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¿Por qué necesitás el derecho a decidir cómo gastar tu dinero? ¡Podés votar!
- ¿QUIÉN NECESITA LIBERTAD ECONÓMICA SI PUEDE VOTAR? -
Algunas personas dicen que las libertades económicas no son tan importantes.
Lo que importa es que tu voz sea igual de escuchada por el gobierno
para que puedas ayudar a hacer las reglas. O sea, muchos creen que los derechos políticos
como el derecho a votar o a postularse a cargos públicos, importan más que
los derechos económicos, como el de tener un negocio, tener propiedad privada,
o hacer planes financieros para vos mismo.
Pero eso es incomprensible.
Si nos importa la autonomía de las personas, queremos darles tanto control sobre sus
propias vidas como sea posible.
Yo puedo hacer muchas decisiones autónomas en mi vida.
¿De qué color quiero el cepillo de dientes? ¿Debería no comprar ropa nueva para poder
comprarme una guitarra copada?
¿O debería ahorrar más? ¿Debería volver al colegio? ¿Qué tipo de carrera debo buscar?
¿Trato de empezar un negocio o trabajo para alguien más?
En cada uno de estos casos YO tomo una decisión. Lo que yo decida, queda.
Esto es importante porque cada uno de nosotros tiene
una concepción diferente de "la buena vida". La buena vida no viene en una talla única.
Valoramos y buscamos cosas distintas.
Tenemos ideas distintas sobre cómo evaluar las diferentes oportunidades y costos que encontramos.
Cuando le damos a cada persona una amplia esfera de libertad económica personal
le damos el poder de formar su propio destino.
La libertad económica no es sólo sobre dólares y pesos.
Es crucial para que la gente pueda vivir una vida que sientan auténticamente suya.
Ahora, supongan que me sacaron esas decisiones
y las dejaron a una toma de decisión democrática.
Incluso si yo tuviera igualdad de voto, sufriría una grave pérdida de autonomía.
¿Por qué?
En cada elección o decisión, mi voto, por sí mismo,
es extremadamente improbable que altere el resultado.
Esto significa que no tengo casi nada de poder o autonomía.
El grupo decidirá por mí.
Tengo más chances de ganar la lotería varias veces seguidas, que de cambiar el resultado
de una elección legislativa o presidencial.
A diferencia de mi derecho a comprar el cepillo que quiera o el de elegir
qué carrera seguir, mi derecho a votar no me da suficiente
autonomía o control sobre mi vida.
Otro ejemplo:
En la mayoría de las democracias, los ciudadanos tienen derecho a elegir su religión.
Imaginen entonces que la democracia eligió una religión para todos
pero le dio a cada ciudadano igualdad de voto.
Eso no sería darle poder a los ciudadanos.
En la mayoría de las democracias, los ciudadanos también tienen derecho a elegir su ocupación.
De nuevo, imaginen si otros decidieran por nosotros mediante el proceso democrático.
Eso no sería dar poder a los ciudadanos, aunque cada uno tuviese igual derecho al voto.
En estos casos dar cada persona un voto no es lo mismo
que darle mucho control sobre sus vidas. Sólo garantizamos que la gente tenga
autonomía asegurando que cada persona tenga una amplia esfera de libertad personal
que no esté sujeta al control democrático. En las democracias occidentales
cuando exaltamos la democracia hablamos de la 'democracia constitucional'
y la parte de 'constitucional' es más importante que la parte de 'democracia'.
La democracia tiene que ser limitada.
Las democracias suelen garantizar bastante bien que la gente tenga mucha
autonomía personal.
Lo hacen no sólo dándole a cada persona el derecho a votar.
Más bien lo hacen asegurando que muchas cuestiones, incluso las decisiones económicas,
son sacadas del alcance de la política
para que nadie pueda votar sobre ellas.