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Todos tenemos algún plato que se nos resiste a la hora de hacerlo. Yo siempre en el restaurante
que algún cliente me dice que no logra un punto, siempre se refiere al arroz, siempre.
Por ello ahora barrera superada, con arroz Brillante Sabroz siempre nos va a quedar en
el punto y vamos a disfrutar de elaborar esas recetas. Hoy vamos a hacer una receta de Ensalada
de Bacalao. Para ello necesitamos arroz Sabroz, bacalao, un poquito de perejil para decorar,
cebolleta, naranja, aceituna negra, tomate, aceite de oliva y sal.
Para comenzar con la ensalada de bacalao, hemos puesto un cazo con agua a hervir y un
poquito de sal. Y solamente tenemos que abrir nuestro arroz Sabroz con el abre fácil, que
es super sencillo y vamos a añadir dos cacillos: uno y el segundo. Más o menos con esta cantidad
tendremos para unas cuatro personas. Lo dejamos durante unos 18 minutos hervir. A mí me gusta
echarle mucho ingredientes a mis platos, por eso utilizo arroz Sabroz de Brillante, porque
sé que gracias a su extraordinaria absorción va a tener todo el sabor y va a hacer que
el resultado sea delicioso. Y siempre en su punto.
Transcurrido el tiempo, solamente nos queda escurrirlo. Y refrescarlo, en el chorro de
agua fría. Venga seguimos. Una vez que tenemos ya cocido el arroz, solamente nos queda el
resto de los ingredientes. Vamos a coger el bacalao. Es bacalao salado. Lo hemos desalado.
Le vamos a quitar un poquito la piel. ¿Veis? Nos ayudamos con el cuchillo. Ponemos la piel
para abajo, la tiramos y sin más podemos hacer unas tiras. Hacemos unas tiritas. Venga,
tenemos el bacalao por una parte. Aquí tenía un poquito más troceado. Lo vamos a añadir
a un bol. La aceituna, el bacalao que es protagonista junto con el arroz y por último la cebolleta.
Le quitamos la zona verde. Y la vamos a picar. La vamos a picar en una juliana que sea finita
finita. Para ello a lo largo. Como veis la tenemos y con el cuchillo como siempre os
he dicho con las puntas de los dedos hacia dentro. Apoyando es súper sencillo cortar.
Hacemos una juliana fina y la otra también. ¿Qué os parece? Es muy sencilla la receta.
Sencilla y muy sabrosa. Deshacemos un poquito la cebolla. La cebolleta mejor dicho. Más
tierna, más aromática. Y se la añadimos. Lo único que nos queda es añadirle el arroz.
Para la ensalada que vamos a hacer va a ser suficiente con esta cantidad. La vamos a enriquecer
con un buen chorro de aceite de oliva. Por último, un poquito de sal. Y sin más nos
queda remover nuestra ensalada. ¿Qué os parece? El bacalao junto con el arroz, la
untuosidad de la aceituna. Va a tener un sabor exquisito además del chorro de oliva que
le hemos echado. ¿Qué os parece? Tiene una pinta estupenda.
Vamos a emplatar. Un plato alargado he escogido yo, vamos a poner en el centro una camita,
por decirlo de alguna forma. ¡Fijaros qué pinta! Y ya veréis cuando lo terminemos.
Venga vamos a darle el punto de color. Para ello, un tomate. Le quitamos un poquito el
culo, lo tiramos. Y lo vamos a hacer en rodajitas lo más finas que podamos. En este caso como
veis, para ello siempre un cuchillo siempre siempre siempre bien afilado. Es la forma
mejor de no cortarnos. Y por otro lado vamos a hacer la naranja, lo mismo. Quitamos las
dos puntitas. Con un cuchillo vamos pelándola, es fácil. Tenemos que pelarla sin que nos
miedo a cortar parte de la naranja. Siempre hay que quitar toda la parte blanca, porque
puede resultar muy desagradable luego. Una vez que la tenemos bien pelada. Nos deshacemos
de esto y es tan fácil como ir sacando los gajos entre línea y línea, ¿veis? Nos va
a quedar siempre limpia limpia limpia y la parte más jugosa de la naranja.
Una vez que tenemos el tomate y los gajos, lo que vamos a hacer es rematar el plato.
Colocamos el tomate sobre el arroz sin taparlo del todo. ¿Veis qué sencillo y qué color?
Y por último los gajos de naranja. A mí me gusta ponerlos así. ¿Qué os parece?
¿Qué os parece? ¿Qué os parece? Qué maravilla de ensalada fácil, súper sencilla de hacer
y además si no os podéis sentar a comerla, la podéis guardar perfectamente en la nevera
porque con arroz Sabroz al día siguiente está exactamente igual que si la hubiéramos
hecho en el momento. ¡Buen provecho!