Tip:
Highlight text to annotate it
X
¡Qué cursi era todo! En Vermont, jugaba a ser profe
y mi dormitorio se transformaba en una clase.
Y, como mi padre tiene un tractor, metía a los niños en
la parte de atrás y los paseaba como si fuera el autobús del cole.
Creo que una parte de mí siempre ha deseado ser maestra,
pero jamás pensé que lo acabaría siendo.
Cuando nos mudamos aquí hace ocho años,hacía excursiones,
pero no corría. Hasta que un día participé en una carrera.
No la olvidaré nunca. Fue la Cart-to-Cart desde
la ciudad de Crested Butte a Crested Butte South, donde vivo yo
Fueron 17,5 km y quedé última.
Nunca he sido una persona competitiva. Mis padres nunca se imaginaron
–ni yo tampoco– que un día
cruzaría medio mundo para participar en una carrera.
Tampoco sé cuándo empezó todo el tema de la competitividad
Empecé a ganar una carrera
aquí y otra allá y, poco a poco,
la cosa fue en aumento.
Mi primera carrera internacional fue la de Sierre-Zinal.
Pablo Vigil me preguntó si me interesaría participar y,
como yo ya iba a estar en Europa, pensé “¿por qué no?”
El año pasado fue genial y una buena parte de mi éxito se debe
al apoyo que recibo en mi ciudad. Es una sensación fantástica
saber que cuentas con el apoyo de toda una ciudad.
Yo soy maestra. Esa es mi realidad y no es fácil encontrar el equilibrio.
Aunque deseo ser una gran corredora,
también quiero ser una gran profesora.
El año pasado falté a clase unos días y, en lugar de enfadarse conmigo,
los padres me felicitaron y me hicieron un regalo.
¡Sí! Cuando un niño comprende algo, cuando por fin es capaz de leer
esa frase con la que ha luchado toda la semana,es fantástico.
Como profesora, es genial ser testigo de ese momento
y saber que tú le has ayudado a llegar ahí.
La enseñanza es como el trail, cada día aprendes algo nuevo.
Los niños siempre llegan a clase con nuevas historias que
contar y en el cole siempre pasan cosas nuevas cada día.
Eso es algo que me gusta de la enseñanza.
No persigo un objetivo concreto cuando participo en todas estas carreras.
Sí, claro. Me encantaría ganarlo todo, pero eso no va a ocurrir.
El tiempo pasa y yo me voy haciendo mayor, así que no va a ser posible.
Yo ya no soy tan joven y todo esto tiene un fin. Se acabará pronto.
Intento decirme a mí misma:
“Tú hazlo lo mejor que puedas”.
Esa es la actitud que procuro tener en todas las carreras y,
después, cruzo los dedos para que todo salga lo mejor posible.