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A menudo me preguntan: "¿Por qué ofrecerse como voluntario?
¿Qué hace que una persona dedique tiempo y esfuerzo a algo
sin esperar dinero a cambio?"
Todos coincidiremos en que la gente no se ofrece como voluntario
solo para recibir bebidas gratis, una linda camiseta o calcomanías.
Sus acciones demuestran que
pertenecen a una cultura voluntaria.
Y quisiera decirles
cómo esa cultura voluntaria puede cambiar nuestro mundo.
Esto es "Nowhere".
Es como el hermano menor europeo de "Burning Man".
Se basa en los mismos principios,
tales como autoexpresión, independencia e inclusión.
Allí hacemos las mismas cosas que nuestros amigos de EE.UU.:
vamos a una zona abandonada en España,
construimos un asentamiento, vivimos allí por un tiempo
y finalmente lo desarmamos, dejando nada más que nuestras huellas.
He trabajado como voluntaria en "Nowhere" durante 5 años ya.
Empecé decorando baños
y terminé estando a cargo de
coordinar a los voluntarios, a los medios, y actualmente, la comunicación.
"Nowhere" depende completamente de sus voluntarios,
sin ellos no podríamos construir el asentamiento,
no existiría el arte y mucho menos el evento.
Conozco gente que cada año dedica meses de su vida
para que esto suceda.
También conozco gente que solo dedica algunas horas de la tarde.
La diferencia entre ellos no nos interesa
gracias a otro principio que compartimos con "Burning Man":
la participación.
Cada persona puede comprometerse
cuando quiera y en la forma que elija,
sin importar su pasado.
Gracias a esta participación
pude aprender mucho trabajando en "Nowhere".
Por ejemplo: aprendí a construir una estructura,
cuando yo era alguien que
no sabía siquiera cómo usar un taladro.
Aprendí a tomar descansos para no agotarme
y aprendí a prepararme para una situación estresante.
A la vez pude también enseñar.
Pude enseñar formas de organizar equipos
y pude ayudar a las personas a lidiar con los momentos de tensión.
Este año voy a asistir de nuevo
y quizás podré enseñar a otros a construir estructuras.
Bueno, no quiero decir
que todos debamos ir a un desierto y empezar a construir cosas.
Lo que quiero decir es que deberíamos prestar atención
a esta comunidad tan participativa, a esta cultura voluntaria,
y ver qué podemos tomar de ellos
e implementarlo en nuestras vidas para cambiar nuestro mundo.
Todos hemos escuchado esto,
quizás hasta lo hemos dicho alguna vez:
"¿Por qué nadie hace algo con eso? ¿Por qué esto no es un proyecto?
Quisiera que alguien tomara eso que me interesa
y lo convirtiera en algo donde pudiese contribuir".
En la comunidad a la que pertenezco tenemos una respuesta para eso:
Estoy ansiosa por verte hacerlo.
La verdad es que, si lo piensan, la respuesta es así de simple.
Si te encuentras con algo
que despierta algo en ti, que despierta tu pasión,
que te llena de entusiasmo, que sientes que debe suceder,
no esperes a que los demás tomen la iniciativa.
Da el primer paso y hazlo.
En la sociedad actual, es muy fácil pensar:
"Mi proyecto no podrá generar ganancias"
o "No podré pagar a la gente que contribuya con mi proyecto".
Si dejamos de lado este pensamiento comercial
lo que queda es un proyecto de voluntariado.
Entonces, ¿cómo hacer que el proyecto funcione?
Compartiendo cinco cosas.
La primera es la más simple:
comparte tu idea.
Coméntale a los demás esa idea que tienes en mente
que busca salir a la luz.
Coméntales lo que quieres hacer,
ese proyecto que quieres empezar.
Tarde o temprano, mientras sigas comunicando tu idea,
te cruzarás con alguien
que sienta lo mismo que tú,
que comparta ese entusiasmo por tu proyecto,
o incluso mejor, te cruzarás con alguien
que le agregue algo a tu proyecto,
que lo lleve al siguiente nivel, que lo mejore.
Así, sin darte cuenta, estarás sentado
proponiendo ideas, tomando notas,
dando los primeros pasos para lograr que suceda.
Cuando todo esto ocurra, comparte tu conocimiento.
No importa si tienes un diploma
de la universidad más prestigiosa del mundo,
o si no has terminado el secundario.
Cada uno de nosotros, sin importar su formación,
tiene conocimientos importantes que valen la pena compartir.
Por ejemplo: aprendí a través de otra charla TED, de Terry Moore,
que había estado atándome mal los cordones durante toda mi vida
y me encantó poder compartir esa información con más personas.
Aunque esto parezca banal, pequeño e insignificante
puedo notar el cambio que se ejerce en ciertas personas,
cómo eso agrega algo a lo que ya conocen.
Imagínense si esto sucediera
con algo más importante y esencial,
el efecto que podría causar
en las personas que están interesadas en tu proyecto
y en la comunidad que te rodea.
Mientras esto ocurra, comparte tu experiencia.
El conocimiento no es nada si no se acompaña de experiencias.
Seamos honestos, la experiencia nos hace mejores maestros.
Cuando estaba en "Nowhere" y aprendí a construir una estructura,
alguien debió explicarme cómo usar un taladro,
de preferencia, sin lastimarme a mí o a los que me rodeaban.
Esta persona tomó su experiencia y me la transfirió,
así fue que pude volver a casa con nuevas habilidades,
pude construir cosas, pude construir una estructura real.
En la vida cotidiana, esto nunca hubiese sido posible
ya que no es algo que realice en mi trabajo
y no es algo en lo que tenga un diploma.
Al compartir experiencias podemos compartir
habilidades con los demás, podemos expandir horizontes
sin tener que estudiar algo nuevo o empezar un nuevo trabajo.
La siguiente cosa que deben compartir
es quizás la más importante.
Hemos oído esta palabra todo el día
porque es una palabra muy importante:
comparte tu pasión.
Si comienzan un proyecto, si realmente lo realizan,
si involucran a gente en él,
si le dedican todo su tiempo y energía,
deben sentir pasión por lo que hacen.
Deben compartir eso
porque la pasión se contagia muy fácilmente.
Puede hacer que tú, los que te rodean y tu proyecto
alcancen su máximo nivel.
La pasión despierta entusiasmo en la gente que nos rodea,
mejora la situación en la que uno se encuentra,
permite que veamos nuevas oportunidades,
permite que las personas compartan y opinen sin prejuicios.
La última cosa que creo que deben compartir
es la respuesta a la pregunta con la que empecé:
¿Por qué ofrecerse como voluntario?
Porque es divertido, porque ellos disfrutan lo que hacen.
Seamos honestos, si dedicamos tiempo y esfuerzo a algo
sin esperar dinero a cambio, entonces, ¿por qué lo hacemos?
De nuevo, sabemos que no es solo por bebidas gratis,
una linda camiseta o insignias.
Eligen hacerlo porque lo disfrutan,
porque disfrutan de lo que se aprende como persona.
Creo que todos nosotros, en algún momento de nuestra vida,
hemos tenido ideas para algún proyecto
y la mayoría probablemente no la llevó a cabo.
Quizás no creyeron que valiera la pena
porque no iba a generar ganancias.
O quizás no tuvieron el tiempo o la confianza necesaria para realizarlo.
Piensen en aquel proyecto, ese que cruzó alguna vez por su cabeza
y ténganlo en mente.
Implementen las cinco cosas que pueden compartir sobre esa idea
y piensen qué pueden hacer,
cómo pueden modificar la vida de aquellos que quieran formar parte,
cómo pueden ayudar a la comunidad
y cómo pueden cambiar su mundo.
¡Estoy ansiosa por verlos hacerlo!
Gracias.
(Aplausos)