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¿Qué harías si tuvieras 100 años de vida?
Ni uno más ni uno menos.
Es un poco raro, ¿no?
Como humanos, esperamos que nuestras vidas sean largas y brillantes,
especialmente por las innovaciones médicas actuales.
Por esto, la pregunta anterior suele formularse de una forma un poco más drástica.
¿Qué harías si te quedaran, digamos, solo 6 meses de vida?
Creo que es una idea estimulante porque
nos hace cuestionarnos nuestra invencibilidad.
Especialmente como adolescentes,
cuando nos damos cuenta de que no vamos a vivir por siempre y
nos vemos obligados a reflexionar sobre cómo estamos gastando nuestras vidas en el presente
y qué podríamos necesitar para cambiar eso.
Se vuelve realmente interesante cuando tienes un 50% de probabilidad
de vivir una vida corta, pero no puedes saberlo con seguridad.
Ahí es cuando tienes que actuar de inmediato,
porque las consecuencias de no hacerlo
son muy grandes.
Esta soy yo cuando era pequeña.
Era mucho más tierna que mi hermano menor,
pero chicas, les juro que es un adorable chico de 16 años que está sentado en el público.
(Risas)
Entonces, era una niña extremadamente tímida pero curiosa,
una idealista llena de grandes sueños.
Cuando tenía 7 años, más o menos,
le dije a mi papá que quería ser una princesa,
constructora de casa (o carpintera), veterinaria, bombera,
presidente de los EE.UU., por supuesto, policía de animales,
y parece que después de ver "Bill Nye",
quería ser alguien que salva a personas luego de erupciones volcánicas.
(Risas)
Así que eso era único de por sí.
Y, recordando hechos de mi infancia,
me sorprende y alivia que ese optimismo e idealismo no hayan desaparecido.
En 2001, mis padres comenzaron lo que sería
un largo proceso de divorcio, complicado por el hecho de que mi mamá
sufría de una enfermedad que ni siquiera sabíamos que tenía.
En 2003, le diagnosticaron la enfermedad de Huntington,
un trastorno cerebral genético que hace que las personas
pierdan la habilidad de caminar, hablar, pensar y razonar
por un período de 10 a 20 años.
No existe cura y los tratamientos disponibles
no eliminan los síntomas; solo los mitigan.
Algunas personas la describen así:
si se combinan las enfermedades de Parkinson, Alzheimer, demencia, trastorno bipolar
y esclerosis lateral amiotrófica, se obtiene siempre un caso diferente de Huntington.
En 2005, las cosas empeoraron.
Mi mamá empezó a expresar la enfermedad físicamente,
y lo vi ocurrir en sus rodillas débiles, caídas,
huesos rotos, moretones y demasiados accidentes de auto.
También estaba destruyendo sus capacidades emocionales.
Un día podía estar intensamente deprimida
y al otro tenía un arranque de violencia.
Uno de sus ataques la envió a la sala psiquiátrica de un hospital
donde la consideraron incapaz de seguir con una vida normal.
Luego, fue trasladada a una residencia clínica
y permaneció allí hasta que falleció en enero de 2011.
Acá estamos mi mamá, mi papá y yo en 1994.
Esto es lo que la enfermedad de Huntington le hizo a mi mamá.
Después de casi 7 años del diagnóstico,
se puede ver que no tiene ningún control sobre sus capacidades motoras,
y a esa altura tampoco podía hablar.
La enfermedad le quitó todo tipo de comunicación;
solo podía responder haciendo ruidos suaves.
Mientras aumentaban mis visitas a la residencia clínica,
me di cuenta de que estaba viéndola morir,
porque no iba a mejorar.
Y, por supuesto, como una nena de 12 años,
fue algo muy duro para mí.
Y pensé en lo joven que era mi mamá,
pensé que si yo tuviese la enfermedad, o decidiera no hacerme los análisis,
no podría tener hijos.
Pensé que si mis dos hermanos tuviesen la enfermedad
yo tendría que cuidarlos,
como hizo mi abuela con mi mamá.
Pensé que si tuviese la enfermedad,
ningún esposo querría hacerse cargo de mí.
También pensé que nunca sería una de esas abuelas locas
que les cuentan a sus nietos historias ridículas sobre su juventud,
de las que tengo muchas.
Pero creo que, más que nada, estaba asustada por el hecho
de que podía perder mi independencia y libertad
mucho más temprano de lo que tenía planeado.
Y mientras estaba experimentaba todo esto,
comencé a escribir. Escribí cientos de diarios...
Perdón. Además, mis hermanos y yo tenemos un 50% de probabilidad de heredar la enfermedad
que tuvo mi mamá.
Escribí sobre esto en diarios,
en forma de ficción, poesía, historias cortas, de todo.
Y no pude ir, durante años, a ningún lado sin una pluma y un hoja de papel
porque no sabía cuando aparecería la inspiración.
Debido a eso, terminé escribiendo una filosofía que
me cambió todo.
Las mejores filosofías son escritas en papel y experimentadas en la vida real,
por lo que haré eso para ustedes hoy.
Hoy conocí a unos niños del público que vienen de Chapel Hill,
lo que es estupendo
porque somos de Carolina del Norte y está bastante lejos.
Y la gente en "The Thrill", como le decimos,
saben que soy un poco alocada y estrafalaria
y que suelo avergonzarme a mí misma
porque me expongo mucho
y hago cosas que probablemente no sé hacer,
pero igual trato.
Como en este momento que voy a tratar de cantar para todos Uds. cuando
no puedo cantar.
(Risas)
Pero les cuento antes de empezar.
Alguna vez hubo una esponja que vivía en el mar
y puede que la conozcan.
Era un experto en ser creativo y divertirse y todo eso.
Estaba tratando de explicarle a su "amigo-enemigo", Plankton,
que uno puede divertirse sin destruir el mundo,
que está bien divertirse.
Pero Plankton no le entendía, así que él le dijo,
siendo el genio creativo que era,
"Te cantaré una canción
porque la música es el idioma universal. Así lo entenderás".
Y la canción era así:
♫ 'F' son los amigos que hacen cosas juntos ♫
♫ 'U' somos tú y yo ♫
♫ 'N' es donde sea y cuando sea ♫
♫ aquí, en el profundo mar azul. ♫
¡Bien, la sabían!
(Aplausos)
Quería que, bueno, Uds. la cantaran conmigo,
pero también quería ir verso por verso para que los adultos
puedan cantarla también.
Y escuchen atentos porque hay un cambio de palabras ahora.
Repitan después de mí.
♫ 'F' son los amigos que hacen cosas juntos ♫
(Público): ♫ 'F' son los amigos que hacen cosas juntos ♫
♫ 'U' somos tú y yo ♫
(Público); ♫ 'U' somos tú y yo ♫
♫ 'N' es donde sea y cuando sea ♫
(Público): ♫ 'N' es donde sea y cuando sea ♫
♫ Aquí en TEDxTeen. ♫
(Público): ♫ Aquí en TEDxTeen. ♫
¡Muy bien! ¡Dense un aplauso!
(Aplausos)
Bueno, "InnerKid" comenzó cuando tenía 11 años,
cuando tuve la revelación de que, a pesar de no poderme hacer los análisis
hasta dentro de 7 años y seguir sin saber mi destino genético,
todavía podía aprovechar al máximo cada día.
"InnerKid" se creó por dos razones.
Primero, decidí que aun siendo una joven
sin auto, jefe u otras "fuentes de poder de adultos",
podía cambiar el mundo.
Quiero decir, a veces los jóvenes pueden hacer más cambios que los adultos,
solo necesitan las herramientas correctas y motivación.
Segundo, me negué a crecer,
y no me refiero a Peter Pan y al país de Nunca Jamás.
Después de escuchar a los adultos diciendo
que la niñez fue la mejor época de sus vidas
y nada la igualaba.
Como una preadolescente, pensaba: "¿Por qué tiene que ser así?"
¿Por qué la mejor parte de nuestras vidas tiene que estar al comienzo
y el resto tiene que ir en bajada a medida que pasa el tiempo?
¿No podemos tomar la diversión, la esencia de la infancia
y extenderla por toda nuestra vida?
Gracias a esta habilidad de aprovechar mi niña interior,
estoy cada vez más feliz y satisfecha a medida que me voy ajustando de a poco
a este absolutamente ridículo concepto de la adultez.
Así que, ahora que no temía actuar,
empecé la campaña "Green Tiger Campaign" en mi preparatoria.
Los Obama y la revista Parade reconocieron
este club de sustentabilidad y su proyecto emblemático "The Green Tiger Garden",
las revistas Family Circle y Parade, perdón,
también DoSomething.org
y la fundación del programa "Three Dot Dash", "We are Family".
"Green Tiger" realmente vive por la filosofía InnerKid.
Ni siquiera vemos nuestro trabajo como un trabajo.
Por ejemplo, nuestros días de diversión de jardín, que son todos los sábados a la mañana,
están llenos de comida deliciosa,
música genial y amigos.
Conocí a mi mejor amigo por "Green Tigers"
y tuvo mucha influencia en mi vida.
Si bien recibí mucho reconocimiento por divertirme y salvar el mundo,
lo que es ridículo, lo hubiese hecho aunque no tuviese todo eso.
Amo lo que hago y si no me gustara, tampoco cambiaría de rumbo ahora.
¿Por qué le dedicaría mi tiempo a algo que no me gusta?
Creo mucho en el poder que tiene la alegría para salvar el mundo.
Ahora, "InnerKid" me está llevando por un camino diferente.
Ahora que tengo 18 años, desde el pasado mes de octubre,
me voy a hacer los análisis de la enfermedad de Huntington este mayo.
Voy a filmar un documental con cada palabra,
momento, risa, llanto, todo.
La gente necesita conocer sobre esta enfermedad.
Las pruebas genéticas son una enorme polémica de nuestros tiempos,
pero la enfermedad de Huntington puede, muy posiblemente,
servir para descubrir una cura para otras enfermedades, como mencioné antes.
Algunos de Uds. se deben estar preguntando por qué estoy dando un discurso
sobre la sabiduría de no saber, cuando yo tomé la decisión de conocer
mi futuro médico; tienen razón.
Para mí, la sabiduría de no saber comenzó
cuando tenía 11 años,
cuando decidí que no iba a desperdiciar ni un segundo más.
Y si, en ese momento, hubiese sabido si era gen positivo o negativo,
puede que nunca haya tenido la urgencia, motivación y deseo
de crear la campaña "Green Tiger".
Quizá el vicepresidente Joe Biden nunca hubiese estrechado mi mano tan enérgicamente,
quizá Stephen Colbert nunca hubiese calmado su sed con
una botella reutilizable de "Green Tiger"
luego de comer una torre Eiffel de tocino en su programa de TV
y quizá yo nunca hubiese llegado a este escenario.
Pero tal vez sí.
Parece que la mejor sabiduría de no saber
es poder determinar cuándo deberíamos seguir nuestras locas ideas.
Ninguno de nosotros sabemos qué nos pasará mañana,
por mucho que lo queramos.
A pesar de esto, muchos de Uds. siguen adelante de todas formas
y siguen esas ideas locas y pasiones, sin importar lo
que la sociedad diga cuál riesgo es aceptable.
Quiero volver a la primera pregunta y pensar,
"¿Qué harías si tuvieras 100 años de vida?"
Partan de cero. Pueden llenar sus vidas con éxito, alegría, fracaso, triunfo, tristeza, lo que sea.
Pero también quiero que piensen sobre el ahora.
¿Qué están haciendo en este momento para asegurarse
de que están viviendo sus vidas al máximo?
¿Están aprovechando su niño interior?
Como dije, la vida está repleta de posibilidades y riesgos. No se puede predecir nada.
Sin embargo, son los más sabios quienes seguirán adelante, como sea,
para dejar algo sincero y bueno en este planeta,
sin importar si tienen un día o un siglo para hacerlo.
Gracias.
(Aplausos)