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Londres se encuentra en el sudeste de Inglaterra, en el Valle del Támesis.
Con más de 8 millones de habitantes,
la capital del Reino Unido ha sido un importante
centro financiero, educativo y cultural por cientos de años.
Del patrimonio que Inglaterra ha legado al mundo,
nada ha sido tan importante como su idioma y literatura.
Y si hay alguna ciudad que se lee como una saga épica, es Londres.
La historia de Londres data de la Edad del Bronce;
aunque todo realmente comenzó cuando los romanos abandonaron la ciudad, en el siglo V.
Se convirtió en una de las grandes ciudades comerciales medievales,
pero solo alcanzó la madurez en el siglo XI,
cuando Guillermo el Conquistador construyó la Torre de Londres,
que con el tiempo se volvió una de las prisiones más lúgubres.
Es muy fácil desplazarse en Londres
y es una ciudad tan compacta, que es fácil de recorrer a pie.
Esta ciudad del mundo está llena de símbolos icónicos,
y uno de los más famosos es el Tower Bridge,
un impresionante recordatorio de la rápida expansión de Londres en la revolución industrial.
Remontando el río, en las Casas del Parlamento,
las reconfortantes campanadas del Big Ben suenan por toda la ciudad, cada hora.
El Palacio de Buckingham, quizás el palacio más famoso del mundo,
es la residencia oficial de la Reina Isabel.
Es una de las principales atracciones y hay tours para visitar los Salones de Estado y los jardines.
Cerca de allí, el Palacio de Kensington está abierto al público todo el año.
El palacio y los jardines serán recordados
como el hogar de la princesa Diana y el príncipe Carlos,
y recientemente hubo una renovación de varios millones de libras.
Otro legado de la monarquía inglesa son los Parques Reales de Londres.
Eran terrenos de caza privados de la Familia Real,
que hoy día están abiertos al público.
Hay ocho parques y varios de ellos se encuentran en el centro de Londres,
cerca de los palacios reales y de otros monumentos históricos.
Los parques Green Park y St. James Park están junto al
Palacio de Buckingham, del Arco del Almirantazgo y del Mall.
Hyde Park, con su lago artificial The Serpentine, es quizás el más famoso de todos
y los jardines de Kensington son un magnífico espacio abierto
que se extiende hacia el este, en dirección del Palacio de Kensington.
El Albert Memorial se encuentra al sur de los jardines de Kensington,
y la impresionante estatua de bronce mira hacia el Royal Albert Hall
justo del otro lado de la calle.
El Royal Albert Hall es otro recordatorio del gran amor de la Reina Victoria
por su esposo, el príncipe Alberto.
Varias de las más importantes historias de Londres comenzaron en sus lugares de culto,
y ninguna es tan impresionante e importante como la Abadía de Westminster.
Aquí es donde los reyes y reinas han sido coronados, casados, e incluso enterrados.
Londres fue construida de nuevo tras el Gran Incendio de 1666
y la Catedral de San Pablo es el monumento más representativo de la transformación de la ciudad.
Es un gran testamento a la fuerza y resistencia británica.
El West End en el centro de Londres es una historia aparte.
Aquí las calles están alineadas con antiguos edificios,
pero las multitudes salen para divertirse.
Durante el día, las encantadoras boutiques y cafés viven a través de sus clientes,
y por las noches los bares de Carnaby Street se llenan de
personas que van a tomar algo antes de asistir a espectáculos.
Se trata de una de las zonas de teatros más grandes del mundo.
Y en ocasiones te sientes como en un tablero de Monopoly inglés,
con Coventry Street, Trafalgar Square y Picadilly Circus cerca unos de otros.
Si sales del centro histórico,
los suburbios a la moda de Londres son algo completamente diferente.
El mercado de Portobello Road en Notting Hill atrae a miles de personas,
especialmente el mercado de antigüedades de los sábados,
mientras que el más atrevido Camden Town cuenta con
seis fabulosos mercados que abren todos los días de la semana
y que se extienden sobre sus calles, el canal y sus establos históricos.
Londres es una ciudad que honra su propia historia,
y también la de la humanidad.
El Museo Británico es uno de los más importantes del mundo
y sus tesoros, que cubren miles de años de historia, se cuentan en millones.
El museo está abierto todos los días, y sobre todo, es gratuito.
De lo antiguo a lo moderno,
la rueda de la fortuna, London Eye, te ofrece una perspectiva y un ritmo diferente.
La enorme rueda mide 135 metros
y una vuelta dura 30 minutos.
Desde aquí puedes ver el viejo Londres,
y algunas de las construcciones más recientes, en la comodidad de tu cabina con aire acondicionado.
Londres siempre será una ciudad que mira,
tanto al pasado como al futuro, en la misma medida.
Desde lo tradicional hasta lo vanguardista,
el horizonte de esta ciudad está cambiando para siempre.
Que es, a final de cuentas, lo que debe suceder con cada gran ciudad.