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Santidad es fidelidad. Santidad es alegría.
No estoy atado a la soledad cuando sigo a Cristo, mi Señor.
- Estoy buscando a mi Señor. - Toma tu cruz y sígueme.
- Estoy buscando mi camino. - Sigue mis pasos y verás.
- ¿Debo sacrificar mi gloria? – Déjala y serás libre.
- ¿Voy a morir en viva vergüenza? - No temas la muerte; resucitarás en mí.
Santidad es fidelidad. Santidad es alegría.
No estoy atado a la soledad cuando sigo a Cristo, mi Señor.
- He perdido mi fuerza, me he caído. - ¡Ponte de pie, Hijo!
- Mi madre María susurra. - En mi corazón, estarás siempre conmigo.
- Tengo tanto miedo. - ¡Aquí viene a Simón de Cirene!
- ¿Llevarás conmigo mi carga? - Jesús, detrás de ti voy a llevarla.
Santidad es fidelidad. Santidad es alegría.
No estoy atado a la soledad cuando sigo a Cristo, mi Señor.
- Ella mira a los ojos. - Verónica se arrodilla a Sus pies.
- Me he caído una vez más. - Y ella limpia el rostro que sangra.
- Hijas de Jerusalén. - ¡No lloren por mí!
- Padre, tómame en tus brazos. - Porque yo soy fuerte cuando soy débil.
Santidad es fidelidad. Santidad es alegría.
No estoy atado a la soledad cuando sigo a Cristo, mi Señor.
- Tú sabes que te amo. - No hay amor mayor que éste.
- Doy mi vida por mis amigos. - El cuerpo de Jesús ahora es despojado.
- Han clavado mis manos y pies. - Crucificado el rey celestial.
- En un árbol entre dos ladrones. - Jesús redimió al mundo del pecado.
Santidad es fidelidad. Santidad es alegría.
No estoy atado a la soledad cuando sigo a Cristo, mi Señor.
Santidad es fidelidad. Santidad es alegría.
No estoy atado a la soledad cuando sigo a Cristo, mi Señor.