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Es un arbusto de la familia de las rubiáceas nativo de Etiopía.
Arbusto de 3-7 m de altura, aunque alcanza los 10 metros en estado silvestre.
Sus hojas son opuestas, de pecíolo corto, enteras, de forma ovalada u oblonga, acuminadas.
Las hojas tienen márgenes ondulados, superficie ligeramente rugosa y de color verde oscuro.
Las flores son blancas y desprenden un perfume parecido al del jazmín en el momento de su apertura.
Se agrupan en número de 2-3 en la axila de las hojas formando verticilos florales de 8-15 flores.
Las inflorescencias son axilares.
No florece hasta el 3º ó el 4º año y cada flor apenas dura unas horas.
Produce una drupa de color rojo brillante que con el tiempo se vuelve de color negruzco.
Cada drupa contiene dos semillas.
Su cultivo tiene gran importancia económica en África y América.
Es la principal especie cultivada para la producción de café, obtenida a partir de las semillas tostadas.
Brasil, Vietnam y Colombia son los principales productores mundiales de café.
Etimológicamente, café procede de la palabra Kafa el lugar donde descubrieron el café quahwah en árabe.
El café sólo desprende su aroma después de haber retirado la envoltura carnosa por secado o dejando fermentar las drupas antes del secado; se exporta verde.
Actualmente es muy usado en ornamentación, ya que goza de unas hojas muy lustrosas.
La cafeína es la sustancia más característica del café y a ella se debe su acción estimulante.
Contiene un aceite esencial, que por torrefacción se transforma en una esencia aromática.
Los frutos contienen menos cafeína que otras especies cultivadas comercialmente.
El café constituye un tónico del sistema nervioso.
Provoca la aceleración del pulso y disminuye la sensación de fatiga; es útil contra la jaqueca y actúa como tónico cardíaco para los hipotensos.
El café torrefacto es un rápido diurético. Crudo es febrífugo y antirreumático.