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Hace quince años empezamos a trabajar con Philippe Starck.
Se trataba fundamentalmente de diseño estético.
Quince años más tarde tenemos este nuevo proyecto
y ahora se trata de una experiencia completa.
Nuestro desafío era transformar la idea en un producto tangible.
Es justo ahí donde colaboramos con Starck y su equipo.
Y es algo realmente muy sencillo.
En cuanto ves el producto te das cuenta enseguida
de cuál era la idea que se escondía tras él.
Un buen producto es algo que sencillamente te hace falta.
Enseguida comprendí que este tipo de colaboradores
suponen el éxito automático gracias a la calidad.
Para crear un proyecto bello, un proyecto que sea bueno y útil
los "padres" deben estar enamorados.
En Francia decimos que hacen falta dos para bailar un tango.
Para mí solo es imposible crear un producto como este,
¡y espero que también lo sea para vosotros solos!
El diseño constituye el ADN de LaCie,
pero yo creo que no estamos limitados a eso.
Desde el principio es como una aventura amorosa.
Una aventura entre nosotros, durante todo el proceso,
porque al final damos un regalo y ofrecemos un buen producto,
buena calidad y precio, cosas que mejoran nuestras vidas
y ayudan a ser más inteligentes. Es un regalo de amor.
El diseño no es solo un añadido. Tienes que llegar a su núcleo,
a su esencia, para descubrir por qué existe y qué transmite.
Resulta increíble todo lo que puedes hacer con este producto.
Por eso creé una especie de magma, que es muy informe
y muestra cómo funciona la inteligencia, la forma de pensar
que es "diagonal, ortogonal, maleable". Tienes este magma
y lo pones en una caja para así protegerlo.
Es como un cerebro con un casco de moto.
Hoy la gente puede adorar el color rosa.
"¡Oh, Dios mío! ¡Qué bonito es este rosa!"
Seis meses después, "¡Oh, qué bonito es el verde!"
Y seis meses después, "¡Pero qué bonito el dorado!"
Eso significa que está de moda, pero que no es atemporal.
Y hoy, algo que no es atemporal es algo obsoleto.
La longevidad es un parámetro muy moderno.
Porque hoy te pasas horas, días, meses de tu vida
trabajando y trabajando, pones todo este conocimiento,
toda esta producción, en un disco.
Y cuando ves el producto, está claro, sientes el poder,
te sientes el amo del producto y esa era la idea.
Porque el ser humano debe ser el amo de lo que produce.