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EL VINO Y EL BANQUETE EN LA RIBERA DEL DUERO DURANTE LA PROTOHISTORIA.
La copa se eleva hacia los dioses y circula entre los hombres.
Se desplaza en las dos direcciones, la vertical y la horizontal,
en los dos momentos esenciales, que son la libación y el simposio.
Por ello el valor simbólico de la copa es grande...
... y su presencia alude al consumo de vino.
Hace ya 2500 años los Vacceos consumían esta bebida de los dioses...
... con relativa frecuencia en el desarrollo de sus banquetes.
Pese a tratarse de un pueblo del interior peninsular,
y por tanto alejado de las zonas costeras de más directa influencia colonial fenicia y griega,
no existen grandes dudas sobre la temprana recepción del vino por su parte...
... y el desarrollo de prácticas sociales vinculadas a su consumo.
Hoy sabemos, gracias a las ***íticas de residuos realizadas,
que algunas de las esbeltas copas aparecidas en Pintia fueron utilizadas para este fin.
Pero la historia del vino se remonta a los orígenes de la civilización.
Así, en Mesopotamia y en Egipto su producción y consumo...
...estuvo vinculado a reyes, aristócratas y sacerdotes,
adquiriendo un carácter suntuario y elitista...
... que perduró en las civilizaciones del Mediterráneo...
... hasta la democratización de su consumo en el mundo romano.
Grecia constituyó, en cualquier caso, el principal actor...
... en la normalizacion y difusión hacia Occidente de este singular patrimonio cultural.
La vinculación de su consumo a espacios y pautas precisas,
materializadas fundamentalmente en el simposio o bebida en común,
se acompañó de una producción y comercialización de vajilla de calidad para el servicio del vino,
exportándose a lo largo y ancho del Mediterráneo, entre los siglos VIII y IV a.C.
Vasos primorosos concebidos para el banquete de los "áristoi", los mejores.
En el mundo griego, el simposio tenía lugar después de la cena en el "andron",
un lugar destinado exclusivamente a los hombres, reunidos en torno al vino.
Un vino civilizado en la crátera mediante su mezcla con agua,
ya que beber el vino puro implicaba para los griegos...
... una conducta incivilizada propia de sátiros o bárbaros.
Por su parte, en el mundo etrusco la presencia de mujeres en el simposio,
extendidas sobre la kline junto a comensales masculinos, escandalizaban a los griegos.
Según Ateneo, estas matronas, que no hetairas o cortesanas,
“participan en banquetes no sólo con sus propios maridos,
sino con cualquiera que de la casualidad que se encuentre presente,
y brindan con los que ellas desean.
Además, les gusta terriblemente beber y son considerablemente hermosas”.
Hacia el 600 a.C. griegos jonios de la ciudad de Focea, en Asia Menor,
establecieron la colonia de Massalia, la moderna Marsella, en la desembocadura del Ródano,
vía fluvial de penetración hacia el corazón de la Europa bárbara.
El objetivo de esta nueva colonia fue la captación de materias primas del interior del continente.
Los príncipes hallstáticos de lugares como Heuneburg, Hohenasperg o Mont Lassois,
a cambio de promover, centralizar y gestionar la produccion y distribucion de materias primas ...
...obtuvieron bienes de prestigio,
productos exóticos en su mundo que sirvieron para reforzar su status...
... y que quedan especialmente reflejados en los ajuares y ofrendas de sus monumentales tumbas.
Entre estos, los elementos vinculados al banquete:
kline, cerámicas de importación, cráteras o calderos de bronce, etc.,
así como el propio vino jugaron un papel esencial y satisficieron la llamada “sed celta” ...
... habida cuenta de las condiciones adversas para el cultivo de la vid en la Europa templada.
Como indicaba el historiador Diodoro de Sicilia en el siglo I a.C.,
“son inmoderadamente aficionados al vino...
...y se sacian con el vino sin mezclar importado por los comerciantes.
El deseo del mismo les hace beber con avaricia...
...y cuando se emborrachan caen en el estupor o en una disposición maníaca”.
Una visión, la de las fuentes clásicas, sin duda interesada,
que pone el acento en la barbarie del otro como contraposición al mundo civilizado propio.
Prácticamente al tiempo la Península Ibérica recibirá, de la mano de fenicios y griegos,
tanto el vino y los servicios para su consumo como las cepas,
cultivadas inicialmente en las factorías fenicias y poco después en los poblados indígenas costeros.
Desde principios del siglo VI a.C. Tartesios e Iberos comenzaron a producir vino,
tal y como vienen a demostrar la presencia de pepitas de uva...
... y las estructuras de lagares de Benimaquía, en la alicantina localidad de Denia.
Una vez más, en las tumbas de los aristócratas,
como evidencias las necrópolis albacetenses de Pozo Moro o Los Villares,
observaremos la presencia de ánforas vinarias y servicios de bebida importados...
... que acreditan la importancia de ese elemento allí donde se recibe.
“No tenían vino, sal, vinagre ni aceite,
y al comer trigo, cebada, gran cantidad de carne de venado y de liebre cocida sin sal,
enfermaban del vientre y muchos incluso morían”.
Así narra Apiano las penurias de los soldados romanos de Lúculo...
... en su incursión a la ciudad vaccea de Intercatia en el 151 a.C.
Una vez más la visión del invasor incidiendo en la falta de productos civilizados...
... que, sin embargo, la arqueología ha venido a demostrar sesgada,
por cuanto gracias a la ***ítica de residuos hoy sabemos, en efecto,
que hace 2500 años el vino era consumido, incluso con frecuencia, entre los Vacceos.
Ha sido Pintia precisamente la que ha rendido múltiples evidencias al respecto,
tanto en ambientes domésticos como en contextos funerarios,
gracias al análisis de los residuos orgánicos realizados a los recipientes cerámicos.
En la ciudad de Las Quintanas, bajo los escombros de una vivienda incendiada en el siglo I a.C. ...
...se descubrió la denominada “estancia del banquete”,
que proporcionó un nutrido conjunto de piezas cerámicas destinadas al almacenamiento de alimentos...
... y al consumo de bebidas alcohólicas y carne.
Dos grandes orzas, un embudo, una copa, una jarra, una olla tosca y un cuenco,
además de un vasito de perfil acampanado que ha deparado restos de vino,
una jarra de pico que contuvo cerveza...
... y una gran fuente que ha confirmado la presencia de grasas animales.
No resulta difícil imaginar, a partir de este conjunto de objetos tan específicos,
escena ocurrida hace más de dos mil años en la referida habitación,
donde un personaje destacado de Pintia establecería vínculos de reciprocidad...
...con otro de igual nivel.
Carne, pan, vino, cerveza e hidromiel...
... serían el mejor contexto para hablar de política, de alianzas o de futuros matrimonios.
Estas mismas viandas y bebidas acompañaron en el último viaje a los aristócratas de Pintia,
y no sólo a los hombres sino también a las mujeres y a los niños.
En la necrópolis de Las Ruedas se han hallado numerosos testimonios que apuntan en esta dirección.
Además de los servicios cerámicos para los líquidos y alimentos,
que incluyen copas, cráteras, jarras de pico, ciatus o escudillas, fuentes, etc.,
comparecen también toda una serie de objetos de hierro relacionados con el fuego y el procesado de alimentos:
Espetones, parrillas, trébedes o pinzas,
así como el característico cuchillo para cortar la carne.
En este contexto funerario, es habitual que estos elementos metálicos sean miniaturas,
réplicas a escala de las existentes en los ambientes domésticos.
La destacada mujer de la tumba 127a ...
...cuenta con un notable ajuar, con más de una veintena de piezas.
Entre ellas destaca el servicio de bebida y comida,
constituido por dos jarras de pico, una copa para el vino, una parrilla y unas pinzas para el fuego,
así como las abundantes piezas de carne depositadas como viático.
En el mismo espacio funerario y al mismo tiempo fue enterrada una niña de menos de 8 años,
la tumba 127b, que contaba con más de medio centenar de objetos.
Entre ellos un completo servicio de bebida, pero también una parrillita y pinzas de fuego con valor simbólico...
...testimonian cómo la elevada condición social, más que la edad,
eran determinantes en el acceso al banquete funerario.
La tumba 84 finalmente constituye uno de los conjuntos más explícitos...
... en cuanto a las viandas ofrecidas con carácter viático a un varón adulto.
La ***ítica de residuos proporciona evidencias de vino en la crátera y el ciatus.
Dos cajitas zoomorfas para los condimentos y un cuarto trasero derecho de cordero lechal...
... complementan las ofrendas alimenticias incluidas por el cortejo fúnebre.
Como dijo el poeta griego Alceo, “bebamos.
A qué aguardar a las candelas. Hay un dedo de día”.
Descuelga y trae las copas pintadas. ¡Enseguida!
Porque el vino lo dio a los humanos el hijo de Selene y Zeus para olvido de penas.
Escancia mezclando uno y dos cazos, y llena los vasos hasta el borde,
y que una copa empuje a la otra.�