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John y Mary Elgis parecen haber sido elegidos desde el cielo para estar juntos.
Pero las apariencias pueden engañar.
Ese marido guapo y alto, a quien Mary le juro,
"Hasta que la muerte nos separe," la asesinaría.
Pero no antes de haber tenido sexo con su cuerpo
más de 1000 veces en los últimos diez años.
Los oficiales dicen que fue un crimen pasional,
relacionado con los recientes problemas financieros de Elgis.
Creemos que últimamente ha estado abatido por
la situación financiera de su familia.
Y este asesinato es un resultado directo de eso.
Pero la policía y los periódicos sólo cuentan parte de la historia.
El crimen de John Elgis comenzó hace años.
Usó el cuerpo de Mary para tener sexo una a tres veces por semana
comenzando en la noche de bodas en 1998.
John Elgis tenía el ego tan alto que con frecuencia sacaba
a su prisionera *** para mostrarla en público.
La llevaba al cine, restaurantes y a la iglesia.
Se burlaba dándole momentos de libertad.
Sorprendentemente, la policía y los vecinos de los Elgis no vieron las señales
de este asesinato *** que duró casi una década.
Ellos eran una linda pareja, normal.
¿Y alguna vez escucharon ruidos provenientes de la casa?
Bueno, a veces escuchaba la radio. -Para tapar los gritos.
Dentro de esta casa de aspecto normal, estaba el reino *** de John Elgis.
En la cocina, donde luego sería asesinada,
John la hacía preparar suntuosas comidas.
La obligaba a Mary, su cautiva, a escuchar sus divagantes anécdotas de trabajo.
A veces, John usaba su poder para demandarle a ella
que tambien le contara sobre su vida.
A veces miraban televisión.
Luego John la arrastraba a Mary hasta el piso de arriba donde tenía su
calabozo *** para profanarla.
Música tenebrosa, plantas extrañas,
velas y libros eran las armas de su perverso arsenal.
Pero esta grotesa historia se pone aún más fea.
John Elgis engendró descendencia de su esclava ***.
El niño fue guardado en una habitación de la casa de John Elgis,
a sólo pasos del calabozo *** de papá.
Mary Elgis murió en su cocina.
Un golpe de piedad en la cabeza, terminando con su larga tortura ***.
Lo más probable es que haya muerto mid coitus, mientras John la violaba.
La policía dice que John le estaba dando primeros auxilios cuando llegaron,
sin duda, arrepentido de haber destruido su juguete *** favorito.
John Elgis ya no está, está cumpliendo condenda de 6 años por homicido involutario.
Pero esta comunidad sigue dando vueltas, siguiendo el descubrimiento de este
monstruo del coito.
Un espantoso recuerdo de que los calabozos de sexo pueden existir en cualquier lugar.
Para Justicia Cruda, soy Dean Reid.
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