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Un mes después de cumplir 21 años viajé desde Montana hacia Alberta (Canadá) para
escalar una famoso pico de hielo. Esa noche a las 8pm la temperatura descendió drásticamente.
Ya que no teníamos equipo para mantenernos calientes nuestra mejor opción para sobrevivir
fue intentar separarnos de la montaña. A una altura de 150 pies (30 m) colgamos en
esta saliente. Nosotros quedamos atascados y hacía frío como nunca lo había sentido,
se me congelaron las yemas de los dedos, la nariz, los tobillos, las mejillas, la barbilla,
me dio hipotermia y entonces... me quedé dormido. Esta vez no perdí la conciencia
aunque sabía que me había quedado dormido cuando sentí que me habían succionado fuera
de mi cuerpo como una aspiradora e intenté resistir con todas las fuerzas que había
recuperado a través de este viaje de sobrevivencia en el que me encontraba. Intenté quedarme
en mi cuerpo pero no pude. Inevitablemente fui jalado y morí.
Me encontré a mi mismo en un oscuro vacío infinito sin un cuerpo pero completamente
consciente como una esfera de consciencia y al frente mío... si es que tenía un frente.
Allí se encontraba una puerta gigantesca que medía 30 yardas de ancha por 70 yardas
de altura. Era la entrada al conocido túnel del cual la gente habla. Me pregunté "Estoy
muerto?" Y la voz de Dios que no tiene ni voz ni lenguaje me dijo "Sí, estás muerto"
y yo dije "Pero no he pasado a través de la puerta aún" y la voz de Dios dijo "No,
no lo has hecho" y yo dije "Bueno, debo pasar a través de la puerta?" " Sabes, tengo una
hermana que dejó a mi familia y le rompió el corazón a mi madre y no quiero romperle
el corazón nuevamente, morir y dejarlos" y Dios dijo y me mostró "El amor con el cual
yo te amo siempre te he amado, y el mismo amor con el que te amo ahora yo amo a toda
tu familia y a cada persona en la tierra con esta plenitud de amor y el perdón y compasión
que sientes en este momento y la belleza - Todo saldrá bien, tu familia estará bien"
La siguiente cosa que me acuerdo es que estaba siendo atornillado en mi cuerpo como un tornillo
para el hielo se asegura a éste. Fue doloroso y me causó dolor, fui empujado en mi cuerpo
por el estómago. Cuando volví mi compañero Tim me agarraba de los hombros mientras me
gritaba "No mueras! No me dejes aquí" y yo no dije nada de lo que pasó por 20 años
pero ahora cuento esta historia porque con lo que me enseñó es saber que soy reconocido
y saber que soy amado y yo se que tu también lo eres y que todo el mundo lo es. Se que
este no es el fin de la vida y que este solo es un pasaje a través la vida de verdad...
y este es todo el tiempo que tenemos, un parpadeo. Este es todo el tiempo que tenemos para volver
a casa. Estoy esperando... para volver a casa. Rezo por esto cada día... No aguanto la espera...
Esta es mi historia.