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Qué tal comer alimentos saludables producidos en la misma
ciudad donde vivís?
En el programa de hoy verán que en Inglaterra, Alemania e
incluso aquí en Brasil,
esa idea está ganando fuerza.
Miren:
La ciudad es tranquila,
típica del Interior de Inglaterra.
No por eso Todmorden pasa desapercibida.
Un proyecto creado aquí le garantiza alimentos gratis a la población.
Es el llamado "Incredible Edible", o
Increíblemente Comestible.
No teníamos nada.
No teníamos oficinas, ni dinero, ni personal.
Y pensamos...Qué podemos hacer que reúna
al asiático de la mesquita, al chines del almacen, al polaco de la fábrica?
Qué podríamos hacer que convoque a todo el mundo
y haga que las personas contribuyan? Y pensamos: tenemos la comida.
La comida atraviesa culturas, clases, edades, creencias.
Y también amamos las alianzas
Y nuestra forma de membresía es: Si comés, estás adentro.
Hace 6 años, Mary y otros habitantes de Todmorden decidieron
actuar sin pedir autorización.
De a poco transformaron pedacitos de tierra en huertas.
Empezaron en el frente de sus propias casas.
Y se expandieron para otras esquinas.
Incluso espacios públicos.
El estacionamiento de la Estación de tren.
Las costas del canal.
E incluso la comisaría.
Mucha gente viene aquí y lo toma porque es gratis.
Cualquier persona puede venir y tomar un vegetal.
No se de ninguna persona que se haya sentido intimidada.
pero creo que no me lo hubieran contado si lo estuvieran.
Hay zanahoria.
Cebolla.
Rúcula.
Hasta las flores son comestibles.
Las huertas son mantenidas por alrededor de 300 voluntarios.
2% de la población de Todmorden.
Un número modesto pero suficiente.
Mary dice que el secreto para no perder el entusiasmo es la rutina.
Si creés en Dios, vas a la iglesia los domingos.
Para nosotros, si querés ayudarnos con los jardines,
son dos domingos por mes.
El primer domingo y el tercero de cada mes...
Nunca faltamos, ni en el medio del invierno, con nieve o hielo.
Nadie aquí busca una revolución.
Tanto que el número de plantaciones es muy pequeña si lo comparamos
con el tamaño de la ciudad.
Los creadores del proyecto no tienen ni idea de cuánta gente
se beneficia, ni la cantidad de comida producida por año.
Incluso así hubo cambios importantes en la rutina de la comunidad.
Además de diseminar huertas por la ciudad, la inicitaiva también
cambió la actitud de los habitantes.
Ellos se empezaron a preocupar más con el origen de los alimentos.
Y eso ayudó a promover la producción local.
De acuerdo con una investigación reciente, mitad de los comerciantes
de Todmorden, tuvo un aumento en las ventas desde la creación del proyecto.
Los cartelitos atienden a los deseos de los consumidores.
La mayoría de los productos de la feria vienen del mismo Reino Unido.
Un país del tamaño del Estado de San Pablo.
Eso disminuye los costos de transporte.
Garantiza frutas y verduras más frescas.
E impulsa a la economía británica en un momento difícil.
Lo mejor, sin embargo, sería cultivar los alimentos en la misma región de Todmorden.
La ciudad queda en el medio de un valle.
El escenario verde es de puro potencial.
Pero, curiosamente, casi no hay granjas por aquí.
Por qué no crear una?
Fuerza de voluntad no falta en Todmorden.
Hace tres años fue abierta la Incredible Farm, o
Granja Increíble.
El objetivo es generar una nueva generación de agricultores.
El desempleo entre los jóvenes en Europa es alto.
En algunos países es mayor que el 50%.
Las huertas que no eran tran atrayentes, volvieron a llamar la atención.
No es sólo plantar, aunque hagamos mucho eso,
plantamos de modo sostenible.
Estamos intentando crear nuevos pequeños negocios en la agricultura.
Entonces, tenemos que enseñar también marketing.
Una de las cosas que hacemos es que nuestros aprendices sean alentados
a abrir sus propios negocios con este aprendizaje.
Jed tiene 22 años, el invierno pasado plantó una variedad de
pimientos para hacer salsas.
Llevó las botellas al Festival de la colecta de Todmorden y tuvo elogios
hasta de chefs de cocina.
Experiencias como esta lo incentivan a continuar en el ramo.
Querés cultivar por diversión y porque es interesante,
pero esta granja realmente demuestra como vender comida.
lo que va a terminar sirviendo para que las personas se mantengan financiaramente
Casi todo lo que pasa en la granja es expermiental.
Acá no hay electricidad. El sistema de irrigación fue hecho
con una bomba de barco reaprovechando el agua de lluvia.
Muchas semillas son importadas de Asia y América Latina.
Y no siempre andan bien.
El modelo de ventas también varía.
En el pasado la granja abastecía a 7 restaurantes de la región.
Este año cambió la estrategia.
Vendemos para un negocio que tiene un restaurante también
que es un punto de ventas.
Entonces, el restaurante usa algunos productos y vende el resto.
en bolsas y ellos van directo al público.
Las personas pueden llevarlas a su casa.
Vendemos para otro negocio en una ciudad vecina.
Ellos vienen, toman los productos y los llevan a
a un negocio de vegetales y vende siempre.
De dos estufas de este tamaño vendemos casi media tonelada
de ensalada este año.
La venta de las ensaladas ayuda a divulgar el proyecto
e incentivar el consumo de alimentos orgánicos
Por ahora la granja sólo tiene dinero para bancar un empleado
y un aprendiz por vez.
Pero las puertas están abiertas, especialmente, para las escuelas.
Cuanto más jóvenes ellos empiecen, mejor.
Porque las ideas se hacen fijas con la edad, y si vos tenés
niños pequeños, entre 10 y 12 años, ellos simplemente lo aman.
Las escuelas de Todmorden abrazaron el proyecto.
Algunas cedieron espacio para huertas urbanas.
Otras le han enseñado a los niños sobre el origen de los alimentos. En la práctica.
Ellos lo adoran.
Cargan las herramientas, discuten, y se divierten en la búsqueda por papas.
Plantar es muy divertido y fascinante.
Podés plantar tu propia comida, que es más rica que la
comida que compramos en el súpermercado.
La agricultura no forma parte del currículum escolar británica,
Las clases fueron creadas por iniciativas de los mismos maestros.
A veces ellos combinan actividades con otras materias,
como matemática.
Miden la altura de una planta durante unas semanas,
y dbujan gráficos, por ejemplo.
Lo importante es que los niños pierdan el asco de lombrices y cienpiés.
Y se apasionen por la naturaleza.
La primera vez que un niño percibe que el tomate viene de la
planta es increíble y vos ves eso en el rostro de ellos.
Principalmente en primavera, cuando plantás las semillas,
este año cuando trajimos chaucha\s para la
clase ellas crecieron, ellos plantaron y comieron chauchas.
Creo que cuando ellos ven todo este proceso,
de las semillas al plato, es increíble asistir a las reacciones
y darles a ellos este conocimiento de donde nos viene la comida.
Cara Walter de 9 años es ....antes pensaba que la comida venía del súpermercado.
Pensaba que venía del súpermercado Morrissons o algo así.
Escuela, granja, huertas en el medio de la calle.
Este conjunto de iniciativas hace de Todmorden un lugar especial.
El proyecto "Incredible Edible" ya fue copiado en más de 30 ciudades
de Gran Bretaña y de otros países,
como India.
Casi todas las semanas llegan periodistas y visitantes curiosos
para saber los secretos de las huertas urbanas.
La demanda es tan grande que ya se transformó en fuente de renta
una especie de turismo vegetal.
Nuestro proyecto "Incredible Edible Tordmorden Unlimited" es
financiado por los visitantes.
Los visitantes pagan 6 libras y hacen un tour.
Y este dinero puede ser usado para ayudar en las escuelas,
comprar fertilizante, comprar tierra y semillas.
Muchas veces la policía contribuye también.
El patio de Mary está lleno de potes, fertilizantes y herramientas.
Todo allanado en una granja de marihuana y donado a ella.
Nuestro equipo pasó 2 días en Todmorden.
A pesar de que muchos habitantes no habían escuchado hablar nunca de las huertas urbanas.
Eso no le quita méritos al proyecto.
El lema en este pueblito del norte de Inglaterra es tomar una
actitud sin pensar en los resultados.
Si quieren copiar la idea, basta con seguir el consejo de Mary.
Encuentre un rincón sucio, horrible y triste de su ciudad o en el área
donde vive y haga con que quede bonito, porque los humanos
aman la belleza.
Estas flores son comestibles.
Podés comer varios tipos de flores.
Usá flores que puedas comer, usa hierbas que puedas oler
y trasnformá todo en belleza.
Hacé que un pequeño lugar quede bonito.
Te vas a sentir lindo, tus vecinos te van a amar y todo será bueno.
De Inglaterra a Alemania, la capital del país más rico de Europa,
encontramos el Jardín de las Princesas.
Prinzessinnengarten en alemán.
Hace 4 años esto era un terreno baldío que terminó siendo
transformado en una huerta comunitaria.
Quisimos limpiar este lugar porque era un gran basurero.
Colocamos avisos en el diario y pensamos...
Ok, de repente aparecen algunas personas.
Pensamos que iban a aparecer unas 20 persons, pero fueron alrededor de 120
sólo el primer día para limpiar el lugar.
No teníamos nada para plantar. Fue sólo una gran limpieza general.
La idea de una gran acción colectiva surgió de un viaje, que
el fundador del jardín, el comentarista Robert Shaw , hizo a Cuba
Él vió que las personas en Cuba estaban plantando en cajas,
en vez de hacerlo en las calles porque estaban teniendo problemas
en conseguir la autorización para plantar en las calles.
La idea era tener un área móvil donde se pudiera plantar comida extra.
No es la misma situación de acá.
Podemos ir a un súpermercado si necesitamos de legumbres,
pero es más una cuestión política porque queremos tener control
de lo que plantamos y como plantamos.
Repollo, alecrin, tomillo, zanahoría.
A pesar de la enorme variedad de legumbres y verduras, la cantidad de comida producida
en el Prinzessinnengarten no es suficiente para alimentar a todos los que pasan por acá.
En los días de sol el jardín llega a recibir hasta 50 personas.
La mayoría interesada en el contacto con la naturaleza.
Es el caso de la voluntaria Alix Roucaute.
Este es un lugar donde las personas pueden venir y plantar verduras,
después los vendemos o los llevamos a la cocina
y las personas pueden probarlos.
Pero acá no es un lugar donde podés plantar tu propia zanahoria,
cosecharlas y después llevártelas. Es algo comunitario.
Este concepto es diferente.
Es muy bueno conocer a personas, compartir conocimientos
y estar al aire libre todo el día. No podría ser mejor.
Frecuentadora del Prinzessinnengarten desde hace 6 meses,
esta griega cree que la importancia del espacio, va más allá.
Es un acto político estar aquí. Es también ocupar espacios vacíos.
La ciudad, ahora, continuará creciendo.
Claro que Berlín es muy verde, si la comparamos con otras ciudades,
pero la manera como estamos consumiendo es la misma en todas partes.
Olvidamos como son hechas las cosas, como las plantas crecen.
Es claro que podés ir a un parque,
pero no podés plantar tus cosas ahí.
De modo que estás obligado a comprarlas en un súpermercado,
de una producción en gran escala, con pesticidas.
Y esta es la manera con que alimentamos a nuestras sociedades.
En verdad, lo que estamos haciendo aquí es un acto político.
Es para mostrar que hay una alternativa dentro de las ciudades.
que puede ser un oasis.