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David Pizarro - El Lado Sucio de la Limpieza
Ser humano es complicado.
Una de las cosas que lo complica es
pensar que somos almas eternas
y mentes libres,
pero la realidad es diferente.
Somos mentes y almas
y estamos adosados a cuerpos.
Y tener un cuerpo es complicado.
Mientras mi mente se siente como la de alguien de 18 años,
cada día me miro en el espejo y me doy cuenta que mi cuerpo ya no tiene 18 años.
Y esto implica problemas:
tener cuerpos significa tener que mantenerlos.
Tenemos que cuidar de estos cuerpos.
Pero ¿qué quiero decir con mantenerlos?
Quiero decir que, como si tuviésemos un auto,
hay una serie de cosas que debemos hacer
para que nuestros cuerpos no se deterioren.
Una de las cosas que debemos hacer es
mantener nuestros cuerpos limpios y libre de enfermedades.
Por suerte, poseemos mecanismos psicológicos
que están destinados a mantenerlos de esta forma.
Y estos son los mecanismos que investigo.
Una de las cosas sobre la que quiero contarles hoy
es el lado oscuro de estos mecanismos.
Que el mismo mecanismo que mantiene nuestros cuerpos limpios,
puede, sin embargo, tener consecuencias negativas
en nuestros juicios y conductas.
Entonces, necesitamos mantener nuestros cuerpos limpios y libres de enfermedades.
Somos bastante buenos en ello, estamos motivados.
Tomamos duchas, todos los ideas idealmente,
nos lavamos las manos, cepillamos nuestros dientes.
También deseamos convencer a otros de que somos limpios
entonces compramos productos que nos hacen oler y ver bien,
para que otros piensen que somos limpios.
Pero mantener nuestros cuerpos limpios y libres de enfermedades,
más que una decision acerca de nuestra limpieza,
es también evitar personas que parecen sucias
porque pueden ser una fuente de contaminación.
Entonces, poseemos mecanismos psicológicos que indican
que mejor alejarnos de estas personas.
Podemos querer evitar personas que juegan en el barro.
Y no sólo debemos estar atentos a nuestra propia limpieza
y a la gente de la cual nos rodeamos,
también debemos estar atentos a nuestro ambiente.
Debemos mantener nuestro ambiente limpio,
limpiamos nuestro baño,
lavamos nuestros utensillos,
limpiamos nuestras cocinas,
y tenemos ayuda.
Industrias multibillonarias que se dedican
a vendernos diferentes tipos de jabónes para todas estas cosas.
Un jabón para el cuerpo, uno para la cocina, para el baño,
y logramos un buen resultado.
Ahora, no es tan problemático como parece.
Logramos bastante bien estar libres de enfermedades,
y una de las razones de ello
es que una vez contaminados,
nuestro cuerpo cuenta con una respuesta inmune natural
que se encarga the intentar eliminar gérmenes que han ingresado en nuestros cuerpos.
Entonces, por ejemplo,
esto nos permite en ocasiones jugar en el barro, estrechar la mano de un extraño, y hasta vivir en el dormitorio de una universidad
sin consecuencias demasiado negativas.
Sabemos que este sistema inmune es importante.
Uno de los aspectos en los cuales es llamativamente importante,
es a partir de ver personas que nacen con sistemas inmunes deficientes
y de vez en cuando hay personas que nacen
con sistemas inmunes ausentes.
Tomemos el caso de David Vetter.
Fue un niño que en la década de los 80 fue famoso por haber nacido con tal deficiencia inmunológica
que tuvo que vivir en una burbuja durante gran parte de su vida.
El más benigno de los gérmenes
que entrara en su organismo lo habría matado.
Y de hecho así fue cuando tenía 13 años de edad.
Pero tenemos una primera línea de defensa contra la contaminación.
Antes que nuestro sistema inmunológico se active,
contamos con un sistema inmunitario piscológico.
Esencialemente, creamos nuestra propia burbuja
de protección contra la contaminación.
Y este es un mecanismo psicológico muy muy potente.
Por ejemplo es lo que nos mantiene ocupados en hacer cosas como
asegurarnos de limpiar el inodoro de un baño público,
me pongo muy ansioso cuando no hay una de éstas en el baño.
También nos previene de comer alimentos que podrían contener enfermedades o ser dañinos
como carne infestada con insectos.
Manténganse alejados de carne que pudiese ser peligrosa para nosotros por estar contaminada.
De hecho, la conexión con los alimentos es tan fuerte
que contamos con una emoción, parte del sistema inmunitario psicológico,
que es el asco.
Y el asco es algo que he estudiado durante los últimos 10 años.
Es una emoción universal muy muy poderosa.
Esta es una imagen de las seis emociones básicas,
reconocerán la emoción de asco
como aquella con la nariz arrugada.
Es una emoción tan fuerte que sin importar dónde, en el mundo, la encontraremos.
Y lo mismo con las demás emociones.
Podemos encontrar el origen de esta emoción.
Aún cuando niños no posean una emoción de asco completamente desarrollada,
podemos ver el origen del asco como protector contra la contaminación oral,
dándole a un niño algo amargo o ácido.
Entonces esa misma cara que ponen cuando les muestro la imagen de carne podrida,
el niño la expresa cuando le doy a probar limón.
Los orígenes de esta emoción protectora, el asco,
se piensa que provienen, y la palabra "asco" contradice esto, de
la protección que tenemos contra la ingestión de potenciales venenos.
Pero esta emoción en el sistema inmunitario psicológico, si bien es poderosa
es rudimentaria.
Como otras emociones, a veces se activa erróneamente.
Y una consecuencia potencialmente negativa de ello,
es que puede hacernos tomar desiciones que son dañinas para la sociedad.
Entonces la misma razón por la cual estamos tan motivados a continuar comprando el tipo indicado de jabón,
y lavarnos las manos, y llevar desinfectantes para manos...
Esa serie de acciones ha creado una serie de gérmenes y bacterias resistentes a los antibióticos.
El sistema inmunitario psicológico que supuestamente deberia protegernos de enfermedades
irónicamente ha causado enfermedades que no habrían aparecido de otra manera.
De la misma forma, el sistema inmunitario psicológico que está para protegernos,
puede tener consecuencias negativas y serias en nuestros juicios y decisiones en el área social.
Lo que quiero compartir con ustedes hoy,
son investigaciones que provienen de variadas disciplinas e investigadores
que apuntan hacia lo mismo:
Que el poder del sistema inmunitario psicológico puede filtrarse a nuestros juicios
y propiciar juicios y decisiones muy muy feas en el ámbito social.
Por ejemplo,
estimular nuestro sistema inmunitario psicológico,
parece estar ligado a un aumento de actitudes negativas
hacia inmigrantes, homosexuales, y hacia la humanidad en general.
De forma tal que la sobreactivación del sistema inmune psicológico
posee consecuencias negativas asociadas.
¿Cómo sabemos esto?
Hay dos estrategias que podemos utilizar para investigar esto.
Podemos observar las respuestas del sistema inmune psicológico en la población.
De forma que cuando les muestro la imagen desagradable de la carne,
algunos de ustedes pueden haber puesto una cara de mucho asco
y otros pueden no haber sentido asco en absoluto.
De hecho, algunos pueden haber comido esto de desayuno.
Así podemos medir estas reacciones
y aquí vemos representado a la derecha alguien que siente asco muy muy fácilmente
o ser muy sensible a la contaminación del ambiente.
Y a la izquierda el rostro de alguien que no siente asco fácilmente en absoluto.
Entonces, esto puede ser medible. ¿Cómo?
Una forma muy sencilla de hacerlo
es preguntarle a la gente.
Hay una variedad de cuestionarios.
Algunos que miden sensibilidad a las enfermedades y la contaminación,
algunos que miden el asco y cuán fácilmente sentimos asco.
Estas son algunas de las preguntas que utilizamos,
y pueden responder esto mentalmente.
Imaginen una escala de 5 puntos
"estoy muy muy de acuerdo", a la derecha, 1 representa "no estoy de acuerdo en absoluto".
"Intento evitar que cualquier parte de mi cuerpo toque el inodoro en baños públicos, aúnque parezca limpio";
"Si alguien vomita, siento náuseas";
"Prefiero lavar mis manos rápidamente luego de estrechar la mano de alguien";
"Soy susceptible a enfermedades infecciosas".
Y lo que puede verse es que algunas personas son muy muy,
poseen un sistema inmune psicológico muy fuerte, y otras personas no se incomodan tanto.
Es muy distinto en un país donde frecuentemente besamos como saludo
a con países donde ni siquiera estrechan tu mano.
Otra forma de medir esto o de encontrar
una asociación entre sistema inmune psicológico y nuestros juicios sociales,
es (olvidando las diferencias individuales)
trayendo sujetos al laboratorio y manipulando el sistema inmune psicológico: estimularlo.
Hacer que los sujetos se preocupen mucho con la contaminación o estén a disgusto,
y comparar a ese grupo con otro que no ha sido estimulado en su sistema inmune psicológico.
Una especie de grupo control.
¿Cómo logramos esto?
Podemos traer sujetos al laboratorio y recordarles que hay gérmenes en todos lados.
Puedo decirles: "los controles remotos están llenos de gérmenes, si van a un hotel hay gérmenes en todos lados,
en sus asientos ahora mismo, el apoya brazos ha sido tocado por miles de personas, no saben qué puede haber ahí."
O puedo directamente manipular algo como la respuesta de asco
y me encanta estudiar el asco porque es tan fácil de manipular.
Puedo mostrarles una imagen.
Esto realmente salió de la nariz de un amigo.
Y dije "tengo que usar esto" en mi charla.
De hecho puedo decir que algunos de ustedes están más asqueados que otros,
pero manipulando estas imágenes,
puedo decir: "Ustedes saben que hay gérmenes en todas partes, en sus cocinas, en su esponja.
No pueden verlos, pero están."
Podemos utilizar estos métodos para hacer que personas maravillosas se vuelvan muy muy sensibles a la contaminación.
Y lo que encontramos...
Dejenme contarles acerca de un experimento realizado por investigadores en la Universidad de British Columbia.
Hicieron esto con la mitad de los sujetos que acudieron al estudio.
Les dijeron "ustedes saben que en sus cocinas hay gérmenes en todas partes"
y a la otra mitad, les hablaron sobre los accidentes automovilísticos que hay constantemente.
Es otra amenaza, sólo que no es sobre contaminación o enfermedades.
Y lo que hallaron, al preguntarles a estos individuos en la Universidad de British Columbia,
sobre sus actitudes frente a varias cosas,
incluyendo inmigración y su actitud frente a los inmigrantes,
los juicios de aquellos que habían leído acerca de gérmenes
eran mucho más duros, estaban mucho menos a favor de la inmigración,
especialmente en países donde los inmigrantes eran sustancialmente diferentes a ellos.
En este caso eran inmigrantes africanos.
Lo que hallaron es que simplemente recordar a la gente que los gérmenes merodean,
los hace más opositores a la inmigración y más severos en su juicio sobre los inmigrantes.
En una serie de estudios que realicé con mis colegas en Cornell
nos enfocamos en la emoción de asco,
en cómo estimular el asco en personas o encontrar personas que sienten asco fácilmente,
y cómo esto influencia sus actitudes hacia la homosexualidad.
Y resulta que,
para ambos, para personas
que sienten asco fácilmente, que se retuercen en sus asientos,
cuando les mostré la imagen de la cosa sucia que había salido de esa nariz,
son ligeramente más propensos a estar en contra del matrimonio gay.
Podemos demostrar esto de forma confiable, lo hicimos en distintos individuos,
en la población, controlando factores como educación y religión.
Independientemente de todo ello,
tan solo el grado en el cual sienten asco fácilmente por inodoros o carne podrida
predice su actitud acerca de la homosexualidad.
Pero también demostramos esto manipulando,
llevando sujetos al laboratorio
y exponiéndolos a un aroma desagradable.
A la mitad de los participantes se les preguntó qué pensaban de varios grupos sociales, incluyendo hombres homosexuales.
"¿Cuán cálida o fríamente sientes sobre estos grupos sociales?"
La mitad de los participantes hicieron esto, llenaron un cuestionario
cuando había un aroma desagradable en el ambiente
y la otra mitad lo hizo cuando no había un olor desagradable.
Y lo que encontramos es que la simple presencia de un olor desagradable
significa que las personas son más severas en su evaluación de hombres homosexuales.
Ahora, algunos de ellos siquiera repararon en el aroma desagradable hasta que les preguntamos:
"Lo olieron?"
"Ah! Sí! No sabía qué era. Pensé que era el Asistente de Investigación."
Y por supuesto era un aroma muy muy desagradable.
Uno de los hallazgos más confiables, sin embargo,
es que estimular el sistema inmune psicológico nos hace jueces más severos,
particularmente en el área de la moral.
Eso significa que cuando siento que hay una amenaza de contaminación cerca,
cuando siento asco,
soy más propenso a pensar que las cosas están mal.
Incluso cosas que normalmente no pensaría son moralmente malas.
y soy más propenso a juzgar a la gente severamente,
por prácticas y conductas,
que pueden ser un poco raras, o poco frecuentes, o distintas a las mías.
Incluso cuando no hay daño involucrado.
Déjenme darles un ejemplo,
este es un estudio realizado por investigadores en la Universidad de Virginia.
Les pedimos a los sujetos que emitieran una serie de juicios.
Leyeron un viñeta acerca de una persona que hacía algo que podría haber sido malo,
pero no había un daño directo involucrado.
En este caso,
este es un ejemplo: el perro de un hombre es atropellado por un auto y está muy triste.
Su perro está muerto, pero piensa:
"No voy a desperdiciar esta carne en perfecto estado."
Entonces cocina la carne de su propio perro y la come durante la cena.
¿Fue moralmente erróneo hacer esto?
Lo que hallaron fue:
las personas que respondían a la pregunta delante de un escritorio de un aspecto que generaba asco
- en este caso respondían a la pregunta y el escritorio tenía pañuelos de papel sucios, una caja vieja de pizza, bebida usada -
eran mucho más propensos a encontrar este acto moralmente reprochable
que las personas que respondían delante de un escritorio limpio.
En nuestro propio trabajo,
decidimos que una cosa era traer gente al laboratorio y estimular el asco,
ese es un buen método pero no sucede a menudo.
Entonces pensamos que algo que sí sucede a menudo es algo que estimula el sistema inmune psicológico
es constantemente recordarnos que hay enfermedades en todos los sitios.
Y tenemos un recordatorio, especialmente en los campus de las universidades,
donde hay dispensers para limpieza de manos en todos los sitios,
y parte del mensaje que recibimos constantemente con carteles es:
"Detenga las enfermedades, detenga la dispersión de la gripe. Limpie sus manos."
Nos preguntamos, ¿es eso suficiente para que las personas se vuelvan más punitivas?
¿Se vuelvan jueces morales más severos?
Entonces llevamos sujetos al laboratorio,
y todo lo que hicimos, la mitad de los participantes,
recibieron un recordatorio:
"A propósito, hacemos muchos experimentos. Sólo asegúrese de limpiar sus manos antes de tocar el teclado."
La otra mitad no recibió tal advertencia.
Luego realizamos una serie de preguntas, esta vez con respecto al área ***.
Como imaginan asco y limpieza son muy importantes - al menos deberían serlo - en el area *** especialmente.
Entonces les preguntamos: "¿Piensa que esto sería moralmente reprochable?"
Les preguntamos una serie de preguntas, de actos inofensivos pero extraños.
Un ejemplo: "Un hombre está cuidando la casa de su abuela,
y durante su ausencia, invita a su novia y mantienen relaciones sexuales en la cama de la abuela."
Raro, desagradable, mmmm; sí.
¿Cuán equivocado es?
Si habían recibido el recordatorio de lavar sus manos,
eran significativamente más propensos a pensar que este era un acto incorrecto.
Esto fue preguntado en un número de acciones y hallamos en general:
Ser recordado de lavarse las manos, nos vuelve, digamos, más conservadores sexualmente,
más propensos a encontrar que ciertas cosas son incorrectas en ese área.
Esta es una respuesta fuerte.
Nuestra psicología está construída para mantenernos lejos de la contaminación, de las enfermedades,
de cosas sucias, virus sucios, y personas sucias.
No quiero dejarlos pensando que es un lástima que contamos con el asco
o que es una lástima estar motivados a mantenernos alejados de cosas sucias.
Sigan motivados a mantenerse lejos de las cosas sucias: es algo bueno.
Pero como mucha de nuestra psicología, un aspecto positivo puede fácilmente convertirse en malo.
Puede llevarnos a errores de juicio
que, si no tenemos cuidado, pueden tener serias consecuencias.
Como cuando les mostré la imagen de la carne
y les dije que podría tratarse de carne podrida.
Lo que a primera vista podrían haber parecido gusanos, o moscas en la carne,
en realidad es sólo arroz, y ésta es una receta hecha para estimular asco en las personas.
Pueden servirlo a sus niños.
Por tener la capacidad para razonar acerca de ello,
podemos corregirlo.
Podemos decir: "Ah, se ve desagradable, pero puede que esté bueno, así que lo probaré de todas formas."
Podemos hacer eso con la comida,
también podemos hacerlo en lo social.
Tan sólo porque alguien nos haga sentir nauseoso,
haga cosas de forma distinta a nosotros,
huela de forma distinta a nosotros, se vea de forma distinta,
incursione en prácticas sexuales diferentes a las nuestras,
no significa que podemos sentarnos y pensar y decir:
"Esto está mal."
A pesar de tener una reacción visceral
"tal vez deba pensarlo de nuevo."
De esta forma,
- irónicamente -
abriéndonos al hecho de que la respuesta de nuestro sistema inmune psicológico pueda ser errónea,
podemos tener una sociedad más sana, una sociedad más feliz.
Gracias.
(Aplausos)