acercamos a la figura del divulgador
que se convirtió en leyenda.
Es la persona que ha acercado la ciencia al público en mayor medida
posiblemente en la historia,
tal vez el único que pueda compararse que esté a su nivel sea Carl Sagan,
pero es uno de los divulgadores más importantes de la historia.
Él reconocía que no tenía talento como investigador,
pero como docente era genial.
Sus clases recibían aplausos cada vez que terminaba.
Esto, por otro lado, despertaba muchas envidias
entre sus compañeros de facultad
y de hecho no lo pasó muy bien en la universidad
por esta rivalidad con sus compañeros
y prácticamente la abandonó una vez que empezó a ganar más dinero
gracias a sus libros que con la universidad.
Pero este talento docente
se manifiesta en sus obras de divulgación
que son posiblemente las más claras, las más fáciles de entender
y no por ello menos profundas y rigurosas.
La cantidad de obras publicadas
en las que Asimov ha participado supera las 400.
Esa ingente cantidad de libros incluye
famosas novelas de ciencia ficción, como "Yo, Robot",
su archiconocida saga "Fundación" o tratados de ciencia,
de divulgación científica e incluso libros de historia antigua.
- Buenos días, señor, otra entrega a tiempo de...
- ¡Lárgate de mi vista, enlatador!
- Pasa un buen día.
- Muy bien, ahora juntos.
Muchas de esas historias se han utilizado,
con mayor o menor acierto, en el cine de Hollywood.
Sus apariciones televisivas son variadas.
Aquí destacamos esta entrevista de 1988
en el programa "World of Ideas".
En ella comentaba los beneficios de la futura,
ahora presente, educación a distancia
basada en las nuevas tecnologías de la comunicación.
Realmente Asimov es uno de los primeros
que piensan en el uso educativo que puede tener Internet
incluso antes de que Internet se conociera.
Él hablaba de la posibilidad de conectar unos ordenadores a otros
y esos ordenadores podían estar conectados a bases de datos
y a programas que tuvieran una función educativa.
Él había sufrido mucho en la escuela
en parte por pertenecer a una minoría,
en parte también por ser un poco el friki de la clase
porque tenía un nivel intelectual muy superior al de sus compañeros.
Entonces él pensaba que la escuela
no era el sitio más adecuado para aprender,
que la escuela era necesaria para socializarse,
para adquirir una serie de conocimientos básicos,
pero que la gente podría aprender mejor
si lo hacía libremente a través de sus ordenadores, desde sus casas.
En este repaso a la figura de Isaac Asimov,
queremos detenernos en un apartado
con una especial trascendencia en su obra,
la cuestión de la robótica.
Es en la obra "Yo, Robot", donde Asimov expone la teoría
de las tres leyes de la robótica
y donde los dilemas asociados
a la virtual humanidad de las máquinas
originan diversos debates entre los protagonistas.
Todo un tratado sobre la futura posibilidad de convivir con robots,
con máquinas que se rigen por tres supuestos,
tres reglas que les mantienen aparentemente lejos
de un posible daño, directo o indirecto,
contra el ser humano.
La noción que tiene Asimov de los robots
son unas máquinas que tienden progresivamente
a parecerse más y más a los humanos.
Esto es muy importante porque como obra literaria
acerca de la relación del hombre con la máquina,
o casi mejor de la máquina con el hombre,
que es la que tiene el protagonismo en todas sus obras,
es muy profunda, muy interesante,
y nos permite reflexionar mucho sobre el mundo mecanizado
al que nos estamos encaminando.
Pero también hay que reconocer que la imagen de los robots
que aparece en las obras de Asimov
está muy lejos de poderse desarrollar.
En los robots hay tres aspectos que pueden tener una mayor
o menor semejanza con el ser humano que son:
primero los movimientos físicos, el aspecto físico y el pensamiento.
Digamos que hacer un robot que tenga un aspecto físico
parecido a los humanos es relativamente sencillo,
consistiría en un maniquí que tuviese forma humana
y tuviese alguna capacidad informática dentro.
Los movimientos humanos es algo mucho más difícil de conseguir,
es uno de los mayores problemas
a los que se enfrentan los diseñadores de robots,
pero el pensamiento humano
naturalmente es todavía muchísimo más difícil de imitar.
- Hola.
- Hola, ¿qué tal?, ¿cómo te llamas?
No es necesario viajar muy lejos para encontrar proyectos
en los que se trabaja en robots.
Aquí, en España, universidades y diversas instituciones
se dedican a desarrollar lo que en un futuro
pueden llegar a ser ayudantes en el trabajo o en el hogar.
Compañeros repletos de circuitos que responden ante estímulos humanos.
El problema con la robótica
y con las máquinas tal y como se están desarrollando realmente,
es que no cumplen posiblemente este ideal moral
imaginado por Asimov
de que las máquinas tienen que estar al servicio del hombre
sino que son productos de la economía de mercado por así decir
y entonces obviamente las máquinas tienden a ayudar
a quienes tienen dinero suficiente para pagarlas
más que a quienes a lo mejor son explotados
gracias a esa máquina mejor.
Yo creo que el mundo al que nos está dirigiendo el desarrollo tecnológico
y económico no se parece mucho
al que Asimov habría soñado por desgracia.
Me gustaría que se pareciera más.
- Yo quería preguntarle en primer lugar, Sr. Asimov,
¿cuántos libros ha escrito
y a cuántos idiomas ha sido traducida sus obras?
En TVE, en el programa "Alcores"
tuvieron el privilegio de entrevistar a Asimov, en 1982.
El profesor dejó unas frases para recordar sobre ciencia ficción,
sobre exploración espacial, divulgación científica,
todo un repaso al mundo de la ciencia
de la boca de uno de sus mayores exponentes.
La ciencia es cada día más importante en nuestras vidas.
Porque cada día hay más cosas que dependen
de los avances científicos
y esto hace que gran parte de la sociedad se encuentre perdida.
No saben cómo funcionan las computadoras,
o qué hacen los robots,
o no entienden el significado de los últimos avances.
Yo creo que es importante porque afectan a sus vidas
y a la sociedad en la que viven.
Además, esos ciudadanos, con sus impuestos,
son los que pagan el desarrollo científico
y tienen derecho a saber qué está pasando.
Una forma de lograr esto es que aquel que pueda
debe explicar a la gente la ciencia
lo más claro y lo más seriamente que sepa.
Es una de las misiones que me he impuesto,
esta de servir de intermediario,
entre la ciencia y el sector no científico de la sociedad.
Gran parte del imaginario colectivo
en cuanto a la robótica de nuestros días
se lo debemos a Asimov,
quien escribió sobre ciencia con envoltorio de ciencia ficción
hasta 1992, año de su fallecimiento.
A partir de entonces, el divulgador, se convirtió en leyenda.