Tip:
Highlight text to annotate it
X
En el Monte Sinaí, Dios exhorta
al pueblo judío a ser un pueblo sagrado,
socios con Dios en crear un mundo
de justicia para todos.
En Parashat Shoftim, que significa "Jueces,"
los israelitas está en la ribera del Jordán
casi en la Tierra Prometida,
cuando Dios les dice
que nombren jueces y oficiales de policía
para que puedan comenzar a administrar esta justicia.
La instrucción final de Dios está entre
las frases más famosas de la Torá:
"Tzedek, tzedek, tirdof," o
"Justicia, justicia, perseguirás."
¿Por qué "Justicia, justicia, perseguirás?"
La segunda "Justicia" debe
tener algún significado. Algunos dicen que "Justicia"
está repetida para poner énfasis,
para enseñar que la búsqueda de justicia está
entre las cosas más importantes que puede hacer una persona.
Otros dicen que está repetida para enseñar que
debemos ser justos en la manera en que
procuramos la justicia
Aquí en Shoftim,
aprendemos sobre cinco clases de justicia.
Primero, Dios le da a los israelitas una larga lista
de instrucciones sobre qué pueden y qué no pueden
hacer cuando rinden culto.
Ellos no pueden plantar un árbol o construir un monumento
cerca del altar de Dios, y no tienen
permitido sacrificar ningún animal
que tenga un defecto. Por sobre todo,
están advertidos de no adorar ídolos
o romper intencionalmente la ley de Dios --
porque el castigo es la muerte.
Abordando la segunda forma de justicia,
Dios le dice a los Hijos de Israel que
cuando arriben a la Tierra Prometida,
si ellos realmente quieren, ellos pueden ser
como las otras naciones a su alrededor
y nombrar un rey.
Los criterios para calificar como realeza son bastante estrictos:
el rey debe ser de la misma nación,
no debe mantener un exceso de caballos,
mujeres, plata u oro.
Además, el rey debe escribir
su propio rollo de la Torá y leerlo regularmente,
para que recuerde seguir sus leyes,
y debe gobernar justamente,
tratando a todos por igual,
sin importar cuán ricos o pobres sean.
Para la tercer clase de justicia,
Dios le dice a los Hijos de Israel
que creen "ciudades de refugio"
en la Tierra Prometida.
Si una persona accidentalmente mata a alguien,
él o ella puede huir a estas ciudades
y estar a salvo de los familiares del muerto
que podrían buscar venganza.
Pero si alguien intencionalmente
comete un asesinato y trata de escapar
a una Ciudad de Refugio, los ancianos de esa ciudad
deben mandar a él o a ella directamente a las manos
de la familia vengadora.
Siguiendo con la temática del crimen,
accidental o no, la cuarta parte
de Parashat Shoftim trata
de testigos y testimonio.
Para que un testimonio sea válido,
no uno sino dos testigos deben
dar el exacto mismo testimonio.
Si se descubre que los dos testigos
se reunieron para inventar un falso testimonio,
la Torá dice que se debe librar a la ciudad de ese mal --
en este caso, echar a los falsos testigos.
En otra famosa frase,
a los israelitas se les dice que no deben tener
compasión por ellos -- "una vida por una vida,
un ojo por un ojo," y así,
para asustar a otros
que estuviesen también considerando
proveer falso testimonio.
La quinta y última forma de justicia
es sobre las reglas de guerra.
Dios trata de confortar a los israelietas,
diciéndoles que no sean temerosos o cobardes
cuando salgan a la guerra
aún cuando sean superados en número por sus enemigos.
¡Más facil decir que hacer!
Pero los oficiales también debían proteger
las vidas de los soldados que tuvieran mucho que perder,
o mucho por vivir.
Diciéndoles a sus ejércitos,
"Aquel que haya construido una nueva casa
pero no haya vivido en ella aún, vuelva a casa.
Aquel que haya plantado un viñedo
y no haya recogido el fruto aún, vuelva a casa.
Y aquel que esté comprometido a una mujer
pero no se haya casado aún,
vuelva a casa también."
Por tres mil años, la orden
"Justicia, justicia, perseguirás"
ha definido quién es el pueblo judío
y sobre qué se basa. Especialmente hoy,
frente a la necesidad crítica
de asegurar justicia en temas
como devastación del medio ambiente,
injusticia económica, actividad genocida
alrededor del mundo, este llamado nos advierte:
No debemos esperar por oportunidades
para hacer justicia sino que debemos actuar enérgicamente
para tratar los grandes temas morales
de nuestra época.
Esta es nuestra herencia. Que seamos dignos de ella.
Productora: Sarah Lefton
Director de Animación: Nick Fox-Gieg
Animación: Jeanne Stern
Director Editorial: Matthue Roth
Tema Musical: Tim Cosgrove
Escrito y narrado por Rabino David Saperstein
Grabación de sonido: Gabe Schwartz