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Vamos a explicarte de una manera muy sencilla cómo se aplica una pintura ***án para techos
y paredes. ¿Ya has decidido la estancia que quieres pintar? Ahora tienes que proteger
el resto de cosas que no quieres pintar con plásticos o periódicos. Suelos, lamparas,
puertas, sofás, televisor, animales de compañía... Recomendamos retirar cualquier elemento de
la pared como interruptores, climatizadores o ese cuadro horroroso que con un poco de
suerte nadie se acordará que estaba allí. Los utensilios con los que puedes pintar son:
el rodillo, para grandes superficies. La brocha, para detalles y rincones. Y la pistola de
pintura, si quieres un acabado profesional. Si ya tienes tus utensilios, manos a la obra.
Abre el envase y remueve bien la pintura, puedes utilizar el mismo enavase de cubeta,
y utilizar la rejilla que lleva incorporada. Antes de pintar debes saber que hay tres tipos
de superficies. Superficies nuevas, superficies en buen estado, superficies pintadas en mal
estado. ¿Cómo pintar en superficies nuevas? Primer
aplicar una capa diluida con 10 o 15% de agua, aplicar una seguna capa sin diluir.
¿Cómo pintar en superficies en buen estado? Aplicar directamente la pintura sin diluir.
¿Cómo pintar en superficies en mal estado? Sanear todas las zonas afectadas eliminando
restos de la pinturas y materiales que no estén bien adheridos. Limpiar toda la suciedad
y el polvo que pudieran tener. Una vez seca, seguir como si fuera una superficie pintada
en buen estado. Ahora ya lo sabes todo para empezar a pintar. Buen trabajo ¿a sido fácil,
no? Ya puedes ocupar al instante la habitación pintada, estará seca en 30 minutos.