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Vamos.
Venga, Mikey. Mi abuela tiene más fuerza que tú.
Menos charlar y más sujetar, Dan.
- Podrías echarnos una manita. - Mis dedos.
- Cómo pesa el hijo de... - Un charco.
¡Bájalo, bájalo, tío!
¡Mi espalda!
¡Arriba!
Pesa como no sé qué.
- Subidlo. - Uno, dos, tres. ¡Arriba!
Ojalá tuviéramos una polea.
Es un encargo muy extraño.
Llevadlo al vertedero.
Sí, es basura.
Pero nos pagan por enterrarlo.
Los Krantz quieren asegurarse de que esté bajo tierra.
Bueno, si se sienten mejor. Ese cabrón mató a su hija.
¿Por qué no les han dejado ver cómo le freían?
El alcaide quería un acto formal. Creía que Krantz la liaría.
No es para menos.
Bueno, acabemos con la fiesta. Tengo que volver a Beekman.
Prometí a Rosie que volvería.
¿Estás enamorado, Danny?
No es asunto tuyo.
Ha dicho que hoy había estofado de vaca y panecillos calientes.
Pues yo voy a cenar también allí.
Creo que le gusto más que tú.
Qué más quisieras.
Tened cuidado.
Sí. Gracias por tu ayuda.
Hablando de Rosie...
- ¿Tú le gustas? - Creo que le gusto un poquito.
Esto no me gusta.
- ¿Qué no te gusta? - No me gusta nada.
¿El qué? ¿De qué estás hablando?
De él. No me gusta saber que le llevamos detrás.
Está muerto. No puede hacerte nada.
No tengo miedo. Pero ya sabes lo que le hizo a la niña.
Yo ni lo pienso, y tú no deberías. Bórratelo de la cabeza.
No puedo. No me gusta llevarle ahí. No está bien.
Cálmate. No te hagas mala sangre.
Quiero enterrar a este cabrón.
- No hables mal de los muertos. - Estaré bien cuando acabemos.
Llevarle ahí me da escalofríos.
Admítelo, Mike, tú también estás nervioso.
¿Te horrorizan los muertos?
Como a cualquiera.
Por eso hay que hacer el hoyo lejos.
No merece estar cerca de gente normal y decente.
Deberían haberle quemado.
La silla eléctrica es benévola para él.
¡Aquí, enterradle aquí!
Hola amigos. Aquí le traemos.
¿No le han dejado ver la ejecución?
No quise. Sólo quiero asegurarme de que está muerto.
Le han sacudido bastante. Dicen que 50.000 voltios.
Los sesos fritos, imagínese.
No pague usted el entierro. Que lo creme el Estado.
No creemos en la cremación.
Creemos en las llamas del infierno.
Ese es el castigo del Señor.
Violó y estranguló a nuestra niña.
- Le hubiera quemado yo mismo. - Tranquilo.
Ahora le tiene el Señor.
Él sabrá juzgarle severamente.
Dicen que no todos los pecadores van al infierno.
Los que se arrepienten son perdonados.
Hay pecados que no tienen perdón.
Quita la tapa para que le vea la cara.
Juré que le vería muerto y quiero verle.
Quiero asegurarme de que está en esa caja.
Contrólate, Arthur. Eso no era necesario.
Respeta los misteriosos caminos del Señor
o perderás la inmortalidad de tu alma.
Voy a decir una oración y luego nos iremos.
¿Una oración?
No pienso quedarme. No quiero oírla.
No se lo merece, reverendo.
Oh, Señor de misericordia y justicia.
Sabemos
que hay una hora para el castigo
y otra para el perdón.
Y dejaremos el juicio de ambos en tus todopoderosas manos.
No pido misericordia para el alma de éste que hoy enterramos.
Sólo pido justicia.
Amén.
Vamos a taparlo y a cavar el hoyo.
Sí, tengo que ir a Beekman.
- Se ha movido. - ¿Qué?
Se ha movido.
Danny, los muertos a veces se contraen.
Una pata de rana se mueve después de cortarla.
Hay gente que ha sobrevivido a ejecuciones, incluso ahorcados.
Pero a éste lo electrocutaron. Ayúdame.
Quizás le dieron poca corriente.
¡Mira, mira!
- ¡Se mueve, se mueve! - ¡Ayúdame, Danny!
¡Vamos, vamos, Mikey! ¡Rápido, Mikey, de prisa!
Tres. Dos. Uno.
Aquí Darlene Davies, del Canal 7.
Estamos con el reverendo Hicks,
pastor de la Iglesia del Divino Poder.
Estamos en el cementerio
donde supuestamente se iba a enterrar a un hombre ejecutado.
El reverendo fue uno de los primeros en informar de algo que parecía
increíble y extraño. Que los muertos se levanten
y vuelvan a la vida.
¿Cómo lo explicaría usted?
Esto es como el diluvio en el tiempo de Noé,
o la destrucción de Sodoma y Gomorra.
Estamos siendo castigados por nuestros pecados.
Los muertos
se levantan y el día del Juicio Final
ha llegado.
¡Remátale, venga!
Hay uno escapando por allí. Ve por él.
Por el poder del Espíritu Santo,
yo te condeno a la muerte y a la perdición eternas.
Que las bestias del infierno que te habitan
abandonen tu cuerpo, para que tu alma
arda en el fuego eterno.
¡Que tu alma
arda en el fuego eterno!
¡Mi cara!
- ¿Hay más por aquí? - Es el único que he visto.
Coja una escopeta.
Vamos a cazar más.
CENTRO MÉDICO ORMSBY UN AÑO DESPUÉS
¿Cree usted en los caminos misteriosos del Señor?
Él me ha salvado para una misión importante.
Veo que le dejan tener un perrito, reverendo.
Se llama Mushu.
Es mi compañero y protector, Srta. Davies.
Es muy lindo.
Pero no sé si puede protegerle mucho.
La idea es protegerles a ustedes de mí.
Si yo me convirtiera en una de esas cosas,
atacaría al ser vivo más cercano.
Mushu, en lugar de alguien más importante,
como usted, por ejemplo.
Eso piensan las autoridades.
Pero, por supuesto, su razonamiento es erróneo,
de hecho es ateo.
Creo que están estudiando su sistema inmunológico,
intentando averiguar por qué sobrevivió.
Pero no parece haber diferencias químicas entre su cuerpo
y el de alguien, digamos
no infectado.
Pues claro que no.
Dios me ha elegido a mí, como eligió a San Pablo.
Me ha utilizado para hacer un milagro.
Deben dejarme volver a mi iglesia
a continuar la obra del Señor.
¿Me ayudará, Srta. Davies?
Bueno, sí. De momento voy a escribir su historia.
Para eso he venido.
Creo, reverendo, que le van a dejar salir pronto.
Si no, no me hubieran dejado entrevistarle.
Arthur Krantz está en la cárcel
por esconderme en su casa.
El y su mujer Hilda
me bañaron y limpiaron con agua bendita,
y rezaron mientras deliraba
durante siete días y siete noches.
La gracia santificadora cura
el cuerpo y el alma.
Soy una prueba viviente.
Pero los científicos son ateos y agnósticos.
Como no me convertí en una de esas cosas,
me trajeron aquí para estudiarme.
Pero lo que me ha pasado
está por encima de sus penosos
razonamientos laicos.
¿No cree que vayan a encontrar una razón biológica?
¿Un virus, un germen?
No. Esas cosas eran demonios,
criaturas de Satán, dentro del cuerpo de nuestros muertos.
Los demonios siguen sueltos en este mundo
y los muertos deben ser clavados.
¿Clavados? ¿Qué quiere decir?
¡Clavados! Como las manos de Jesús a la cruz.
Clavar a los muertos para evitar
que se levanten antes del Juicio Final.
Que se arrepientan los pecadores y claven a los muertos.
Escuchad la palabra del Señor o los muertos se levantarán
poseídos por el demonio. Y los que no estéis limpios
os condenaréis por los siglos de los siglos en el fuego eterno.
Oye, Randy, prende esas antorchas.