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El Estado de las autonomías está al borde del colapso económico, como han advertido numerosas voces autorizadas dentro y fuera de España.
Y aquí ha habido un cambio muy importante, nosotros hablábamos de los despilfarros, de la crisis,
del fracaso que llevaba inserto dentro de sí el Estado de las autonomías hace 2 o 3 años y nadie, realmente, nos hacía caso. Hoy es un tema central.
Los problemas del Estado de las autonomías español los conoce perfectamente Bruselas por supuesto, el B.C.E., El F.M.I., los conoce Obama y hasta los chinos.
Hasta los chinos conocen perfectamente cuáles son los desequilibrios y los problemas del Estado de las autonomías.
Lo conocen los chinos por una razón obvia: son los principales detectores de divisas a escala mundial y son unos de los principales acreedores del mundo.
Esto revela la gravedad del problema. El origen de esta crisis del Estado de las autonomías es en buena medida político.
La adopción del nacionalismo como el modelo de política de más éxito, consistente en vaciar de recursos y competencias el Estado común para derrocharlos en las Comunidades Autónomas.
Y nos encontramos hoy con que el Estado, ese ‘Estado residual’ del que recordarán S. Señorías que habló Maragall cuando se aprobó el Estatuto de Cataluña,
no tiene elementos suficientes para enfrentar una crisis económica de proporciones enormes y eso es un tema enormemente grave.
Afortunadamente, hay que ser justo y reconocerlo, la Comunidad de Madrid se ha mantenido al margen de esta epidemia,
sin convertir mitos sobre la identidad o agravios imaginarios en el centro de la política autonómica.
Seguramente ha ayudado mucho que en Madrid vivan millones de personas procedentes de todos los rincones de España,
buena parte nacidos fuera de la comunidad, incluso fuera del país.
Eso también es importante y coloca a la Comunidad de Madrid en una situación diferente a una gran parte del resto de las Comunidades Autónomas.
Por eso mismo, la Comunidad de Madrid está en condiciones de liderar la reconstrucción del Estado común para recuperar su viabilidad.
Estamos hablando de la viabilidad del Estado común. El asunto, Señorías, es muy serio,
sobre todo, para garantizar que recuperamos las perdidas igualdad y libertad epersonal de todos los españoles con independencia de su lugar de residencia.
En este sentido UPyD propondrá medidas concretas para devolver al Estado competencias que nunca debió ceder, como la educación y la sanidad;
para racionalizar las Administraciones acabando con la duplicidad y el gasto inútil y para restaurar en toda su importancia
el concepto constitucional de ciudadanía española pisoteado todos los días en una buena parte de España.
Este es un reto fundamental que no puede enfrentar sola ninguna Comunidad Autónoma o aislada, es más, incluso seguramente ningún partido puede hacerlo solo.
Señorías, hoy se habla mucho de regeneración democrática, otros hablan de democracia real.
Nosotros hemos hablado siempre, y está incorporado en el A.D.N de nuestra formación, de nuestro partido, de regeneración democrática.
Nuestra acción política en esta Comunidad Autónoma de Madrid va a estar presidida por este objetivo clave para nuestra democracia.
¿Cómo se inicia esa regeneración democrática?
Lo que urge y lo primero, es moralizar la vida pública, eso se logra con cargos públicos austeros que den ejemplo, tema fundamental,
y que no busquen privilegios ni para sí ni para sus socios, mediante política de transparencia y lucha decidida contra la corrupción y con instituciones eficaces y eficientes.
Esa moralización de la vida pública no es el objetivo de la política de regeneración democrática, sino un requisito para ponerla en marcha. Es su comienzo.
Su objetivo no es solo, aún siendo importante, dar ejemplo y demostrar que las cosas se pueden hacer de otra manera,
sino, sobretodo, devolver a las instituciones la legitimidad o perdida o deteriorada por el mal uso de algunos.
Esa legitimidad que da la moralización de las instituciones es la convicción de que los cargos públicos no son un hato de corruptos o ineptos
que están allí para medrar, sino ciudadanos dispuestos a poner lo mejor de sí mismos para resolver los asuntos
que la ciudadanía les ha encomendado, como ocurre con un bombero, un policía o un médico de la Seguridad Social.
Esto es un clamor ciudadano y avanzar en ese camino debe interesarnos y estoy seguro que nos va a interesar a todos.
Nosotros desde nuestro Grupo Parlamentario modesta pero decididamente vamos a trabajar por eso en esta Comunidad Autónoma
y, precisamente, nuestras primeras medidas adoptadas o propuestas en estos primeros días van encaminadas a lograr ese objetivo de regeneración democrática,
porque entendemos que es indispensable seguir por ese camino e indispensable el ejemplo propio.
Esta es una primera condición para ir haciendo posible lo que dijo ayer la Sra. Candidata de acercar a los ciudadanos a la Asamblea,
de acercarlos a esa actividad noble que debe ser la política.
Esa desafección de los ciudadanos por la política y desconfianza hacia los políticos, algo que está en el origen de esas manifestaciones del 15M,
otra cosa es lo que haya sido su desarrollo en esa suerte de terapia colectiva, debe preocuparnos a todos,
especialmente a aquellos en donde está el origen del mal, que es fundamentalmente los 2 grandes partidos.
No es exclusivamente culpa de ellos pero una gran parte de la responsabilidad de esa desafección por la política,
de ese alejamiento creciente del ciudadano respecto de la política, que es muy malo para la democracia, es una responsabilidad de esos 2 grandes partidos.
La democracia no es una foto fija. Es un proceso, algo vivo que tenemos que cuidar todos día a día. Todos estaremos de acuerdo en ello.
En lo que habrá diferencias, naturalmente, es en cuanto a los procedimientos.
Pero, en ese concepto, la democracia como proceso que hay que mejorar, que hay que cuidar y en la conciencia de que la democracia se ha deteriorado en España en los últimos años,
es algo de lo que debemos ser conscientes o por lo menos nosotros así lo creemos en nuestro Grupo Parlamentario.
Por ejemplo: la propuesta de la Sra. Candidata que nos hizo ayer de una cierta reforma de la ley electoral en la Comunidad de Madrid,
evidentemente la vamos a examinar cuando conozcamos los detalles cuidadosamente.
No es posible aventurar una opinión en estos momentos, pero todo lo que sea avanzar por ese camino,
si no sirve para reforzar el bipartidismo, si no sirve para reforzar que miles de votos vayan a la basura, nos parecerá bien.
Lo que tenemos que tratar de ver, y lo veremos cuando se nos plantee en detalle, es hacia dónde va y en ese momento, entonces, plantearemos cuál es nuestra opinión.
Nos llamó la atención, por ejemplo, el tema de las listas desbloqueadas. Nos parece bien.
De hecho, esa fue una propuesta que llevó nuestra parlamentaria Rosa Díez al Congreso de los Diputados hace un par de años
y que fue rechazada frontalmente por todos los partidos, incluido el P.P.
Por eso nos llamó la atención, precisamente, el que se planteara ayer.
Nosotros entendemos que hay que hacer una reforma de la ley electoral, pero entendemos que la reforma de la ley electoral debe de ser una reforma de la ley electoral nacional.
Es una de nuestras señas de identidad. Es una de nuestras razones de existir, porque entendemos,
no solo que nos perjudique a determinados partidos- que nos perjudica- sino que nos perjudica y trata desigualitariamente a los ciudadanos.
Los ciudadanos son iguales y con el mismo derecho para ser elector o elegible y con ese sistema proporcional corregido
que en gran parte es mayoritario y que fomenta y busca el bipartidismo imperfecto, evidentemente perjudica
y trata desigual a los ciudadanos infringiéndose derechos constitucionales. Impide, en la práctica, o dificulta la creación de un tercer partido nacional
y pone, como estamos viendo todos los días, la gobernación del país en manos de partidos que no creen, precisamente, en un proyecto común.
Por eso, para nosotros ese tema es el fundamental y es una de nuestras señas de identidad.
Confiamos en el talante democrático de quienes tienen que ser decisivos a la hora de modificar esa ley electoral
haciendo una ley electoral más justa y equitativa, no tanto con los partidos sino con los ciudadanos, que son el PSOE y el P.P.
Y un tema central en esa regeneración democrática y en esa democracia que debemos cuidar entre todos es el de los medios de comunicación.
No cabe hablar de regeneración democrática, de ensanchar la democracia con un medio tan absolutamente sectario como Telemadrid.
No es precisamente un ejemplo de liberalismo.
En Reino Unido, como saben Uds. seguro, quien se queja de la BBC y quien tiene quejas del comportamiento y de la labor informativa de la BBC no es la oposición, es el gobierno.
Precisamente todo lo contrario de lo que ocurre aquí.
Un instrumento de ideologización tan sectario como es Telemadrid es incompatible con una democracia viva, con una democracia regenerada.