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En general, soy optimista con America Latina.
La región tuvo su propia crisis financiera en los 70s y 80s, que afectó al tipo de cambio, la banca, el fisco, deuda soberana, etc.
Desde entonces, se han hecho muchas reformas. Hoy en día, en la mayoria de la región, la inflación, el deficit y la deuda publica son bajas.
Los bancos y otras instituciones financieras estan sólidos, hay buena regulación, las reservas internacionales son altas y el tipo de cambio es flexible.
El crecimiento en la mayoría de la región ha sido alto. Algunos pocos paises han tomado una política mas populista en vez de libre mercado.
Entonces, creo que los fundamentos económicos de América Latina están mucho mejor. Hay mucho mayor estabilidad política, económica y social.
Por ello, soy optimista con las perspectivas de la región en el mediano y largo plazo.
Obviamente, la región es sensible a lo que sucede en el mundo.
Un shock en la zona euro, en China, en Estados Unidos o en el Medio Oriente pueden tener un efecto negativo en la region.
Pero la región es, en terminos generales, mucho más fuerte de lo que solía ser.
Hoy en dia, las vulnerabilidades financieras se han transferido de América Latina a economias desarrolladas, ¿no cierto? Pero la region es, en terminos generales, mucho mas fuerte de lo que solia ser.
Hoy en dia, las vulnerabilidades financieras se han transferido de America Latina a economias desarrolladas, ¿no cierto?
Los mercados emergentes, incluida América Latina, solían ser los deudores que pedían plata, y los países desarrollados solían ser los que prestaban plata. Ahora es lo contrario.
Muchas de las economias desarrolladas en Europa se han vuelto las deudoras, y han aumentado sus riesgos fiscales y soberanos.
Mientras que muchos paises emergentes, incluyendo América Latina, se han vuelto prestatarios.
Entonces, ha habido un cambio importante en el balance de la economía global, y ha vuelto a los mercados emergentes mucho más sólidos y resistente de lo que solían ser.
Claro que siguen siendo vulnerables a shocks que puedan venir de la economía mundial.
A largo plazo, mi principal preocupación es que algunos mercados emergentes se están alejando de reformas de mercado, de reformas estructurales.
Están dejando de promover inversion privada, y están cambiando hacia un modelo económico que yo llamo variantes de capitalismo de estado.
Cosas con un rol excesivo de empresas estatales en la economía o de bancos estatales en el préstamo de créditos,
nacionalismo de recursos naturales, menor apertura a la inversión directa extranjera, industrialización por sustitución de importaciones, u otras políticas proteccionistas, controles excesivos al capital, etc.
El riesgo es que el distanciamiento de reformas de mercado hacia capitalismo de estado es a la larga negativo para el crecimiento económico.
El segundo riesgo para mercados emergentes es la alta desigualdad monetaria y de bienestar.
Y se debe asegurar que el crecimiento sea inclusivo e integrador y reduzca esa desigualdad.
Ahora, yo creo que, para reducir esa desigualdad, el camino correcto no es redistribuir el dinero y bienestar (ya creado).
Hay que tener un gobierno sólido que provea oportunidades para las clases pobres.
Ello mediante inversión en su educación, salud, infraestructura, en una red de protección social, en un sistema de pensiones
Hay que crear un Estado de Bienestar para asegurar que haya estabilidad económica, política y social.
De lo contrario, una mayor desigualdad generará reacciones que podrían poner en peligro el proceso de liberalización económica.
La lección es que demasiada deuda y apalancamiento se vuelve riesgoso.
Hay riesgo de que esa la deuda o apalancamiento esté en el sector publico, porque eventualmente ello lleva a una crisis fiscal como en Grecia.
Pero también una deuda o apalancamiento excesivo, burbujas de activos, o un boom crediticio excesivo en el sector privado puede llevar a vulnerabilidades financieras.
Entonces, se requiere un marco macroeconómico sólido, una política monetaria estable, un compromiso con baja inflación y bajo déficit de presupuesto,
un sistema financiero sólido, con bancos bien regulados y con suficiente liquidez de capital.
De esa manera, se reduce la fragilidad económica en el ambiente general.
Ciertamente, muchos mercados emergentes, incluyendo aquellos en América Latina, han tomado estas medidas.
Han aprendido las lecciones de las crisis financieras pasadas y se han vuelto mas sólidos y resistentes, y menos frágiles de lo que solían ser.