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Leer Parashat Terumá es como leer
las instrucciones de armado de un mueble
en chino básico.
Esta Parashá contiene instrucciones muy técnicas
para construir el santuario de Di-s
y a menos que hayas tomado clases de carpintería
en el colegio, se vuelve confuso.
La parashá comienza con el pueblo judío
acampando en el medio del desierto.
Moisés sube al Monte Sinaí
y Di-s le da instrucciones
sobre una cantidad de cosas.
Primero, los israelitas deben dar
oro, plata, linos exóticos y joyas.
Con esos materiales exóticos,
deben construir el sagrado santuario.
Y mientras Moisés estaba en el Monte Sinaí,
Di-s le dio más instrucciones, diciendo,
NECESITAMOS GENTE.
Esta es la disposición general:
construir un arca del pacto hecha de oro con dos querubines en la tapa.
Agregar una menorá, un pequeño altar,
una mesa para las ofrendas, todo hecho en oro.
Ubicar todos estos elementos en una casa llamada Mishkán,
es decir la vivienda de la Divina Presencia, es decir tabernáculo,
hecho de madera y plata,
y cubrir con telas costosas.
Hagamos un zoom out al altas para los sacrificios
los utencilios, todos hechos de cobre.
Y un enorme perímetro exterior,
hecho con cortinas de lino
ubicadas entre grandes postes de madera.
Ahora hagamos zoom in
a la parte más complicada de este proyecto:
el Mishkán, es decir donde posa la Divina Presencia,
o sea el tabernáculo.
Además de las pirámides,
esta es la edificación más sólida
que hace tiempo el pueblo judío haya hecho.
Y esta edificación
tenía que poder trasladarse.
Y no trasladable en sentido "iPod",
sino en sentido "10 hombres en cada lado
levantando con barras cada pieza
a través del desierto", trasladable.
Para construir una pared
alineaban largos tablones de madera acacia,
y los conectaban con una versión gigante
de esas pequeñas clavija de madera que
usamos cuando armamos un juego de dormitorio
de una tienda como Ikea o Easy.
Pero oh-oh, ¡tenemos un problema!
Porque aunque alineamos los tablones,
éstos se mueven como un resorte
en caso de tormenta de arena, terremoto,
o cualquier otro imprevisto acto de Di-s,
a los que, como hemos visto,
los israelitas se iban acostumbrando.
Para resolver esto, colocaron barras largas
a través de toda la pared,
previniendo así el "effecto resorte".
Ahora tenemos todo alineado,
pero los tablones todavía se separan.
Así que pusieron a cada tablón una pieza
para sostener, arriba y abajo.
Estas piezas eran básicamente como palitos de madera
que continuaban a los extremos de cada tablón.
Para asegurar un tablón con el otro,
pusieron unos enormes y sólidos anillos de plata
sobre las uniones de las piezas,
para trabarlas una junto a la otra.
Esta técnica no sólo logra
una pared segura,
sino también una hermoso decorado
que corona la pieza.
Y dijo Di-s a Moises,
"la apariencia sigue a la funcionalidad",
Ahora que este lugar de Divina vivienda listo para armar
está terminado, hagamos zoom out.
Adentro todo es oro, más afuera, plata,
y a medida que nos alejamos todo es de cobre.
¡La Torá no es muy sutil
en cuanto a simbolismos aquí!
Lo más preciado que
tiene el pueblo judío es la presencia de Di-s.
¿Cómo guardas y refugias las cosas
que son más preciadas para ti?
En dos semanas más, la Torá vuelve a referir
a la historia del becerro de oro,
cuando los israelitas construyeron un ídolo
hecho de oro y piedras preciosas.
Los israelitas llevaron consigo muchas cosas preciosas
cuando salieron de Egipto.
Y lo primero que hicieron con esas cosas
fue crear un ídolo falso para adorarlo.
¿Esto quiere decir que las cosas de oro, las joyas,
los objetos hermosos y lujososn son malos?
No precisamente; en esta parashá el pueblo judío
toma exactamente esos materiales
para construir el arca del pacto, la menorá y el Mishkán.
Usan los mismos materiales
para guardar y atesorar
las cosas más preciadas y queridas que tenemos.
Así como los israelitas tomaron cosas muy
valiosas durante su camino, en nuestros días
también llevamos con nosotros cosas muy especiales,
tanto físicas como espirituales.
Depende de nosotros decidir
cómo tratamos lo que nos es más preciado.
Tenemos la opción de construir
el becerro de oro o el Mishkán.
Productora: Sarah Lefton
Director de animación: Nick Fox-Gieg
Animación: Jeanne Stern
Director editorial: Matthue Roth
Tema musical: Tim Cosgrove
Escrito y narrado por Rafael Kushick
Grabación de sonido: Sarah Lefton