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Hoy celebramos la quinta edición de la cena solidaria de Vallformosa para la lucha contra
el cáncer en memoria de mi marido, pero también para homenajear y dar apoyo a todas las personas
enfermas de cáncer y a sus familias por la lucha, el esfuerzo y la valentía que demuestran
para tirar adelante cada día con energía, coraje y ganas de vivir.
Hoy hace exactamente dos años y 11 días, porqué era el 1 de julio de 2011 que mi hermana
Margarida me llamó desde el Hospital Comarcal de l'Alt Penedès: Hola Jordi, me dijo con
una voz francamente un poco apagada, pero aún no entalada por la emoción. Salgo del
hospital ahora mismo, tengo cáncer. Me lo acaba de comunicar la doctora, pero estáte
tranquilo. Tengo cáncer, me dijo mi hermana, que con mis dos hijos es la persona que más
quiero de mi familia, y por extensión de este mundo. Aquel 1 de julio del 2011, juntamente
con el 31 de marzo del 1996 y el 28 de agosto del 1997 ya se cuenta como el día más emocionante
de mi vida. Pero los otros dos, me dieron una emoción muy bella porqué fueron los
dos días que nacieron mis dos hijos.
Para luchas con esta enfermedad, se puede hacer de diferentes maneras. Una es la investigación
y desarrollo y sabemos que hay laboratorios y hospitales que están trabajando mucho para
encontrar una solución. La otra forma de luchar contra el cáncer es con la prevención
y así es como este año se invertirán el fondo recaudado en esta cena solidaria. El
80% de los beneficios de la cena irán a parar al proyecto del Instituto Catalán de Oncología.
El proyecto de este año es prevenir el cáncer y apostar por la vida, y que vamos a hacer?
Vamos a potenciar aún más la información a la ciudadanía. Este año han habido 36.000
casos de cáncer más en nuestro país, esto tiene un impacto muy importante que tiene
mucho que ver con los hábitos de vida.
El otro 20% lo invertiremos en el proyecto de la Asociación Ampert que trabaja para
hacer la vida más cómoda a través del transporte de los pacientes desde su domicilio hasta
el centro Duran y Reinalts donde serán tratados.
Permitirme que me atreva a decir que el Martí está siempre, si no hubiese pasado en tu
vida lo que le pasó al Martí, no estaríamos aquí, no habría este movimiento. En tenemos
que agradecer todos a la memoria del Martí, que gracias a todo esto, nosotros podemos
gozar de vuestra solidaridad, de esta capacidad que podéis arrastrar. El mejor legado de
la memoria del Martí sea esta contribución que seguro que aunque el cáncer y su cura
mejora, mejoramos la supervivencia, el gran reto es la curación o la prevención primaria. Pero esto
continua siendo la gran lucha.
Y para acabar, decir que gracias a las aportaciones de la tercera cena solidaria, se ha podido
editar un librito con un claro objetivo: ayudar a personas que estén sufriendo un cáncer,
sus familiares y sus amigos. Esta escrito por personas con todo el sentimiento que representa
sufrir esta enfermedad y solo una cosa más, antes de marchar esta noche, mirar hacia el
cielo, seguro que habrá una estrella que brilla más. Es mi estrella.