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Buenas días.
Esta semana, los estadounidenses compartieron
con sus familiares y amistades alrededor de país
para celebrar los bendiciones de las navidades
y la época festiva.
Mientras celebramos este momento regocijo nuestros
pensamientos se aturnearon a los hombres y mujeres
valientes que están sirviendo nuestro país lejos de casa.
Su sacrificio
es un inspiración para todos nosotros
y parte de una urgencia continua
de heroísmo que hay hecho nuestro libertad
y prosperidad sean posibles por más de dos siglos.
Muchos de nuestras tropas están sirviendo en su gira
de servicio segunda tercera y cuarta.
Y nos recordamos que ellos son más de
soldados, marineros, pilotos-
Marinos igual Costaneros Dedicados- ellos son padres
y madres; esposos y esposas;
hijos e hijas; hermanas y hermanos de votos.
En esta época de navideña, sus familias celebran
con una alegría que esta pase aguada por saber
que un cerca deña es ausente
y a veces en peligro.
En pueblos y ciudades alrededor de los Estados Unidos
hay una silla vacía en la mesa;
en bases distantes y en barcos a la mar, nuestros
hombres y mujeres militares solo pueden imaginarse
la imagen de la cara de su hijo mientras se abre
su regalo en casa.
Nuestras tropas y familiares militares han ganado
respecto y agradecimiento
de la familia estadounidense mas amplio.
Michelle y yo los tenemos
en nuestros oraciones en estés navidades
y tenemos que seguir
ofreciendo nuestro apoyo completo en las semanas
y meses por venir.
Estos son momentos duros
para muchos estadounidenses que están luchando
cuesta arriba en nuestra economía debilitante.
Mientras contamos nuestras bendiciones de fe
y familia, sabemos que millones
estadounidenses no tienen empleo.
Muchos más están luchando para poder pagar sus cuentas
o quedarse en sus hogares.
De estudiantes a personas mayores,
el futuro parece incierto.
Por eso, es que esta época
de generosidad debería ser también un tiempo para renovar
el sentido de propósito común y ciudanía compartida.
Ahora, más que nunca, tenemos volvernos a dedicar
al principio de que compartimos un destino común como
estadounidenses- que yo soy el guardián de mi hermano.
y mi hermana. Ahora, tenemos
que todos poner nuestra parte; para servir el prójimo
y para buscar ideas nuevas innovaciones nuevos;
empezamos un capitulo nuevo para nuestro gran nación.
Eso es el espíritu
que va a guiar a mi administración en el año nuevo.
Si el pueblo estados unidos se unen y ponen
sus hombros en la rueda de la historia yo se que
podemos poner nuestra gente en la vuelta trabajar y
volaran carrejar nuestro país en la dirección correcta.
Así es como vamos a resolver este
crisis y volver a la promesa
de un día mejor. Después de todo,
eso es lo que los estadounidenses siempre hemos hecho.
Dos cientos treinta dos años atrás cuando los Estados
Unidos acaban de nacer como una nación,
George Washington y su ejército enfrentaron
probabilidades imposibles mientras lucharon
de un de un ugo de un imperio
Fue un día de Navidad- el veinte-cinco de Diciembre,
diez mil siete ciento setenta seis
que ellos lucharon atreverse de hielo y frío para hacer
un recorrido improbable atreverse el Rio Delaware.
Ellos tomaron el enemigo por sorpresa,
ganaron victorioso en Trenton y Princeton,
y le dieron un momento nuevo a un ejército debilitado
un esperanza nueva a la causa de independencia.
Muchas épocas han pasado
desde las primeras navidades estadounidenses
hemos cruzado muchos ríos como pueblo.
Pero las lecciones que nos han traído hasta hora
desde entonces son las mismas
que celebramos cada época de navideña-- las mismas
lecciones que nos guiaron hasta este mismo día.
que la esperanza perdura y que el nacimiento nuevo
de la paz siempre es posible.
Gracias y que tengan un maravilloso año nuevo.