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28 jóvenes se enfrentan a partir del 22 de setiembre a un nuevo juicio en la Audiencia Nacional.
Se les imputa ser miembros de Segi, organización de jóvenes independentistas ilegalizada bajo la teoría del “todo es ETA”.
Sin embargo, no se presentan contra ellos acusaciones concretas de haber cometido actos violentos, ni se les incautaron armas o explosivos.
Ni si quiere se les imputa pertenecer a un comando o colaborar con militantes de ETA.
Se les acusa de realizar labores exclusivamente políticas como organizar actos y movilizaciones, participar en colectivos juveniles, colocar propaganda, etc.
No, no que va, de hecho, ni en nuestras casas, ni en las de los otros 26, hallaron ningún tipo de armas ni explosivos… más allá de pasquines políticas, camisetas, CDs de música, libros.
Incluso cosas que luego sí que han usado, intentado tergiversarlas, como puede ser,
el “reparto de la merienda de los toros, he visto un cuadro con nombres, nos ha parecido raro” y esto es, yo que sé, traerlo todo al extremo”.
Y por todo ello podrían ser condenados a 6 años de prisión, de hecho algunos de ellos ya fueron encarcelados tras su arrestos en 2010 y 2011.
La mayoría denunció haber sufrido torturas y malos tratos a manos de policías que buscaban sus autoinculpaciones.
Estuvimos 4 o 5 días incomunicados y hasta que no tuviésemos una autoinculpación seguían los golpes, las amenazas
y entonces una vez que firmamos que éramos miembros de una banda terrorista, se paran los golpes, las amenazas y posteriormente pasamos ante el juez.
Sesiones de torturas completamente diferentes. Unas en las que intentan que memorices nombres…
”Memorízate estos nombres y te los vas a aprender”.
Intentan que asumas algo que directamente no has hecho, no? Buscando pues lo que ha dicho Ibon, no?
Esta autoinculpación en algo. Pero hay también otras sesiones de torturas, que son también las más curiosas,
que son simplemente, diría... sacar su Billy el Niño. Maltratar por maltratar, torturar por torturar.
En el fondo no han preguntas, sólo hay risas. Sólo hay insultos. No hay ningún tipo de investigación por mínima que sea.
Lo que buscan es romperte, anularte como persona, y ya no diría tanto sólo en ese momento para que asumas lo que ellos quieren,
sino meterte este miedo en el cuerpo para que en un futuro no vuelvas a trabajar en tu barrio, pueblo, etc.
Ahora, en la antesala del juicio, estos 28 jóvenes recaban la solidaridad y el apoyo de la sociedad vasca
recordando el momento político de esperanza que vive Euskal Herria y denunciando lo que no dudan en calificar como juicios políticos.
Yo creo que no se los interesaba que se abriese en Euskal Herria un espacio nuevo, un proceso de paz.
No les interesaba y bueno, a raíz de eso a lo largo de esos meses hubo unas cuantas redadas en Euskal Herria,
tanto contra la juventud de Euskal Herria, como contra diferentes colectivos.
Yo creo que es claro que se trata de un juicio político, un poco por todo lo qué hemos ido comentando,
son motivaciones políticas las que les llevan a detenernos, a torturarnos.
Al final, somos militantes políticos, somos disidencia pura y dura cara a todo eso.
Y es político pura y simplemente porque nos están deteniendo por algo tan básico cómo es expresar nuestras ideas,
trabajar por los proyectos en los que creemos, y un largo etcétera... resumiendo, por ser militantes políticos.
Estas 28 personas recuerdan que recientemente otros 40 jóvenes independentistas vascos
fueron absueltos por la Audiencia Nacional de las mismas acusaciones,
y piden una sentencia absolutoria y el final de este tipo de procesos judiciales.
Yo creo que si antes no tenían sentido estos juicios, ahora tienen mucho menos.
Hace unos meses sucedió la absolución de los 40 jóvenes,
y ahora de repente a nosotros nos van a hacer otra vez el mismo proceso que se hizo a ellos.
Yo creo que no tiene ni pies ni cabeza el juicio en sí, y luego, creemos que deberíamos absueltos sin ninguna duda,
solo ya por las pruebas que ponen ante nosotros que es el tema de la autoinculpación bajo torturas,
y luego las pruebas que pone la policía, como tenemos seguimientos a manifestaciones totalmente legales.
En su momento, nuestra operación la vendieron como “volvemos a descabezar la cúpula reestructurada de no sé qué"
O sea que en teoría, las 40 eran la cúpula, nosotros éramos la segunda línea y o no sé cómo lo vendieron.
Y vamos, nos están juzgando, cuando a los otros 40 los han absuelto.
No tiene ninguna lógica, pero tampoco lo esperamos.