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El Libro De Los Salmos Salmo 1
Sal 1:1 Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos,
Ni estuvo en camino de pecadores, Ni en silla de escarnecedores se ha sentado;
Sal 1:2 Sino que en la ley de Jehová está su delicia,
Y en su ley medita de día y de noche. Sal 1:3 Será como árbol plantado junto a
corrientes de aguas, Que da su fruto en su tiempo,
Y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará.
Sal 1:4 No así los malos, Que son como el tamo que arrebata el viento.
Sal 1:5 Por tanto, no se levantarán los malos en el juicio,
Ni los pecadores en la congregación de los justos.
Sal 1:6 Porque Jehová conoce el camino de los justos;
Mas la senda de los malos perecerá. Salmo 2
Sal 2:1 ¿Por qué se amotinan las gentes, Y los pueblos piensan cosas vanas?
Sal 2:2 Se levantarán los reyes de la tierra, Y príncipes consultarán unidos
Contra Jehová y contra su ungido, diciendo: Sal 2:3 Rompamos sus ligaduras,
Y echemos de nosotros sus cuerdas. Sal 2:4 El que mora en los cielos se reirá;
El Señor se burlará de ellos. Sal 2:5 Luego hablará a ellos en su furor,
Y los turbará con su ira. Sal 2:6 Pero yo he puesto mi rey
Sobre Sion, mi santo monte. Sal 2:7 Yo publicaré el decreto;
Jehová me ha dicho: Mi hijo eres tú; Yo te engendré hoy.
Sal 2:8 Pídeme, y te daré por herencia las naciones,
Y como posesión tuya los confines de la tierra. Sal 2:9 Los quebrantarás con vara de hierro;
Como vasija de alfarero los desmenuzarás. Sal 2:10 Ahora, pues, oh reyes, sed prudentes;
Admitid amonestación, jueces de la tierra. Sal 2:11 Servid a Jehová con temor,
Y alegraos con temblor. Sal 2:12 Honrad al Hijo, para que no se enoje,
y perezcáis en el camino; Pues se inflama de pronto su ira.
Bienaventurados todos los que en él confían. Salmo 3
Sal 3:1 ¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado
mis adversarios! Muchos son los que se levantan contra mí.
Sal 3:2 Muchos son los que dicen de mí: No hay para él salvación en Dios. Selah
Sal 3:3 Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mí;
Mi gloria, y el que levanta mi cabeza. Sal 3:4 Con mi voz clamé a Jehová,
Y él me respondió desde su monte santo. Selah
Sal 3:5 Yo me acosté y dormí, Y desperté, porque Jehová me sustentaba.
Sal 3:6 No temeré a diez millares de gente, Que pusieren sitio contra mí.
Sal 3:7 Levántate, Jehová; sálvame, Dios mío;
Porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla;
Los dientes de los perversos quebrantaste. Sal 3:8 La salvación es de Jehová;
Sobre tu pueblo sea tu bendición. Selah Salmo 4
Sal 4:1 Respóndeme cuando clamo, oh Dios de mi justicia.
Cuando estaba en angustia, tú me hiciste ensanchar;
Ten misericordia de mí, y oye mi oración. Sal 4:2 Hijos de los hombres, ¿hasta cuándo
volveréis mi honra en infamia, Amaréis la vanidad, y buscaréis la mentira?
Selah Sal 4:3 Sabed, pues, que Jehová ha escogido
al piadoso para sí; Jehová oirá cuando yo a él clamare.
Sal 4:4 Temblad, y no pequéis; Meditad en vuestro corazón estando en vuestra
cama, y callad. Selah Sal 4:5 Ofreced sacrificios de justicia,
Y confiad en Jehová. Sal 4:6 Muchos son los que dicen: ¿Quién
nos mostrará el bien? Alza sobre nosotros, oh Jehová, la luz de
tu rostro. Sal 4:7 Tú diste alegría a mi corazón
Mayor que la de ellos cuando abundaba su grano y su mosto.
Sal 4:8 En paz me acostaré, y asimismo dormiré; Porque solo tú, Jehová, me haces vivir confiado.
Salmo 5 Sal 5:1
Escucha, oh Jehová, mis palabras; Considera mi gemir.
Sal 5:2 Está atento a la voz de mi clamor, Rey mío y Dios mío,
Porque a ti oraré. Sal 5:3 Oh Jehová, de mañana oirás mi voz;
De mañana me presentaré delante de ti, y esperaré.
Sal 5:4 Porque tú no eres un Dios que se complace en la maldad;
El malo no habitará junto a ti. Sal 5:5 Los insensatos no estarán delante
de tus ojos; Aborreces a todos los que hacen iniquidad.
Sal 5:6 Destruirás a los que hablan mentira; Al hombre sanguinario y engañador abominará
Jehová. Sal 5:7 Mas yo por la abundancia de tu misericordia
entraré en tu casa; Adoraré hacia tu santo templo en tu temor.
Sal 5:8 Guíame, Jehová, en tu justicia, a causa de mis enemigos;
Endereza delante de mí tu camino. Sal 5:9 Porque en la boca de ellos no hay
sinceridad; Sus entrañas son maldad,
Sepulcro abierto es su garganta, Con su lengua hablan lisonjas.
Sal 5:10 Castígalos, oh Dios; Caigan por sus mismos consejos;
Por la multitud de sus transgresiones échalos fuera,
Porque se rebelaron contra ti. Sal 5:11 Pero alégrense todos los que en
ti confían; Den voces de júbilo para siempre, porque
tú los defiendes; En ti se regocijen los que aman tu nombre.
Sal 5:12 Porque tú, oh Jehová, bendecirás al justo;
Como con un escudo lo rodearás de tu favor. Salmo 6
Sal 6:1 Jehová, no me reprendas en tu enojo,
Ni me castigues con tu ira. Sal 6:2 Ten misericordia de mí, oh Jehová,
porque estoy enfermo; Sáname, oh Jehová, porque mis huesos se
estremecen. Sal 6:3 Mi alma también está muy turbada;
Y tú, Jehová, ¿hasta cuándo? Sal 6:4 Vuélvete, oh Jehová, libra mi alma;
Sálvame por tu misericordia. Sal 6:5 Porque en la muerte no hay memoria
de ti; En el Seol, ¿quién te alabará?
Sal 6:6 Me he consumido a fuerza de gemir; Todas las noches inundo de llanto mi lecho,
Riego mi cama con mis lágrimas. Sal 6:7 Mis ojos están gastados de sufrir;
Se han envejecido a causa de todos mis angustiadores. Sal 6:8 Apartaos de mí, todos los hacedores
de iniquidad; Porque Jehová ha oído la voz de mi lloro.
Sal 6:9 Jehová ha oído mi ruego; Ha recibido Jehová mi oración.
Sal 6:10 Se avergonzarán y se turbarán mucho todos mis enemigos;
Se volverán y serán avergonzados de repente. Salmo 7
Sal 7:1 Jehová Dios mío, en ti he confiado;
Sálvame de todos los que me persiguen, y líbrame,
Sal 7:2 No sea que desgarren mi alma cual león,
Y me destrocen sin que haya quien me libre. Sal 7:3 Jehová Dios mío, si yo he hecho
esto, Si hay en mis manos iniquidad;
Sal 7:4 Si he dado mal pago al que estaba en paz conmigo
(Antes he libertado al que sin causa era mi enemigo),
Sal 7:5 Persiga el enemigo mi alma, y alcáncela; Huelle en tierra mi vida,
Y mi honra ponga en el polvo. Selah Sal 7:6 Levántate, oh Jehová, en tu ira;
Alzate en contra de la furia de mis angustiadores, Y despierta en favor mío el juicio que mandaste.
Sal 7:7 Te rodeará congregación de pueblos, Y sobre ella vuélvete a sentar en alto.
Sal 7:8 Jehová juzgará a los pueblos; Júzgame, oh Jehová, conforme a mi justicia,
Y conforme a mi integridad. Sal 7:9 Fenezca ahora la maldad de los inicuos,
mas establece tú al justo; Porque el Dios justo prueba la mente y el
corazón. Sal 7:10 Mi escudo está en Dios,
Que salva a los rectos de corazón. Sal 7:11 Dios es juez justo,
Y Dios está airado contra el impío todos los días.
Sal 7:12 Si no se arrepiente, él afilará su espada;
Armado tiene ya su arco, y lo ha preparado. Sal 7:13 Asimismo ha preparado armas de muerte,
Y ha labrado saetas ardientes. Sal 7:14 He aquí, el impío concibió maldad,
Se preñó de iniquidad, Y dio a luz engaño.
Sal 7:15 Pozo ha cavado, y lo ha ahondado; Y en el hoyo que hizo caerá.
Sal 7:16 Su iniquidad volverá sobre su cabeza, Y su agravio caerá sobre su propia coronilla.
Sal 7:17 Alabaré a Jehová conforme a su justicia,
Y cantaré al nombre de Jehová el Altísimo. Salmo 8
Sal 8:1 ¡Oh Jehová, Señor nuestro,
Cuán glorioso es tu nombre en toda la tierra! Has puesto tu gloria sobre los cielos;
Sal 8:2 De la boca de los niños y de los que maman, fundaste la fortaleza,
A causa de tus enemigos, Para hacer callar al enemigo y al vengativo.
Sal 8:3 Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos,
La luna y las estrellas que tú formaste, Sal 8:4 Digo: ¿Qué es el hombre, para que
tengas de él memoria, Y el hijo del hombre, para que lo visites?
Sal 8:5 Le has hecho poco menor que los ángeles, Y lo coronaste de gloria y de honra.
Sal 8:6 Le hiciste señorear sobre las obras de tus manos;
Todo lo pusiste debajo de sus pies: Sal 8:7 Ovejas y bueyes, todo ello,
Y asimismo las bestias del campo, Sal 8:8 Las aves de los cielos y los peces
del mar; Todo cuanto pasa por los senderos del mar.
Sal 8:9 ¡Oh Jehová, Señor nuestro, Cuán grande es tu nombre en toda la tierra!
Salmo 9 Sal 9:1
Te alabaré, oh Jehová, con todo mi corazón; Contaré todas tus maravillas.
Sal 9:2 Me alegraré y me regocijaré en ti; Cantaré a tu nombre, oh Altísimo.
Sal 9:3 Mis enemigos volvieron atrás; Cayeron y perecieron delante de ti.
Sal 9:4 Porque has mantenido mi derecho y mi causa;
Te has sentado en el trono juzgando con justicia. Sal 9:5 Reprendiste a las naciones, destruiste
al malo, Borraste el nombre de ellos eternamente y
para siempre. Sal 9:6 Los enemigos han perecido; han quedado
desolados para siempre; Y las ciudades que derribaste,
Su memoria pereció con ellas. Sal 9:7 Pero Jehová permanecerá para siempre;
Ha dispuesto su trono para juicio. Sal 9:8 El juzgará al mundo con justicia,
Y a los pueblos con rectitud. Sal 9:9 Jehová será refugio del pobre,
Refugio para el tiempo de angustia. Sal 9:10 En ti confiarán los que conocen
tu nombre, Por cuanto tú, oh Jehová, no desamparaste
a los que te buscaron. Sal 9:11 Cantad a Jehová, que habita en Sion;
Publicad entre los pueblos sus obras. Sal 9:12 Porque el que demanda la sangre se
acordó de ellos; No se olvidó del clamor de los afligidos.
Sal 9:13 Ten misericordia de mí, Jehová; Mira mi aflicción que padezco a causa de
los que me aborrecen, Tú que me levantas de las puertas de la muerte,
Sal 9:14 Para que cuente yo todas tus alabanzas En las puertas de la hija de Sion,
Y me goce en tu salvación. Sal 9:15 Se hundieron las naciones en el hoyo
que hicieron; En la red que escondieron fue tomado su pie.
Sal 9:16 Jehová se ha hecho conocer en el juicio que ejecutó;
En la obra de sus manos fue enlazado el malo. Higaion. Selah
Sal 9:17 Los malos serán trasladados al Seol, Todas las gentes que se olvidan de Dios.
Sal 9:18 Porque no para siempre será olvidado el menesteroso,
Ni la esperanza de los pobres perecerá perpetuamente. Sal 9:19 Levántate, oh Jehová; no se fortalezca
el hombre; Sean juzgadas las naciones delante de ti.
Sal 9:20 Pon, oh Jehová, temor en ellos; Conozcan las naciones que no son sino hombres.
Selah Salmo 10
Sal 10:1 ¿Por qué estás lejos, oh Jehová, Y te escondes en el tiempo de la tribulación?
Sal 10:2 Con arrogancia el malo persigue al pobre;
Será atrapado en los artificios que ha ideado. Sal 10:3 Porque el malo se jacta del deseo
de su alma, Bendice al codicioso, y desprecia a Jehová.
Sal 10:4 El malo, por la altivez de su rostro, no busca a Dios;
No hay Dios en ninguno de sus pensamientos. Sal 10:5 Sus caminos son torcidos en todo
tiempo; Tus juicios los tiene muy lejos de su vista;
A todos sus adversarios desprecia. Sal 10:6 Dice en su corazón: No seré movido
jamás; Nunca me alcanzará el infortunio.
Sal 10:7 Llena está su boca de maldición, y de engaños y fraude;
Debajo de su lengua hay vejación y maldad. Sal 10:8 Se sienta en acecho cerca de las
aldeas; En escondrijos mata al inocente.
Sus ojos están acechando al desvalido; Sal 10:9 Acecha en oculto, como el león desde
su cueva; Acecha para arrebatar al pobre;
Arrebata al pobre trayéndolo a su red. Sal 10:10 Se encoge, se agacha,
Y caen en sus fuertes garras muchos desdichados. Sal 10:11 Dice en su corazón: Dios ha olvidado;
Ha encubierto su rostro; nunca lo verá. Sal 10:12 Levántate, oh Jehová Dios, alza
tu mano; No te olvides de los pobres.
Sal 10:13 ¿Por qué desprecia el malo a Dios? En su corazón ha dicho: Tú no lo inquirirás.
Sal 10:14 Tú lo has visto; porque miras el trabajo y la vejación, para dar la recompensa
con tu mano; A ti se acoge el desvalido;
Tú eres el amparo del huérfano. Sal 10:15 Quebranta tú el brazo del inicuo,
Y persigue la maldad del malo hasta que no halles ninguna.
Sal 10:16 Jehová es Rey eternamente y para siempre;
De su tierra han perecido las naciones. Sal 10:17 El deseo de los humildes oíste,
oh Jehová; Tú dispones su corazón, y haces atento tu
oído, Sal 10:18 Para juzgar al huérfano y al oprimido,
A fin de que no vuelva más a hacer violencia el hombre de la tierra.
Salmo 11 Sal 11:1
En Jehová he confiado; ¿Cómo decís a mi alma,
Que escape al monte cual ave? Sal 11:2 Porque he aquí, los malos tienden
el arco, Disponen sus saetas sobre la cuerda,
Para asaetear en oculto a los rectos de corazón. Sal 11:3 Si fueren destruidos los fundamentos,
¿Qué ha de hacer el justo? Sal 11:4 Jehová está en su santo templo;
Jehová tiene en el cielo su trono; Sus ojos ven, sus párpados examinan a los
hijos de los hombres. Sal 11:5 Jehová prueba al justo;
Pero al malo y al que ama la violencia, su alma los aborrece.
Sal 11:6 Sobre los malos hará llover calamidades; Fuego, azufre y viento abrasador será la
porción del cáliz de ellos. Sal 11:7 Porque Jehová es justo, y ama la
justicia; El hombre recto mirará su rostro.
Salmo 12 Sal 12:1
Salva, oh Jehová, porque se acabaron los piadosos;
Porque han desaparecido los fieles de entre los hijos de los hombres.
Sal 12:2 Habla mentira cada uno con su prójimo; Hablan con labios lisonjeros, y con doblez
de corazón. Sal 12:3 Jehová destruirá todos los labios
lisonjeros, Y la lengua que habla jactanciosamente;
Sal 12:4 A los que han dicho: Por nuestra lengua prevaleceremos;
Nuestros labios son nuestros; ¿quién es señor de nosotros?
Sal 12:5 Por la opresión de los pobres, por el gemido de los menesterosos,
Ahora me levantaré, dice Jehová; Pondré en salvo al que por ello suspira.
Sal 12:6 Las palabras de Jehová son palabras limpias,
Como plata refinada en horno de tierra, Purificada siete veces.
Sal 12:7 Tú, Jehová, los guardarás; De esta generación los preservarás para
siempre. Sal 12:8 Cercando andan los malos,
Cuando la vileza es exaltada entre los hijos de los hombres.
Salmo 13 Sal 13:1
¿Hasta cuándo, Jehová? ¿Me olvidarás para siempre?
¿Hasta cuándo esconderás tu rostro de mí? Sal 13:2 ¿Hasta cuándo pondré consejos
en mi alma, Con tristezas en mi corazón cada día?
¿Hasta cuándo será enaltecido mi enemigo sobre mí?
Sal 13:3 Mira, respóndeme, oh Jehová Dios mío;
Alumbra mis ojos, para que no duerma de muerte; Sal 13:4 Para que no diga mi enemigo: Lo vencí.
Mis enemigos se alegrarían, si yo resbalara. Sal 13:5 Mas yo en tu misericordia he confiado;
Mi corazón se alegrará en tu salvación. Sal 13:6 Cantaré a Jehová,
Porque me ha hecho bien. Salmo 14
Sal 14:1 Dice el necio en su corazón:
No hay Dios. Se han corrompido, hacen obras abominables;
No hay quien haga el bien. Sal 14:2 Jehová miró desde los cielos sobre
los hijos de los hombres, Para ver si había algún entendido,
Que buscara a Dios. Sal 14:3 Todos se desviaron, a una se han
corrompido; No hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera
uno. Sal 14:4 ¿No tienen discernimiento todos
los que hacen iniquidad, Que devoran a mi pueblo como si comiesen pan,
Y a Jehová no invocan? Sal 14:5 Ellos temblaron de espanto;
Porque Dios está con la generación de los justos.
Sal 14:6 Del consejo del pobre se han burlado, Pero Jehová es su esperanza.
Sal 14:7 ¡Oh, que de Sion saliera la salvación de Israel!
Cuando Jehová hiciere volver a los cautivos de su pueblo,
Se gozará Jacob, y se alegrará Israel. Salmo 15
Sal 15:1 Jehová, ¿quién habitará en tu tabernáculo?
¿Quién morará en tu monte santo? Sal 15:2 El que anda en integridad y hace
justicia, Y habla verdad en su corazón.
Sal 15:3 El que no calumnia con su lengua, Ni hace mal a su prójimo,
Ni admite reproche alguno contra su vecino. Sal 15:4 Aquel a cuyos ojos el vil es menospreciado,
Pero honra a los que temen a Jehová. El que aun jurando en daño suyo, no por eso
cambia; Sal 15:5 Quien su dinero no dio a usura,
Ni contra el inocente admitió cohecho. El que hace estas cosas, no resbalará jamás
Salmo 16 Sal 16:1
Guárdame, oh Dios, porque en ti he confiado. Sal 16:2 Oh alma mía, dijiste a Jehová:
Tú eres mi Señor; No hay para mí bien fuera de ti.
Sal 16:3 Para los santos que están en la tierra,
Y para los íntegros, es toda mi complacencia. Sal 16:4 Se multiplicarán los dolores de
aquellos que sirven diligentes a otro dios. No ofreceré yo sus libaciones de sangre,
Ni en mis labios tomaré sus nombres. Sal 16:5 Jehová es la porción de mi herencia
y de mi copa; Tú sustentas mi suerte.
Sal 16:6 Las cuerdas me cayeron en lugares deleitosos,
Y es hermosa la heredad que me ha tocado. Sal 16:7 Bendeciré a Jehová que me aconseja;
Aun en las noches me enseña mi conciencia. Sal 16:8 A Jehová he puesto siempre delante
de mí; Porque está a mi diestra, no seré conmovido.
Sal 16:9 Se alegró por tanto mi corazón, y se gozó mi alma;
Mi carne también reposará confiadamente; Sal 16:10 Porque no dejarás mi alma en el
Seol, Ni permitirás que tu santo vea corrupción.
Sal 16:11 Me mostrarás la senda de la vida; En tu presencia hay plenitud de gozo;
Delicias a tu diestra para siempre. Salmo 17
Sal 17:1 Oye, oh Jehová, una causa justa; está atento
a mi clamor. Escucha mi oración hecha de labios sin engaño.
Sal 17:2 De tu presencia proceda mi vindicación; Vean tus ojos la rectitud.
Sal 17:3 Tú has probado mi corazón, me has visitado de noche;
Me has puesto a prueba, y nada inicuo hallaste; He resuelto que mi boca no haga transgresión.
Sal 17:4 En cuanto a las obras humanas, por la palabra de tus labios
Yo me he guardado de las sendas de los violentos. Sal 17:5 Sustenta mis pasos en tus caminos,
Para que mis pies no resbalen. Sal 17:6 Yo te he invocado, por cuanto tú
me oirás, oh Dios; Inclina a mí tu oído, escucha mi palabra.
Sal 17:7 Muestra tus maravillosas misericordias, tú que salvas a los que se refugian a tu
diestra, De los que se levantan contra ellos.
Sal 17:8 Guárdame como a la niña de tus ojos;
Escóndeme bajo la sombra de tus alas, Sal 17:9 De la vista de los malos que me oprimen,
De mis enemigos que buscan mi vida. Sal 17:10 Envueltos están con su grosura;
Con su boca hablan arrogantemente. Sal 17:11 Han cercado ahora nuestros pasos;
Tienen puestos sus ojos para echarnos por tierra.
Sal 17:12 Son como león que desea hacer presa, Y como leoncillo que está en su escondite.
Sal 17:13 Levántate, oh Jehová; Sal a su encuentro, póstrales;
Libra mi alma de los malos con tu espada, Sal 17:14 De los hombres con tu mano, oh Jehová,
De los hombres mundanos, cuya porción la tienen en esta vida,
Y cuyo vientre está lleno de tu tesoro. Sacian a sus hijos,
Y aun sobra para sus pequeñuelos. Sal 17:15 En cuanto a mí, veré tu rostro
en justicia; Estaré satisfecho cuando despierte a tu semejanza.
Salmo 18 Sal 18:1
Te amo, oh Jehová, fortaleza mía. Sal 18:2 Jehová, roca mía y castillo mío,
y mi libertador; Dios mío, fortaleza mía, en él confiaré;
Mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
Sal 18:3 Invocaré a Jehová, quien es digno de ser alabado,
Y seré salvo de mis enemigos. Sal 18:4 Me rodearon ligaduras de muerte,
Y torrentes de perversidad me atemorizaron. Sal 18:5 Ligaduras del Seol me rodearon,
Me tendieron lazos de muerte. Sal 18:6 En mi angustia invoqué a Jehová,
Y clamé a mi Dios. El oyó mi voz desde su templo,
Y mi clamor llegó delante de él, a sus oídos. Sal 18:7 La tierra fue conmovida y tembló;
Se conmovieron los cimientos de los montes, Y se estremecieron, porque se indignó él.
Sal 18:8 Humo subió de su nariz, Y de su boca fuego consumidor;
Carbones fueron por él encendidos. Sal 18:9 Inclinó los cielos, y descendió;
Y había densas tinieblas debajo de sus pies. Sal 18:10 Cabalgó sobre un querubín, y voló;
Voló sobre las alas del viento. Sal 18:11 Puso tinieblas por su escondedero,
por cortina suya alrededor de sí; Oscuridad de aguas, nubes de los cielos.
Sal 18:12 Por el resplandor de su presencia, sus nubes pasaron;
Granizo y carbones ardientes. Sal 18:13 Tronó en los cielos Jehová,
Y el Altísimo dio su voz; Granizo y carbones de fuego.
Sal 18:14 Envió sus saetas, y los dispersó; Lanzó relámpagos, y los destruyó.
Sal 18:15 Entonces aparecieron los abismos de las aguas,
Y quedaron al descubierto los cimientos del mundo,
A tu reprensión, oh Jehová, Por el soplo del aliento de tu nariz.
Sal 18:16 Envió desde lo alto; me tomó, Me sacó de las muchas aguas.
Sal 18:17 Me libró de mi poderoso enemigo, Y de los que me aborrecían; pues eran más
fuertes que yo. Sal 18:18 Me asaltaron en el día de mi quebranto,
Mas Jehová fue mi apoyo. Sal 18:19 Me sacó a lugar espacioso;
Me libró, porque se agradó de mí. Sal 18:20 Jehová me ha premiado conforme
a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos me ha
recompensado. Sal 18:21 Porque yo he guardado los caminos
de Jehová, Y no me aparté impíamente de mi Dios.
Sal 18:22 Pues todos sus juicios estuvieron delante de mí,
Y no me he apartado de sus estatutos. Sal 18:23 Fui recto para con él, y me he
guardado de mi maldad, Sal 18:24 Por lo cual me ha recompensado Jehová
conforme a mi justicia; Conforme a la limpieza de mis manos delante
de su vista. Sal 18:25 Con el misericordioso te mostrarás
misericordioso, Y recto para con el hombre íntegro.
Sal 18:26 Limpio te mostrarás para con el limpio,
Y severo serás para con el perverso. Sal 18:27 Porque tú salvarás al pueblo afligido,
Y humillarás los ojos altivos. Sal 18:28 Tú encenderás mi lámpara;
Jehová mi Dios alumbrará mis tinieblas. Sal 18:29 Contigo desbarataré ejércitos,
Y con mi Dios asaltaré muros. Sal 18:30 En cuanto a Dios, perfecto es su
camino, Y acrisolada la palabra de Jehová;
Escudo es a todos los que en él esperan. Sal 18:31 Porque ¿quién es Dios sino sólo
Jehová? ¿Y qué roca hay fuera de nuestro Dios?
Sal 18:32 Dios es el que me ciñe de poder, Y quien hace perfecto mi camino;
Sal 18:33 Quien hace mis pies como de ciervas, Y me hace estar firme sobre mis alturas;
Sal 18:34 Quien adiestra mis manos para la batalla,
Para entesar con mis brazos el arco de bronce. Sal 18:35 Me diste asimismo el escudo de tu
salvación; Tu diestra me sustentó,
Y tu benignidad me ha engrandecido. Sal 18:36 Ensanchaste mis pasos debajo de
mí, Y mis pies no han resbalado.
Sal 18:37 Perseguí a mis enemigos, y los alcancé,
Y no volví hasta acabarlos. Sal 18:38 Los herí de modo que no se levantasen;
Cayeron debajo de mis pies. Sal 18:39 Pues me ceñiste de fuerzas para
la pelea; Has humillado a mis enemigos debajo de mí.
Sal 18:40 Has hecho que mis enemigos me vuelvan las espaldas,
Para que yo destruya a los que me aborrecen. Sal 18:41 Clamaron, y no hubo quien salvase;
Aun a Jehová, pero no los oyó. Sal 18:42 Y los molí como polvo delante del
viento; Los eché fuera como lodo de las calles.
Sal 18:43 Me has librado de las contiendas del pueblo;
Me has hecho cabeza de las naciones; Pueblo que yo no conocía me sirvió.
Sal 18:44 Al oír de mí me obedecieron; Los hijos de extraños se sometieron a mí.
Sal 18:45 Los extraños se debilitaron Y salieron temblando de sus encierros.
Sal 18:46 Viva Jehová, y bendita sea mi roca, Y enaltecido sea el Dios de mi salvación;
Sal 18:47 El Dios que venga mis agravios, Y somete pueblos debajo de mí;
Sal 18:48 El que me libra de mis enemigos, Y aun me eleva sobre los que se levantan contra
mí; Me libraste de varón violento.
Sal 18:49 Por tanto yo te confesaré entre las naciones, oh Jehová,
Y cantaré a tu nombre. Sal 18:50 Grandes triunfos da a su rey,
Y hace misericordia a su ungido, A David y a su descendencia, para siempre.
Salmo 19 Sal 19:1
Los cielos cuentan la gloria de Dios, Y el firmamento anuncia la obra de sus manos.
Sal 19:2 Un día emite palabra a otro día, Y una noche a otra noche declara sabiduría.
Sal 19:3 No hay lenguaje, ni palabras, Ni es oída su voz.
Sal 19:4 Por toda la tierra salió su voz, Y hasta el extremo del mundo sus palabras.
En ellos puso tabernáculo para el sol; Sal 19:5 Y éste, como esposo que sale de
su tálamo, Se alegra cual gigante para correr el camino.
Sal 19:6 De un extremo de los cielos es su salida,
Y su curso hasta el término de ellos; Y nada hay que se esconda de su calor.
Sal 19:7 La ley de Jehová es perfecta, que convierte el alma;
El testimonio de Jehová es fiel, que hace sabio al sencillo.
Sal 19:8 Los mandamientos de Jehová son rectos, que alegran el corazón;
El precepto de Jehová es puro, que alumbra los ojos.
Sal 19:9 El temor de Jehová es limpio, que permanece para siempre;
Los juicios de Jehová son verdad, todos justos. Sal 19:10 Deseables son más que el oro, y
más que mucho oro afinado; Y dulces más que miel, y que la que destila
del panal. Sal 19:11 Tu siervo es además amonestado
con ellos; En guardarlos hay grande galardón.
Sal 19:12 ¿Quién podrá entender sus propios errores?
Líbrame de los que me son ocultos. Sal 19:13 Preserva también a tu siervo de
las soberbias; Que no se enseñoreen de mí;
Entonces seré íntegro, y estaré limpio de gran rebelión.
Sal 19:14 Sean gratos los dichos de mi boca y la meditación de mi corazón delante de
ti, Oh Jehová, roca mía, y redentor mío.
Salmo 20 Sal 20:1
Jehová te oiga en el día de conflicto; El nombre del Dios de Jacob te defienda.
Sal 20:2 Te envíe ayuda desde el santuario, Y desde Sion te sostenga.
Sal 20:3 Haga memoria de todas tus ofrendas, Y acepte tu holocausto. Selah
Sal 20:4 Te dé conforme al deseo de tu corazón, Y cumpla todo tu consejo.
Sal 20:5 Nosotros nos alegraremos en tu salvación, Y alzaremos pendón en el nombre de nuestro
Dios; Conceda Jehová todas tus peticiones.
Sal 20:6 Ahora conozco que Jehová salva a su ungido;
Lo oirá desde sus santos cielos Con la potencia salvadora de su diestra.
Sal 20:7 Estos confían en carros, y aquéllos en caballos;
Mas nosotros del nombre de Jehová nuestro Dios tendremos memoria.
Sal 20:8 Ellos flaquean y caen, Mas nosotros nos levantamos, y estamos en
pie. Sal 20:9 Salva, Jehová;
Que el Rey nos oiga en el día que lo invoquemos. Salmo 21
Sal 21:1 El rey se alegra en tu poder, oh Jehová;
Y en tu salvación, ¡cómo se goza! Sal 21:2 Le has concedido el deseo de su corazón,
Y no le negaste la petición de sus labios. Selah
Sal 21:3 Porque le has salido al encuentro con bendiciones de bien;
Corona de oro fino has puesto sobre su cabeza. Sal 21:4 Vida te demandó, y se la diste;
Largura de días eternamente y para siempre. Sal 21:5 Grande es su gloria en tu salvación;
Honra y majestad has puesto sobre él. Sal 21:6 Porque lo has bendecido para siempre;
Lo llenaste de alegría con tu presencia. Sal 21:7 Por cuanto el rey confía en Jehová,
Y en la misericordia del Altísimo, no será conmovido.
Sal 21:8 Alcanzará tu mano a todos tus enemigos; Tu diestra alcanzará a los que te aborrecen.
Sal 21:9 Los pondrás como horno de fuego en el tiempo de tu ira;
Jehová los deshará en su ira, Y fuego los consumirá.
Sal 21:10 Su fruto destruirás de la tierra, Y su descendencia de entre los hijos de los
hombres. Sal 21:11 Porque intentaron el mal contra
ti; Fraguaron maquinaciones, mas no prevalecerán,
Sal 21:12 Pues tú los pondrás en fuga; En tus cuerdas dispondrás saetas contra sus
rostros. Sal 21:13 Engrandécete, oh Jehová, en tu
poder; Cantaremos y alabaremos tu poderío.
Salmo 22 Sal 22:1
Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué estás tan lejos de mi salvación,
y de las palabras de mi clamor? Sal 22:2 Dios mío, clamo de día, y no respondes;
Y de noche, y no hay para mí reposo. Sal 22:3 Pero tú eres santo,
Tú que habitas entre las alabanzas de Israel. Sal 22:4 En ti esperaron nuestros padres;
Esperaron, y tú los libraste. Sal 22:5 Clamaron a ti, y fueron librados;
Confiaron en ti, y no fueron avergonzados. Sal 22:6 Mas yo soy gusano, y no hombre;
Oprobio de los hombres, y despreciado del pueblo.
Sal 22:7 Todos los que me ven me escarnecen; Estiran la boca, menean la cabeza, diciendo:
Sal 22:8 Se encomendó a Jehová; líbrele él;
Sálvele, puesto que en él se complacía. Sal 22:9 Pero tú eres el que me sacó del
vientre; El que me hizo estar confiado desde que estaba
a los pechos de mi madre. Sal 22:10 Sobre ti fui echado desde antes
de nacer; Desde el vientre de mi madre, tú eres mi
Dios. Sal 22:11 No te alejes de mí, porque la angustia
está cerca; Porque no hay quien ayude.
Sal 22:12 Me han rodeado muchos toros; Fuertes toros de Basán me han cercado.
Sal 22:13 Abrieron sobre mí su boca Como león rapaz y rugiente.
Sal 22:14 He sido derramado como aguas, Y todos mis huesos se descoyuntaron;
Mi corazón fue como cera, Derritiéndose en medio de mis entrañas.
Sal 22:15 Como un tiesto se secó mi vigor, Y mi lengua se pegó a mi paladar,
Y me has puesto en el polvo de la muerte. Sal 22:16 Porque perros me han rodeado;
Me ha cercado cuadrilla de malignos; Horadaron mis manos y mis pies.
Sal 22:17 Contar puedo todos mis huesos; Entre tanto, ellos me miran y me observan.
Sal 22:18 Repartieron entre sí mis vestidos, Y sobre mi ropa echaron suertes.
Sal 22:19 Mas tú, Jehová, no te alejes; Fortaleza mía, apresúrate a socorrerme.
Sal 22:20 Libra de la espada mi alma, Del poder del perro mi vida.
Sal 22:21 Sálvame de la boca del león, Y líbrame de los cuernos de los búfalos.
Sal 22:22 Anunciaré tu nombre a mis hermanos; En medio de la congregación te alabaré.
Sal 22:23 Los que teméis a Jehová, alabadle; Glorificadle, descendencia toda de Jacob,
Y temedle vosotros, descendencia toda de Israel. Sal 22:24 Porque no menospreció ni abominó
la aflicción del afligido, Ni de él escondió su rostro;
Sino que cuando clamó a él, le oyó. Sal 22:25 De ti será mi alabanza en la gran
congregación; Mis votos pagaré delante de los que le temen.
Sal 22:26 Comerán los humildes, y serán saciados;
Alabarán a Jehová los que le buscan; Vivirá vuestro corazón para siempre.
Sal 22:27 Se acordarán, y se volverán a Jehová todos los confines de la tierra,
Y todas las familias de las naciones adorarán delante de ti.
Sal 22:28 Porque de Jehová es el reino, Y él regirá las naciones.
Sal 22:29 Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra;
Se postrarán delante de él todos los que descienden al polvo,
Aun el que no puede conservar la vida a su propia alma.
Sal 22:30 La posteridad le servirá; Esto será contado de Jehová hasta la postrera
generación. Sal 22:31 Vendrán, y anunciarán su justicia;
A pueblo no nacido aún, anunciarán que él hizo esto.
Salmo 23 Sal 23:1
Jehová es mi pastor; nada me faltará. Sal 23:2 En lugares de delicados pastos me
hará descansar; Junto a aguas de reposo me pastoreará.
Sal 23:3 Confortará mi alma; Me guiará por sendas de justicia por amor
de su nombre. Sal 23:4 Aunque ande en valle de sombra de
muerte, No temeré mal alguno, porque tú estarás
conmigo; Tu vara y tu cayado me infundirán aliento.
Sal 23:5 Aderezas mesa delante de mí en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Sal 23:6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos días.
Salmo 24 Sal 24:1
De Jehová es la tierra y su plenitud; El mundo, y los que en él habitan.
Sal 24:2 Porque él la fundó sobre los mares, Y la afirmó sobre los ríos.
Sal 24:3 ¿Quién subirá al monte de Jehová? ¿Y quién estará en su lugar santo?
Sal 24:4 El limpio de manos y puro de corazón; El que no ha elevado su alma a cosas vanas,
Ni jurado con engaño. Sal 24:5 El recibirá bendición de Jehová,
Y justicia del Dios de salvación. Sal 24:6 Tal es la generación de los que
le buscan, De los que buscan tu rostro, oh Dios de Jacob.
Selah Sal 24:7 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,
Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria.
Sal 24:8 ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová el fuerte y valiente,
Jehová el poderoso en batalla. Sal 24:9 Alzad, oh puertas, vuestras cabezas,
Y alzaos vosotras, puertas eternas, Y entrará el Rey de gloria.
Sal 24:10 ¿Quién es este Rey de gloria? Jehová de los ejércitos,
El es el Rey de la gloria. Selah Salmo 25
Sal 25:1 A ti, oh Jehová, levantaré mi alma.
Sal 25:2 Dios mío, en ti confío; No sea yo avergonzado,
No se alegren de mí mis enemigos. Sal 25:3 Ciertamente ninguno de cuantos esperan
en ti será confundido; Serán avergonzados los que se rebelan sin
causa. Sal 25:4 Muéstrame, oh Jehová, tus caminos;
Enséñame tus sendas. Sal 25:5 Encamíname en tu verdad, y enséñame,
Porque tú eres el Dios de mi salvación; En ti he esperado todo el día.
Sal 25:6 Acuérdate, oh Jehová, de tus piedades y de tus misericordias,
Que son perpetuas. Sal 25:7 De los pecados de mi juventud, y
de mis rebeliones, no te acuerdes; Conforme a tu misericordia acuérdate de mí,
Por tu bondad, oh Jehová. Sal 25:8 Bueno y recto es Jehová;
Por tanto, él enseñará a los pecadores el camino.
Sal 25:9 Encaminará a los humildes por el juicio,
Y enseñará a los mansos su carrera. Sal 25:10 Todas las sendas de Jehová son
misericordia y verdad, Para los que guardan su pacto y sus testimonios.
Sal 25:11 Por amor de tu nombre, oh Jehová, Perdonarás también mi pecado, que es grande.
Sal 25:12 ¿Quién es el hombre que teme a Jehová?
El le enseñará el camino que ha de escoger. Sal 25:13 Gozará él de bienestar,
Y su descendencia heredará la tierra. Sal 25:14 La comunión íntima de Jehová
es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto.
Sal 25:15 Mis ojos están siempre hacia Jehová, Porque él sacará mis pies de la red.
Sal 25:16 Mírame, y ten misericordia de mí, Porque estoy solo y afligido.
Sal 25:17 Las angustias de mi corazón se han aumentado;
Sácame de mis congojas. Sal 25:18 Mira mi aflicción y mi trabajo,
Y perdona todos mis pecados. Sal 25:19 Mira mis enemigos, cómo se han
multiplicado, Y con odio violento me aborrecen.
Sal 25:20 Guarda mi alma, y líbrame; No sea yo avergonzado, porque en ti confié.
Sal 25:21 Integridad y rectitud me guarden, Porque en ti he esperado.
Sal 25:22 Redime, oh Dios, a Israel De todas sus angustias.
Salmo 26 Sal 26:1
Júzgame, oh Jehová, porque yo en mi integridad he andado;
He confiado asimismo en Jehová sin titubear. Sal 26:2 Escudríñame, oh Jehová, y pruébame;
Examina mis íntimos pensamientos y mi corazón. Sal 26:3 Porque tu misericordia está delante
de mis ojos, Y ando en tu verdad.
Sal 26:4 No me he sentado con hombres hipócritas, Ni entré con los que andan simuladamente.
Sal 26:5 Aborrecí la reunión de los malignos, Y con los impíos nunca me senté.
Sal 26:6 Lavaré en inocencia mis manos, Y así andaré alrededor de tu altar, oh Jehová,
Sal 26:7 Para exclamar con voz de acción de gracias,
Y para contar todas tus maravillas. Sal 26:8 Jehová, la habitación de tu casa
he amado, Y el lugar de la morada de tu gloria.
Sal 26:9 No arrebates con los pecadores mi alma,
Ni mi vida con hombres sanguinarios, Sal 26:10 En cuyas manos está el mal,
Y su diestra está llena de sobornos. Sal 26:11 Mas yo andaré en mi integridad;
Redímeme, y ten misericordia de mí. Sal 26:12 Mi pie ha estado en rectitud;
En las congregaciones bendeciré a Jehová. Salmo 27
Sal 27:1 Jehová es mi luz y mi salvación; ¿de quién
temeré? Jehová es la fortaleza de mi vida; ¿de quién
he de atemorizarme? Sal 27:2 Cuando se juntaron contra mí los
malignos, mis angustiadores y mis enemigos, Para comer mis carnes, ellos tropezaron y
cayeron. Sal 27:3 Aunque un ejército acampe contra
mí, No temerá mi corazón;
Aunque contra mí se levante guerra, Yo estaré confiado.
Sal 27:4 Una cosa he demandado a Jehová, ésta buscaré;
Que esté yo en la casa de Jehová todos los días de mi vida,
Para contemplar la hermosura de Jehová, y para inquirir en su templo.
Sal 27:5 Porque él me esconderá en su tabernáculo en el día del mal;
Me ocultará en lo reservado de su morada; Sobre una roca me pondrá en alto.
Sal 27:6 Luego levantará mi cabeza sobre mis enemigos que me rodean,
Y yo sacrificaré en su tabernáculo sacrificios de júbilo;
Cantaré y entonaré alabanzas a Jehová. Sal 27:7 Oye, oh Jehová, mi voz con que a
ti clamo; Ten misericordia de mí, y respóndeme.
Sal 27:8 Mi corazón ha dicho de ti: Buscad mi rostro.
Tu rostro buscaré, oh Jehová; Sal 27:9 No escondas tu rostro de mí.
No apartes con ira a tu siervo; Mi ayuda has sido.
No me dejes ni me desampares, Dios de mi salvación. Sal 27:10 Aunque mi padre y mi madre me dejaran,
Con todo, Jehová me recogerá. Sal 27:11 Enséñame, oh Jehová, tu camino,
Y guíame por senda de rectitud A causa de mis enemigos.
Sal 27:12 No me entregues a la voluntad de mis enemigos;
Porque se han levantado contra mí testigos falsos, y los que respiran crueldad.
Sal 27:13 Hubiera yo desmayado, si no creyese que veré la bondad de Jehová
En la tierra de los vivientes. Sal 27:14 Aguarda a Jehová;
Esfuérzate, y aliéntese tu corazón; Sí, espera a Jehová.
Salmo 28 Sal 28:1
A ti clamaré, oh Jehová. Roca mía, no te desentiendas de mí,
Para que no sea yo, dejándome tú, Semejante a los que descienden al sepulcro.
Sal 28:2 Oye la voz de mis ruegos cuando clamo a ti,
Cuando alzo mis manos hacia tu santo templo. Sal 28:3 No me arrebates juntamente con los
malos, Y con los que hacen iniquidad,
Los cuales hablan paz con sus prójimos, Pero la maldad está en su corazón.
Sal 28:4 Dales conforme a su obra, y conforme a la perversidad de sus hechos;
Dales su merecido conforme a la obra de sus manos.
Sal 28:5 Por cuanto no atendieron a los hechos de Jehová,
Ni a la obra de sus manos, El los derribará, y no los edificará.
Sal 28:6 Bendito sea Jehová, Que oyó la voz de mis ruegos.
Sal 28:7 Jehová es mi fortaleza y mi escudo; En él confió mi corazón, y fui ayudado,
Por lo que se gozó mi corazón, Y con mi cántico le alabaré.
Sal 28:8 Jehová es la fortaleza de su pueblo, Y el refugio salvador de su ungido.
Sal 28:9 Salva a tu pueblo, y bendice a tu heredad;
Y pastoréales y susténtales para siempre. Salmo 29
Sal 29:1 Tributad a Jehová, oh hijos de los poderosos,
Dad a Jehová la gloria y el poder. Sal 29:2 Dad a Jehová la gloria debida a
su nombre; Adorad a Jehová en la hermosura de la santidad.
Sal 29:3 Voz de Jehová sobre las aguas; Truena el Dios de gloria,
Jehová sobre las muchas aguas. Sal 29:4 Voz de Jehová con potencia;
Voz de Jehová con gloria. Sal 29:5 Voz de Jehová que quebranta los
cedros; Quebrantó Jehová los cedros del Líbano.
Sal 29:6 Los hizo saltar como becerros; Al Líbano y al Sirión como hijos de búfalos.
Sal 29:7 Voz de Jehová que derrama llamas de fuego;
Sal 29:8 Voz de Jehová que hace temblar el desierto;
Hace temblar Jehová el desierto de Cades. Sal 29:9 Voz de Jehová que desgaja las encinas,
Y desnuda los bosques; En su templo todo proclama su gloria.
Sal 29:10 Jehová preside en el diluvio, Y se sienta Jehová como rey para siempre.
Sal 29:11 Jehová dará poder a su pueblo; Jehová bendecirá a su pueblo con paz.
Salmo 30 Sal 30:1
Te glorificaré, oh Jehová, porque me has exaltado,
Y no permitiste que mis enemigos se alegraran de mí.
Sal 30:2 Jehová Dios mío, A ti clamé, y me sanaste.
Sal 30:3 Oh Jehová, hiciste subir mi alma del Seol;
Me diste vida, para que no descendiese a la sepultura.
Sal 30:4 Cantad a Jehová, vosotros sus santos, Y celebrad la memoria de su santidad.
Sal 30:5 Porque un momento será su ira, Pero su favor dura toda la vida.
Por la noche durará el lloro, Y a la mañana vendrá la alegría.
Sal 30:6 En mi prosperidad dije yo: No seré jamás conmovido,
Sal 30:7 Porque tú, Jehová, con tu favor me afirmaste como monte fuerte.
Escondiste tu rostro, fui turbado. Sal 30:8 A ti, oh Jehová, clamaré,
Y al Señor suplicaré. Sal 30:9 ¿Qué provecho hay en mi muerte
cuando descienda a la sepultura? ¿Te alabará el polvo? ¿Anunciará tu verdad?
Sal 30:10 Oye, oh Jehová, y ten misericordia de mí;
Jehová, sé tú mi ayudador. Sal 30:11 Has cambiado mi lamento en baile;
Desataste mi cilicio, y me ceñiste de alegría. Sal 30:12 Por tanto, a ti cantaré, gloria
mía, y no estaré callado. Jehová Dios mío, te alabaré para siempre.
Salmo 31 Sal 31:1
En ti, oh Jehová, he confiado; no sea yo confundido jamás;
Líbrame en tu justicia. Sal 31:2 Inclina a mí tu oído, líbrame
pronto; Sé tú mi roca fuerte, y fortaleza para salvarme.
Sal 31:3 Porque tú eres mi roca y mi castillo; Por tu nombre me guiarás y me encaminarás.
Sal 31:4 Sácame de la red que han escondido para mí,
Pues tú eres mi refugio. Sal 31:5 En tu mano encomiendo mi espíritu;
Tú me has redimido, oh Jehová, Dios de verdad. Sal 31:6 Aborrezco a los que esperan en vanidades
ilusorias; Mas yo en Jehová he esperado.
Sal 31:7 Me gozaré y alegraré en tu misericordia, Porque has visto mi aflicción;
Has conocido mi alma en las angustias. Sal 31:8 No me entregaste en mano del enemigo;
Pusiste mis pies en lugar espacioso. Sal 31:9 Ten misericordia de mí, oh Jehová,
porque estoy en angustia; Se han consumido de tristeza mis ojos, mi
alma también y mi cuerpo. Sal 31:10 Porque mi vida se va gastando de
dolor, y mis años de suspirar; Se agotan mis fuerzas a causa de mi iniquidad,
y mis huesos se han consumido. Sal 31:11 De todos mis enemigos soy objeto
de oprobio, Y de mis vecinos mucho más, y el horror de
mis conocidos; Los que me ven fuera huyen de mí.
Sal 31:12 He sido olvidado de su corazón como un muerto;
He venido a ser como un vaso quebrado. Sal 31:13 Porque oigo la calumnia de muchos;
El miedo me asalta por todas partes, Mientras consultan juntos contra mí
E idean quitarme la vida. Sal 31:14 Mas yo en ti confío, oh Jehová;
Digo: Tú eres mi Dios. Sal 31:15 En tu mano están mis tiempos;
Líbrame de la mano de mis enemigos y de mis perseguidores.
Sal 31:16 Haz resplandecer tu rostro sobre tu siervo;
Sálvame por tu misericordia. Sal 31:17 No sea yo avergonzado, oh Jehová,
ya que te he invocado; Sean avergonzados los impíos, estén mudos
en el Seol. Sal 31:18 Enmudezcan los labios mentirosos,
Que hablan contra el justo cosas duras Con soberbia y menosprecio.
Sal 31:19 ¡Cuán grande es tu bondad, que has guardado para los que te temen,
Que has mostrado a los que esperan en ti, delante de los hijos de los hombres!
Sal 31:20 En lo secreto de tu presencia los esconderás de la conspiración del hombre;
Los pondrás en un tabernáculo a cubierto de contención de lenguas.
Sal 31:21 Bendito sea Jehová, Porque ha hecho maravillosa su misericordia
para conmigo en ciudad fortificada. Sal 31:22 Decía yo en mi premura: Cortado
soy de delante de tus ojos; Pero tú oíste la voz de mis ruegos cuando
a ti clamaba. Sal 31:23 Amad a Jehová, todos vosotros sus
santos; A los fieles guarda Jehová,
Y paga abundantemente al que procede con soberbia. Sal 31:24 Esforzaos todos vosotros los que
esperáis en Jehová, Y tome aliento vuestro corazón.
Salmo 32 Sal 32:1
Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
Sal 32:2 Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad,
Y en cuyo espíritu no hay engaño. Sal 32:3 Mientras callé, se envejecieron
mis huesos En mi gemir todo el día.
Sal 32:4 Porque de día y de noche se agravó sobre mí tu mano;
Se volvió mi verdor en sequedades de verano. Selah
Sal 32:5 Mi pecado te declaré, y no encubrí mi iniquidad.
Dije: Confesaré mis transgresiones a Jehová; Y tú perdonaste la maldad de mi pecado. Selah
Sal 32:6 Por esto orará a ti todo santo en el tiempo en que puedas ser hallado;
Ciertamente en la inundación de muchas aguas no llegarán éstas a él.
Sal 32:7 Tú eres mi refugio; me guardarás de la angustia;
Con cánticos de liberación me rodearás. Selah
Sal 32:8 Te haré entender, y te enseñaré el camino en que debes andar;
Sobre ti fijaré mis ojos. Sal 32:9 No seáis como el caballo, o como
el mulo, sin entendimiento, Que han de ser sujetados con cabestro y con
freno, Porque si no, no se acercan a ti.
Sal 32:10 Muchos dolores habrá para el impío; Mas al que espera en Jehová, le rodea la
misericordia. Sal 32:11 Alegraos en Jehová y gozaos, justos;
Y cantad con júbilo todos vosotros los rectos de corazón.
Salmo 33 Sal 33:1 Alegraos, oh justos, en Jehová;
En los íntegros es hermosa la alabanza. Sal 33:2 Aclamad a Jehová con arpa;
Cantadle con salterio y decacordio. Sal 33:3 Cantadle cántico nuevo;
Hacedlo bien, tañendo con júbilo. Sal 33:4 Porque recta es la palabra de Jehová,
Y toda su obra es hecha con fidelidad. Sal 33:5 El ama justicia y juicio;
De la misericordia de Jehová está llena la tierra.
Sal 33:6 Por la palabra de Jehová fueron hechos los cielos,
Y todo el ejército de ellos por el aliento de su boca.
Sal 33:7 El junta como montón las aguas del mar;
El pone en depósitos los abismos. Sal 33:8 Tema a Jehová toda la tierra;
Teman delante de él todos los habitantes del mundo.
Sal 33:9 Porque él dijo, y fue hecho; El mandó, y existió.
Sal 33:10 Jehová hace nulo el consejo de las naciones,
Y frustra las maquinaciones de los pueblos. Sal 33:11 El consejo de Jehová permanecerá
para siempre; Los pensamientos de su corazón por todas
las generaciones. Sal 33:12 Bienaventurada la nación cuyo Dios
es Jehová, El pueblo que él escogió como heredad para
sí. Sal 33:13 Desde los cielos miró Jehová;
Vio a todos los hijos de los hombres; Sal 33:14 Desde el lugar de su morada miró
Sobre todos los moradores de la tierra. Sal 33:15 El formó el corazón de todos ellos;
Atento está a todas sus obras. Sal 33:16 El rey no se salva por la multitud
del ejército, Ni escapa el valiente por la mucha fuerza.
Sal 33:17 Vano para salvarse es el caballo; La grandeza de su fuerza a nadie podrá librar.
Sal 33:18 He aquí el ojo de Jehová sobre los que le temen,
Sobre los que esperan en su misericordia, Sal 33:19 Para librar sus almas de la muerte,
Y para darles vida en tiempo de hambre. Sal 33:20 Nuestra alma espera a Jehová;
Nuestra ayuda y nuestro escudo es él. Sal 33:21 Por tanto, en él se alegrará nuestro
corazón, Porque en su santo nombre hemos confiado.
Sal 33:22 Sea tu misericordia, oh Jehová, sobre nosotros,
Según esperamos en ti. Salmo 34
Sal 34:1 Bendeciré a Jehová en todo tiempo;
Su alabanza estará de continuo en mi boca. Sal 34:2 En Jehová se gloriará mi alma;
Lo oirán los mansos, y se alegrarán. Sal 34:3 Engrandeced a Jehová conmigo,
Y exaltemos a una su nombre. Sal 34:4 Busqué a Jehová, y él me oyó,
Y me libró de todos mis temores. Sal 34:5 Los que miraron a él fueron alumbrados,
Y sus rostros no fueron avergonzados. Sal 34:6 Este pobre clamó, y le oyó Jehová,
Y lo libró de todas sus angustias. Sal 34:7 El ángel de Jehová acampa alrededor
de los que le temen, Y los defiende.
Sal 34:8 Gustad, y ved que es bueno Jehová; Dichoso el hombre que confía en él.
Sal 34:9 Temed a Jehová, vosotros sus santos, Pues nada falta a los que le temen.
Sal 34:10 Los leoncillos necesitan, y tienen hambre;
Pero los que buscan a Jehová no tendrán falta de ningún bien.
Sal 34:11 Venid, hijos, oídme; El temor de Jehová os enseñaré.
Sal 34:12 ¿Quién es el hombre que desea vida,
Que desea muchos días para ver el bien? Sal 34:13 Guarda tu lengua del mal,
Y tus labios de hablar engaño. Sal 34:14 Apártate del mal, y haz el bien;
Busca la paz, y síguela. Sal 34:15 Los ojos de Jehová están sobre
los justos, Y atentos sus oídos al clamor de ellos.
Sal 34:16 La ira de Jehová contra los que hacen mal,
Para cortar de la tierra la memoria de ellos. Sal 34:17 Claman los justos, y Jehová oye,
Y los libra de todas sus angustias. Sal 34:18 Cercano está Jehová a los quebrantados
de corazón; Y salva a los contritos de espíritu.
Sal 34:19 Muchas son las aflicciones del justo, Pero de todas ellas le librará Jehová.
Sal 34:20 El guarda todos sus huesos; Ni uno de ellos será quebrantado.
Sal 34:21 Matará al malo la maldad, Y los que aborrecen al justo serán condenados.
Sal 34:22 Jehová redime el alma de sus siervos, Y no serán condenados cuantos en él confían.
Salmo 35 Sal 35:1
Disputa, oh Jehová, con los que contra mí contienden;
Pelea contra los que me combaten. Sal 35:2 Echa mano al escudo y al pavés,
Y levántate en mi ayuda. Sal 35:3 Saca la lanza, cierra contra mis
perseguidores; Dí a mi alma: Yo soy tu salvación.
Sal 35:4 Sean avergonzados y confundidos los que buscan mi vida;
Sean vueltos atrás y avergonzados los que mi mal intentan.
Sal 35:5 Sean como el tamo delante del viento, Y el ángel de Jehová los acose.
Sal 35:6 Sea su camino tenebroso y resbaladizo, Y el ángel de Jehová los persiga.
Sal 35:7 Porque sin causa escondieron para mí su red en un hoyo;
Sin causa cavaron hoyo para mi alma. Sal 35:8 Véngale el quebrantamiento sin que
lo sepa, Y la red que él escondió lo prenda;
Con quebrantamiento caiga en ella. Sal 35:9 Entonces mi alma se alegrará en
Jehová; Se regocijará en su salvación.
Sal 35:10 Todos mis huesos dirán: Jehová, ¿quién como tú,
Que libras al afligido del más fuerte que él,
Y al pobre y menesteroso del que le despoja? Sal 35:11 Se levantan testigos malvados;
De lo que no sé me preguntan; Sal 35:12 Me devuelven mal por bien,
Para afligir a mi alma. Sal 35:13 Pero yo, cuando ellos enfermaron,
me vestí de cilicio; Afligí con ayuno mi alma,
Y mi oración se volvía a mi seno. Sal 35:14 Como por mi compañero, como por
mi hermano andaba; Como el que trae luto por madre, enlutado
me humillaba. Sal 35:15 Pero ellos se alegraron en mi adversidad,
y se juntaron; Se juntaron contra mí gentes despreciables,
y yo no lo entendía; Me despedazaban sin descanso;
Sal 35:16 Como lisonjeros, escarnecedores y truhanes,
Crujieron contra mí sus dientes. Sal 35:17 Señor, ¿hasta cuándo verás esto?
Rescata mi alma de sus destrucciones, mi vida de los leones.
Sal 35:18 Te confesaré en grande congregación; Te alabaré entre numeroso pueblo.
Sal 35:19 No se alegren de mí los que sin causa son mis enemigos,
Ni los que me aborrecen sin causa guiñen el ojo.
Sal 35:20 Porque no hablan paz; Y contra los mansos de la tierra piensan palabras
engañosas. Sal 35:21 Ensancharon contra mí su boca;
Dijeron: ¡Ea, ea, nuestros ojos lo han visto! Sal 35:22 Tú lo has visto, oh Jehová; no
calles; Señor, no te alejes de mí.
Sal 35:23 Muévete y despierta para hacerme justicia,
Dios mío y Señor mío, para defender mi causa.
Sal 35:24 Júzgame conforme a tu justicia, Jehová Dios mío,
Y no se alegren de mí. Sal 35:25 No digan en su corazón: ¡Ea, alma
nuestra! No digan: ¡Le hemos devorado!
Sal 35:26 Sean avergonzados y confundidos a una los que de mi mal se alegran;
Vístanse de vergüenza y de confusión los que se engrandecen contra mí.
Sal 35:27 Canten y alégrense los que están a favor de mi justa causa,
Y digan siempre: Sea exaltado Jehová, Que ama la paz de su siervo.
Sal 35:28 Y mi lengua hablará de tu justicia Y de tu alabanza todo el día.
Salmo 36 Sal 36:1
La iniquidad del impío me dice al corazón: No hay temor de Dios delante de sus ojos.
Sal 36:2 Se lisonjea, por tanto, en sus propios ojos,
De que su iniquidad no será hallada y aborrecida. Sal 36:3 Las palabras de su boca son iniquidad
y fraude; Ha dejado de ser cuerdo y de hacer el bien.
Sal 36:4 Medita maldad sobre su cama; Está en camino no bueno,
El mal no aborrece. Sal 36:5 Jehová, hasta los cielos llega tu
misericordia, Y tu fidelidad alcanza hasta las nubes.
Sal 36:6 Tu justicia es como los montes de Dios,
Tus juicios, abismo grande. Oh Jehová, al hombre y al animal conservas.
Sal 36:7 ¡Cuán preciosa, oh Dios, es tu misericordia!
Por eso los hijos de los hombres se amparan bajo la sombra de tus alas.
Sal 36:8 Serán completamente saciados de la grosura de tu casa,
Y tú los abrevarás del torrente de tus delicias. Sal 36:9 Porque contigo está el manantial
de la vida; En tu luz veremos la luz.
Sal 36:10 Extiende tu misericordia a los que te conocen,
Y tu justicia a los rectos de corazón. Sal 36:11 No venga pie de soberbia contra
mí, Y mano de impíos no me mueva.
Sal 36:12 Allí cayeron los hacedores de iniquidad; Fueron derribados, y no podrán levantarse.
Salmo 37 Sal 37:1
No te impacientes a causa de los malignos, Ni tengas envidia de los que hacen iniquidad.
Sal 37:2 Porque como hierba serán pronto cortados,
Y como la hierba verde se secarán. Sal 37:3 Confía en Jehová, y haz el bien;
Y habitarás en la tierra, y te apacentarás de la verdad.
Sal 37:4 Deléitate asimismo en Jehová, Y él te concederá las peticiones de tu corazón.
Sal 37:5 Encomienda a Jehová tu camino, Y confía en él; y él hará.
Sal 37:6 Exhibirá tu justicia como la luz, Y tu derecho como el mediodía.
Sal 37:7 Guarda silencio ante Jehová, y espera en él.
No te alteres con motivo del que prospera en su camino,
Por el hombre que hace maldades. Sal 37:8 Deja la ira, y desecha el enojo;
No te excites en manera alguna a hacer lo malo.
Sal 37:9 Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán
la tierra. Sal 37:10 Pues de aquí a poco no existirá
el malo; Observarás su lugar, y no estará allí.
Sal 37:11 Pero los mansos heredarán la tierra, Y se recrearán con abundancia de paz.
Sal 37:12 Maquina el impío contra el justo, Y cruje contra él sus dientes;
Sal 37:13 El Señor se reirá de él; Porque ve que viene su día.
Sal 37:14 Los impíos desenvainan espada y entesan su arco,
Para derribar al pobre y al menesteroso, Para matar a los de recto proceder.
Sal 37:15 Su espada entrará en su mismo corazón, Y su arco será quebrado.
Sal 37:16 Mejor es lo poco del justo, Que las riquezas de muchos pecadores.
Sal 37:17 Porque los brazos de los impíos serán quebrados;
Mas el que sostiene a los justos es Jehová. Sal 37:18 Conoce Jehová los días de los
perfectos, Y la heredad de ellos será para siempre.
Sal 37:19 No serán avergonzados en el mal tiempo,
Y en los días de hambre serán saciados. Sal 37:20 Mas los impíos perecerán,
Y los enemigos de Jehová como la grasa de los carneros
Serán consumidos; se disiparán como el humo. Sal 37:21 El impío toma prestado, y no paga;
Mas el justo tiene misericordia, y da. Sal 37:22 Porque los benditos de él heredarán
la tierra; Y los malditos de él serán destruidos.
Sal 37:23 Por Jehová son ordenados los pasos del hombre,
Y él aprueba su camino. Sal 37:24 Cuando el hombre cayere, no quedará
postrado, Porque Jehová sostiene su mano.
Sal 37:25 Joven fui, y he envejecido, Y no he visto justo desamparado,
Ni su descendencia que mendigue pan. Sal 37:26 En todo tiempo tiene misericordia,
y presta; Y su descendencia es para bendición.
Sal 37:27 Apártate del mal, y haz el bien, Y vivirás para siempre.
Sal 37:28 Porque Jehová ama la rectitud, Y no desampara a sus santos.
Para siempre serán guardados; Mas la descendencia de los impíos será destruida.
Sal 37:29 Los justos heredarán la tierra, Y vivirán para siempre sobre ella.
Sal 37:30 La boca del justo habla sabiduría, Y su lengua habla justicia.
Sal 37:31 La ley de su Dios está en su corazón; Por tanto, sus pies no resbalarán.
Sal 37:32 Acecha el impío al justo, Y procura matarlo.
Sal 37:33 Jehová no lo dejará en sus manos, Ni lo condenará cuando le juzgaren.
Sal 37:34 Espera en Jehová, y guarda su camino, Y él te exaltará para heredar la tierra;
Cuando sean destruidos los pecadores, lo verás. Sal 37:35 Vi yo al impío sumamente enaltecido,
Y que se extendía como laurel verde. Sal 37:36 Pero él pasó, y he aquí ya no
estaba; Lo busqué, y no fue hallado.
Sal 37:37 Considera al íntegro, y mira al justo;
Porque hay un final dichoso para el hombre de paz.
Sal 37:38 Mas los transgresores serán todos a una destruidos;
La posteridad de los impíos será extinguida. Sal 37:39 Pero la salvación de los justos
es de Jehová, Y él es su fortaleza en el tiempo de la angustia.
Sal 37:40 Jehová los ayudará y los librará; Los libertará de los impíos, y los salvará,
Por cuanto en él esperaron. Salmo 38
Sal 38:1 Jehová, no me reprendas en tu furor,
Ni me castigues en tu ira. Sal 38:2 Porque tus saetas cayeron sobre mí,
Y sobre mí ha descendido tu mano. Sal 38:3 Nada hay sano en mi carne, a causa
de tu ira; Ni hay paz en mis huesos, a causa de mi pecado.
Sal 38:4 Porque mis iniquidades se han agravado sobre mi cabeza;
Como carga pesada se han agravado sobre mí. Sal 38:5 Hieden y supuran mis llagas,
A causa de mi locura. Sal 38:6 Estoy encorvado, estoy humillado
en gran manera, Ando enlutado todo el día.
Sal 38:7 Porque mis lomos están llenos de ardor,
Y nada hay sano en mi carne. Sal 38:8 Estoy debilitado y molido en gran
manera; Gimo a causa de la conmoción de mi corazón.
Sal 38:9 Señor, delante de ti están todos mis deseos,
Y mi suspiro no te es oculto. Sal 38:10 Mi corazón está acongojado, me
ha dejado mi vigor, Y aun la luz de mis ojos me falta ya.
Sal 38:11 Mis amigos y mis compañeros se mantienen lejos de mi plaga,
Y mis cercanos se han alejado. Sal 38:12 Los que buscan mi vida arman lazos,
Y los que procuran mi mal hablan iniquidades, Y meditan fraudes todo el día.
Sal 38:13 Mas yo, como si fuera sordo, no oigo;
Y soy como mudo que no abre la boca. Sal 38:14 Soy, pues, como un hombre que no
oye, Y en cuya boca no hay reprensiones.
Sal 38:15 Porque en ti, oh Jehová, he esperado; Tú responderás, Jehová Dios mío.
Sal 38:16 Dije: No se alegren de mí; Cuando mi pie resbale, no se engrandezcan
sobre mí. Sal 38:17 Pero yo estoy a punto de caer,
Y mi dolor está delante de mí continuamente. Sal 38:18 Por tanto, confesaré mi maldad,
Y me contristaré por mi pecado. Sal 38:19 Porque mis enemigos están vivos
y fuertes, Y se han aumentado los que me aborrecen sin
causa. Sal 38:20 Los que pagan mal por bien
Me son contrarios, por seguir yo lo bueno. Sal 38:21 No me desampares, oh Jehová;
Dios mío, no te alejes de mí. Sal 38:22 Apresúrate a ayudarme,
Oh Señor, mi salvación. Salmo 39
Sal 39:1 Yo dije: Atenderé a mis caminos,
Para no pecar con mi lengua; Guardaré mi boca con freno,
En tanto que el impío esté delante de mí. Sal 39:2 Enmudecí con silencio, me callé
aun respecto de lo bueno; Y se agravó mi dolor.
Sal 39:3 Se enardeció mi corazón dentro de mí;
En mi meditación se encendió fuego, Y así proferí con mi lengua:
Sal 39:4 Hazme saber, Jehová, mi fin, Y cuánta sea la medida de mis días;
Sepa yo cuán frágil soy. Sal 39:5 He aquí, diste a mis días término
corto, Y mi edad es como nada delante de ti;
Ciertamente es completa vanidad todo hombre que vive. Selah
Sal 39:6 Ciertamente como una sombra es el hombre;
Ciertamente en vano se afana; Amontona riquezas, y no sabe quién las recogerá.
Sal 39:7 Y ahora, Señor, ¿qué esperaré? Mi esperanza está en ti.
Sal 39:8 Líbrame de todas mis transgresiones; No me pongas por escarnio del insensato.
Sal 39:9 Enmudecí, no abrí mi boca, Porque tú lo hiciste.
Sal 39:10 Quita de sobre mí tu plaga; Estoy consumido bajo los golpes de tu mano.
Sal 39:11 Con castigos por el pecado corriges al hombre,
Y deshaces como polilla lo más estimado de él;
Ciertamente vanidad es todo hombre. Selah Sal 39:12 Oye mi oración, oh Jehová, y escucha
mi clamor. No calles ante mis lágrimas;
Porque forastero soy para ti, Y advenedizo, como todos mis padres.
Sal 39:13 Déjame, y tomaré fuerzas, Antes que vaya y perezca.
Salmo 40 Sal 40:1
Pacientemente esperé a Jehová, Y se inclinó a mí, y oyó mi clamor.
Sal 40:2 Y me hizo sacar del pozo de la desesperación, del lodo cenagoso;
Puso mis pies sobre peña, y enderezó mis pasos.
Sal 40:3 Puso luego en mi boca cántico nuevo, alabanza a nuestro Dios.
Verán esto muchos, y temerán, Y confiarán en Jehová.
Sal 40:4 Bienaventurado el hombre que puso en Jehová su confianza,
Y no mira a los soberbios, ni a los que se desvían tras la mentira.
Sal 40:5 Has aumentado, oh Jehová Dios mío, tus maravillas;
Y tus pensamientos para con nosotros, No es posible contarlos ante ti.
Si yo anunciare y hablare de ellos, No pueden ser enumerados.
Sal 40:6 Sacrificio y ofrenda no te agrada; Has abierto mis oídos;
Holocausto y expiación no has demandado. Sal 40:7 Entonces dije: He aquí, vengo;
En el rollo del libro está escrito de mí; Sal 40:8 El hacer tu voluntad, Dios mío,
me ha agradado, Y tu ley está en medio de mi corazón.
Sal 40:9 He anunciado justicia en grande congregación; He aquí, no refrené mis labios,
Jehová, tú lo sabes. Sal 40:10 No encubrí tu justicia dentro de
mi corazón; He publicado tu fidelidad y tu salvación;
No oculté tu misericordia y tu verdad en grande asamblea.
Sal 40:11 Jehová, no retengas de mí tus misericordias;
Tu misericordia y tu verdad me guarden siempre. Sal 40:12 Porque me han rodeado males sin
número; Me han alcanzado mis maldades, y no puedo
levantar la vista. Se han aumentado más que los cabellos de
mi cabeza, y mi corazón me falla. Sal 40:13 Quieras, oh Jehová, librarme;
Jehová, apresúrate a socorrerme. Sal 40:14 Sean avergonzados y confundidos
a una Los que buscan mi vida para destruirla.
Vuelvan atrás y avergüéncense Los que mi mal desean;
Sal 40:15 Sean asolados en pago de su afrenta Los que me dicen: ¡Ea, ea!
Sal 40:16 Gócense y alégrense en ti todos los que te buscan,
Y digan siempre los que aman tu salvación: Jehová sea enaltecido.
Sal 40:17 Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí.
Mi ayuda y mi libertador eres tú; Dios mío, no te tardes.
Salmo 41 Sal 41:1
Bienaventurado el que piensa en el pobre; En el día malo lo librará Jehová.
Sal 41:2 Jehová lo guardará, y le dará vida;
Será bienaventurado en la tierra, Y no lo entregarás a la voluntad de sus enemigos.
Sal 41:3 Jehová lo sustentará sobre el lecho del dolor;
Mullirás toda su cama en su enfermedad. Sal 41:4 Yo dije: Jehová, ten misericordia
de mí; Sana mi alma, porque contra ti he pecado.
Sal 41:5 Mis enemigos dicen mal de mí, preguntando: ¿Cuándo morirá, y perecerá su nombre?
Sal 41:6 Y si vienen a verme, hablan mentira; Su corazón recoge para sí iniquidad,
Y al salir fuera la divulgan. Sal 41:7 Reunidos murmuran contra mí todos
los que me aborrecen; Contra mí piensan mal, diciendo de mí:
Sal 41:8 Cosa pestilencial se ha apoderado de él;
Y el que cayó en cama no volverá a levantarse. Sal 41:9 Aun el hombre de mi paz, en quien
yo confiaba, el que de mi pan comía, Alzó contra mí el calcañar.
Sal 41:10 Mas tú, Jehová, ten misericordia de mí, y hazme levantar,
Y les daré el pago. Sal 41:11 En esto conoceré que te he agradado,
Que mi enemigo no se huelgue de mí. Sal 41:12 En cuanto a mí, en mi integridad
me has sustentado, Y me has hecho estar delante de ti para siempre.
Sal 41:13 Bendito sea Jehová, el Dios de Israel,
Por los siglos de los siglos. AMÉN Y AMÉN.