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La salud de Adolfo Suárez lamentablemente ha empeorado en los últimos días y toda
España se ha enterado de ello ya que los medios han aprovechado la ocasión para hablar
sobre él a todas horas. Es habitual explotar la figura de una persona cuando esta fallece.
Ayer varias cadenas de televisión interrumpieron su emisión habitual para emitir especiales
sobre la vida del primer presidente de la democracia. Curiosamente las audiencias esta
vez no apoyaron al homenaje. La televisión a día de hoy se guía por
las audiencias. Buscan el contenido que creen que puede funcionar y lo explotan al máximo.
Cuando el contenido deja de funcionar, o no funciona tan bien como el contenido de la
competencia, lo cancelan y emiten otra cosa. Muchas son las series que se ven canceladas
por el descenso de audiencia: "Héroes", "El Barco", "Bienvenidos al Lolita"... También
muchos programas se cancelan cuando no llegan a la audiencia necesaria pero es más sangrante
el caso de las series que dejan una trama en el aire. Quizás es por esto que cada vez
menos gente ve la tele de la manera tradicional. Internet, un medio que permite la visualización
de todos los contenidos que se ven por televisión, sin horarios, sin anuncios y sin limitaciones,
es un gran oponente a la televisión. Las cadenas españolas emiten el contenido más
potente en prime time y este dura hasta bien pasada la medianoche. Una de las reivindicaciones
de las personas que defienden el horario europeo es el cambio de los horarios de programación.
En muchos países el late-night empieza a las once de la noche mientras que aquí empieza
a medianoche o más tarde aún. La mayoría de los telespectadores que dejan una serie
a medias para irse a dormir y acaban viendo en Internet el contenido que más les interesa
a la carta. Las cadenas de televisión invierten cada vez más en contenido destinado a la
web y es posible ver casi todo lo que emiten en sus páginas webs de forma personalizada
con pausas publicitarias breves que animan al espectador a seguir viendo el contenido.
La publicidad hace posible la televisión por lo que no se debe tener fobia a la publicidad,
pero pausas de más de siete minutos desalientan a cualquiera. Aunque algunos anuncios puedan
ser interesantes el espectador medio no pone la tele para ver anuncios y esto es algo que
aparentemente alguien olvida. Todo parece llevarnos a una televisión diferente,
una televisión a la carta que permita ver contenidos personalizados sin horarios. Una
tele que se pueda pausar. Una tele en la que se puedan ver dos programas de diferentes
cadenas aunque se hayan emitido a la vez. Aunque claro, para eso la gran mayoría de
la población debería disfrutar de una buena conexión a Internet. Pero esto ya es otro
tema...